11 septiembre, 2008

Morales declara persona non grata a embajador de Estados Unidos

Fotografía de archivo del presidente boliviano Evo Morales junto al embajador de Estados Unidos, Philip Goldberg.
AP

El presidente Evo Morales declaró persona non grata al embajador de Estados Unidos en Bolivia Philip Goldberg a quien le pidió salir del país tras acusarlo de alentar la ola de protestas desatada por opositores a su gobierno que han degenerado en violencia.

Poco antes explotó un gasoducto en un acto que el gobierno calificó de ser un "atentado terrorista" de parte de los grupos opositores radicalizados que tomaron campos petroleros, ante lo cual se ordenó ampliar el despliegue de militares para proteger esas instalaciones de nuevos sabotajes.

Varias oficinas públicas fueron saqueadas nuevamente el miércoles por grupos de choque de la oposición y choques brotaron entre seguidores del presidente y opositores en Tarija.

"Sin miedo al imperio, delante del pueblo declaro al embajador de estados Unidos persona 'non grata' y he pedido a nuestro canciller que envíe una nota al embajador haciéndole conocer (la decisión) para que retorne a su país", dijo el mandatario durante un discurso en el palacio presidencial el miércoles.

"No queremos gente separatista", dijo y aludió al pasado de Goldberg cuando éste fue diplomático en la desintegrada Yugoslavia.

Morales acusó varias veces a Goldberg de confabular con sus opositores y el domingo dijo que el diplomático estaba alentando a los grupos violentos de Santa Cruz que el martes protagonizaron disturbios en esa ciudad, saquearon y quemaron oficinas del gobierno.

Goldberg se reunió la semana pasada con el prefecto de Santa Cruz, Rubén Costas, líder de la oposición regional, lo cual molestó al gobierno. La Cancillería convocó a Goldberg para reclamarle, pero el diplomático respondió que su encuentro con Costas fue para analizar programas de cooperación.

La tensión por las protestas regionales se agudiza.

El ministro de la Presidencia, Juan Ramón Quintana, dijo en rueda de prensa que "el gobierno ha dispuesto una mayor presencia de unidades militares para preservar la estructura hidrocarburífera".

La medida fue ordenada después de que explotara un gasoducto en el sur lo que obligó a reducir los suministros de gas natural a Brasil, informó el presidente de la estatal Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB), Santos Ramírez.

Dijo que la entrega de gas a Brasil se reducirá en tres millones de metros cúbicos de los 30 millones que se exporta diariamente. En Brasilia, el ministerio de Minas y Energía informó que supieron de la explosión pero que el suministro de gas por el momento era normal.

Ramírez no dio detalles pero habló de un "atentado terrorista" en un campo petrolero ubicado a 30 kilómetros de Villamontes, localidad fronteriza con Paraguay en el departamento de Tarija, a 750 kilómetros al sureste de La Paz.

Técnicos de la empresa petrolera dijeron que el incendio se debió a una presión en el ducto después de que grupos de manifestantes opositores cerraran una válvula de paso.

Tarija, junto con Santa Cruz, Beni y Pando, es una de las regiones que impulsan su autonomía del gobierno de La Paz y que mantienen una férrea rivalidad con Morales.

Ramírez calculó que reparar la tubería costará cien millones de dólares y tomará entre 15 y 20 días. El estado perderá ocho millones de dólares diarios por una reducción del suministro.

YPFB dijo que hasta la tarde del miércoles los activistas mantenían ocupados dos campos petroleros en el sur.

El gobierno descartó declarar estado de sitio en regiones lideradas por prefectos opositores.

El ministro de Gobierno, Alfredo Rada, denunció que los disturbios en Santa Cruz del martes son el "inicio de un golpe de estado cívico-prefectural" y acusó al prefecto de Santa Cruz y al líder cívico de Santa Cruz, Branko Marinkovic de promover la violencia.

Cerca de la medianoche del martes Costas dijo que "lo sucedido en Santa Cruz es consecuencia del terrorismo de estado que ejerce el gobierno, de su ceguera que impide reconocer el derecho de los pueblos a las autonomías".

Grupos de choque saquearon las oficinas de la Empresa Nacional de Telecomunicaciones, nacionalizada recién a la italiana Euro Telecom Internacional (ETI), en Santa Cruz, en donde el martes se vivió una jornada de violencia callejera, informó Fides.

Los grupos, que responden a líderes cívicos autonomistas, rebasaron el martes a la policía militar, agredieron a las fuerzas del orden, incendiaron y saquearon oficinas del gobierno. Poco más de una decena de personas resultaron con contusiones.

Aunque la protesta se inició hace dos semanas en Santa Cruz, Beni, Pando y Tarija para pedir la devolución de unos fondos que el gobierno descontó de sus presupuestos para pagar un bono a los ancianos, el fondo de la disputa gira en torno a la reforma constitucional que impulsa Morales y la demanda de autonomía que tiene amplio respaldo en aquellas regiones. Ambas plantean visiones contrapuestas sobre el país.

La situación en Santa Cruz parecía calma mientras en Tarija al sur, grupos leales a Morales usaron palos y piedras para enfrentarse contra opositores que intentaron tomar un mercado campesino y una emisora gubernamental.

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