03 enero, 2011

La paradoja de EEUU

La paradoja de EEUU: podría crecer demasiado rápido

El optimismo de los inversores al comenzar un nuevo año es tan tradicional como el champán o el roscón de Reyes. Para este año, las predicciones contienen una visión sorprendente acerca de la economía de EEUU: ven más preocupante que crezca demasiado rápido más que demasiado despacio. Mañana, primera reunión de la Fed: ¿qué visión dará Bernanke?

Para muchos estadounidenses, en un país que se enfrenta a una tasa de paro cercana al 10%, es difícil ser optimistas sobre la recuperación, aunque los inversores ven las cosas de forma distinta.

"El sobrecalentamiento es la mayor preocupación", asegura Jack Ablin, director de inversiones de Harris Private Bank. "Aunque no es el resultado más probable, mi miedo es que las tasas suban demasiado, o que los precios suban demasiado, y extingan la incipiente recuperación", añade en declaraciones al The Wall street Journal.

El gran riesgo en la recta final de 2010 era que la reactivación económica que estaba arrancando conllevase una caída en picado, una teoría que estaba vigente en verano pero que, a medida que pasaron los meses, se vio desplazada por el rebote de la economía ayudado por la inyección de la Fed.

El escenario más probable

Ahora, los inversores que temen un recalentamiento de la economía para el ejercicio que comienza, en el que será aún más difícil para la Reserva Federal echar un nuevo cable, ya que podría provocar un repunte de la inflación.

Pero, a pesar de estos nuevos temores que despuntan, la mayoría de los economistas, estrategas de mercado y asesores financieros creen que los principales indicadores apuntan a un escenario de modesto crecimiento y precios contenidos en 2011.

Las bolsas se mueven en sus mayores niveles en dos años, mientras que las materias primas siguen subiendo y los bajos diferenciales de los bonos, lo que está animando el optimismo de los inversiones, habitual en estas fechas.

El empleo, la clave

Las previsiones apuntan a que el desempleo caerá lentamente, lo que mantendría controlada la inflación. Sin embargo, una inesperada mejora en la contratación en 2011 animaría el crecimiento, elevando la amenaza de la inflación, y el mercado de bonos reaccionaría elevando las rentabilidades.

Esto no ocurría el pasado otoño, pero una subida repentina de los costes de financiación podría dañar al crecimiento, o como mínimo asustar a los inversores. La preocupación real de los inversores, según el diario, es la Fed, que ha estado centrada estos últimos años en reavivar el crecimiento, y que ahora podría no actuar con la suficiente rapidez.

"El gran riesgo es que la economía se recupere y la Fed esté lenta para elevar los tipos", señaló al diario Ed Peters, de First Quadrant, una firma de inversión.

A pesar de todo esto, el riesgo de una economía demasiado "fría" tampoco ha desaparecido. Todavía podría ser que la pesada carga de deuda del consumidor de EEUU y el todavía renqueante mercado inmobiliario acaben provocando una crecimiento pírrico de la economía de EEUU y que volvería el fantasma de la recaída.

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