17 abril, 2011

Elecciones peruanas: ¿entre dos males?

El domingo pasado los peruanos votaron para elegir presidente. Ninguno de los candidatos consiguió superar el 50% de los votos, con lo cual hay segunda vuelta. Los que han pasado a segunda vuelta son el ex militar Ollanta Humala y la hija del presidente Fujimori, Keiko. El primero con un 30% de los votos y la segunda con un 23% (escrutadas 80% de las mesas). Según lo que he visto y escuchado en las últimas 24 horas, paradójicamente, los dos candidatos que dirimirán la presidencia son los que más rechazos tienen entre la población peruana. Según Vargas Llosa, los peruanos tendrán que elegir entre “el sida y el cáncer” ya que aquellos representan la extrema izquierda (Humala) y la extrema derecha (Fujimori). Los candidatos centristas, moderados, que continuarían con las políticas actuales que han permitido que la economía peruana crezca un 6% promedio anual en los últimos 8 años (es cierto que el “viento de cola” mundial ha hecho crecer al 90% de los países del planeta) se presentaron divididos y ninguno de ellos pudo meterse en la segunda vuelta. La economía peruana se ubica en el puesto 41 en el índice de libertad económica, con una calificación cercana al 70%, superando el promedio regional y mundial.

El 5 de junio parecería que el electorado peruano estará eligiendo entre dos vías: una que aparentemente podría conducir hacia el modelo bolivariano o el socialismo del siglo XXI que conduce Hugo Chávez, la otra que encarna la hija del ex presidente Fujimori, que también expresaría un populismo democrático autoritario. Lo que se sabe es que quien sea elegido presidente lo hará con votos moderados, de gente que ha elegido por “el menos malo” (en el ballotage siempre es así cuando el candidato propio no supera la primera vuelta. Quizás esto le ponga ciertas restricciones al triunfador en su acción de gobierno. Seguramente veremos al candidato Humala esforzarse denodadamente en captar ese voto moderado, separándose en público de los “sospechosos de siempre” y supuestos amigos (Chávez, Evo Morales, Correa, etc.) que no parecen ser mayoritariamente apoyados o queridos por el electorado peruano. Humala tendría que hacer un esfuerzo mayor que Fujimori en esta segunda vuelta ya que él representaría más claramente la posibilidad de abandonar las políticas de los últimos años. Rápidamente empezaremos a saber hacia dónde se inclina el electorado peruano mediante las encuestas. Parece una película de terror, donde el protagonista tiene que elegir entre ser alcanzado por Frankenstein o por Drácula.

¿Moraleja? Si hay una es que por querer quedarse con todo no consiguieron nada: los que todos dicen ser los candidatos moderados obtuvieron, sumando todos los votos, un 45% del total. Lo cual los hubiera convertido en el partido más votado de haber ido con un candidato único (si bien, como dicen los analistas y encuestadores, en política 1 +1 no es 2 muchas veces). El ex presidente Toledo y su ex ministro de economía obtuvieron sumados el 35% de los votos. Me pregunto: ¿por qué no habrán hecho una fórmula conjunta? ¿Qué habrá sido lo que los separó en esta oportunidad?

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