01 septiembre, 2011

El tsunami monetario está llegando


Por Frank Shostak.

En su discurso en Jackson Hole, Wyoming, el 26 de agosto de 2011, el presidente de la Fed decepcionó a la mayoría de los expertos. No prometió otra infusión masiva de dinero falso, es decir, la QE3. Sospecho que un fortalecimiento en los préstamos bancarios es un factor importante tras la decisión de la Fed de posponer el impulso de de más dinero en la economía.

La tasa anualizada de crecimiento de nuestra medición del crédito inflacionista de los bancos saltó al 8,2% hasta ahora en agosto, desde un 4,3% en julio. Un fortalecimiento visible en el crédito inflacionista de la banca comercial, es decir, crédito “creado de la nada”, ofrecería el “necesario” estímulo monetario. Esto significa que la masiva cantidad de dinero inyectado por la Fed desde 2008 (más de 2 billones de dólares) está empezando a introducirse en la economía por medio de los bancos.

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Esto era lo que esperaba la Fed desde hace tiempo y el objetivo de los enormes aumentos en las reservas bancarias que se han credo durante la crisis. Hasta hace poco, estas reservas estaban atascadas en el sistema, incapaces de encontrar prestamistas y prestatarios deseosos de llegar a un acuerdo. Ha sido algo bueno porque los precios se han mantenido de alguna forma bajo control.

Eso está cambiando. A medida que aumenta el ritmo de los préstamos y actúa el sistema de reserva fraccionaria de pirámides de préstamos, podremos ver nuevos flujos de dinero desparramándose por nuestra vida económica y causando un daño incalculable.

Por el momento, el ritmo de inyección por la Fed sigue boyante. La tasa anual de crecimiento del balance del banco central se mantuvo en el 23,6% hasta ahora en agosto frente al 23,1% en julio. La inercia creciente de nuestra medición monetaria para Estados unidos (AMS) saltó a 13,1% este mes desde el 11,8% de julio.

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Ahora, según la mayoría de los expertos, la inyección monetaria masiva va a disparar las expectativas inflacionistas, que a su vez dará el impulso necesario a los desembolsos de los consumidores.

Una vez que los consumidores empiecen a gastar más, a través del famoso multiplicador keynesiano, esto revigorizará la actividad económica general y pondrá a la economía en camino hacia un crecimiento económico autosostenido. La clave en esta forma de pensar es que actualmente hay un problema con los gastos de los consumidores que, por diversas razones, no son suficientemente fuertes como para reavivar la economía.

Por ejemplo, el aumento en el desempleo hace que la gente sea cauta en sus gastos, lo que, de acuerdo con el pensamiento popular, son malas noticias. De ahí que deban introducirse políticas dirigidas a aumentar el empleo con el fin de hacer que marche la economía. Cavar zanjas o presentar diversos proyectos públicos, como construir carreteras, es algo que se recomienda especialmente.

De acuerdo con esta forma de pensar, si el sector privado es reacio a potenciar el gasto, entonces es tarea del gobierno y el banco central hacerlo con el fin de poner a la economía en un camino de crecimiento económico autosostenido.

Esto significa que el gobierno y las políticas del banco central yerran siendo débiles, lo que implica que la Fed debería inyectar dinero agresivamente, lo que, junto con los muy bajos tipos de interés y las políticas fiscales laxas, se espera que reavive la confianza del consumidor e impulse la actividad económica.

Es un buen resumen de las opiniones de Bernanke, que cree que la causa clave tras la Gran Depresión de la década de 1930 fue una inyección inadecuada de la Fed de entonces. Esta vez Bernanke está decidido a no repetir el mismo error.

Adviertan nuevamente que, de acuerdo con el pensamiento popular, potenciar la demanda general de bienes y servicios es la clave para el fortalecimiento del crecimiento económico de EEUU.

Es verdad que hace falta un fortalecimiento en la demanda de bienes y servicios para un reavivamiento económico. Sin embargo, un aumento de la demanda de estar respaldado completamente por un aumento en la producción previa de bienes y servicios finales. Este aumento en la demanda debe estar apoyado por el aumento previo en el ahorro y no por políticas fiscales y monetarias laxas.

Ni la inyección monetaria no ninguna forma de política estimuladora pueden generar más financiación real: más bien llevan al desvío de fondos de actividades generadoras de riqueza a actividades no generadoras de riqueza. Estos tipos de políticas reducen la cantidad de financiación real disponible para generadores de riqueza: el crecimiento económico se produce bajo presión por estas políticas. (Lleva al consumo de capital. En lugar de plantar las semillas para obtener una cosecha en el futuro, estas políticas hacen que la gente consuma las semillas. Evidentemente no debería sorprendernos que en consecuencia no haya cosechas futuras. Aún así, los políticos tratan de convencernos de que podemos comernos las semillas y tener asimismo la cosecha).

Contrariamente a la mayoría de los expertos (incluyendo a Bernanke) cuanto más agresivas sean las políticas del Fed, peor va a ir la economía. Si todo lo que hace falta para reavivar la economía es inyectar más dinero, entonces ahora mismo todas las economías del tercer mundo serían muy ricas.

Las últimas tendencias en banca anuncian la posibilidad de tiempos muy peligrosos a la vista, en los que las economías desarrolladas sigan el camino de dichas economías subdesarrolladas y destruyan la riqueza mediante la inflación un nombre de estimular la producción. Como podremos descubrir pronto de nuevo, imprimir dinero no es un sustitutivo de la creación real de riqueza.

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