07 septiembre, 2011

Guatemala en su laberinto

El miedo a salir de casa cada mañana agobia a los guatemaltecos que ven cómo los delincuentes se tomaron las calles de manera descarada y en forma libre atacan sin ser atrapados.

El robo de celulares es un acto común; también los asaltos bancarios, a almacenes y viviendas y el cobro de impuestos ilegales a transportadores y comerciantes, con la amenaza de que pagarán con su vida, como ya ha ocurrido. No hay persona que no tenga un familiar, un amigo o un vecino, quien no haya sido víctima o presenciado un crimen.

Otro de los problemas grandes que enfrenta Guatemala es el narcotráfico. Los grupos criminales, en gran parte venidos de México y Colombia, encontraron en ese país centroamericano un ambiente perfecto de corrupción, impunidad y convivencia para delinquir.

Guatemala es un puente de los carteles que usan su territorio para el trasiego de la droga y para esconder parte del dinero adquirido por la venta de cocaína y heroína en Estados Unidos.

Lo irónico es que esa riqueza que se ve en modernas construcciones y elegantes carros, no se refleja en el pueblo, entonces surge el caldo de cultivo: la necesidad.

La delincuencia prospera en parte por la pobreza en que vive más de la mitad de los guatemaltecos. Esa pobreza significa una pérdida diaria de $8.4 millones para la economía nacional, de acuerdo a una tesis reciente del Instituto Centroamericano de Estudios Fiscales y el Fondo de las Naciones Unidos para la Infancia (Unicef).

El análisis también reveló que la inversión estatal apenas llega a 50 centavos de dólar por infante para combatir la desnutrición. Guatemala invierte hasta 10 veces menos que otros países latinoamericanos.

¿Quién es el mejor candidato para resolver los problemas? Las elecciones presidenciales serán el próximo 11 de septiembre y por lo menos 7 millones 300 mil personas tendrán en sus manos el derecho a escoger su futuro.

Hay 10 aspirantes inscritos, pero solo 3 tienen mayores posibilidades de ganar: el general Otto Pérez Molina, quien lidera las encuestas; el izquierdista Manuel Baldizón, muy amigo de las ideas bolivarianas de Hugo Chávez, y el derechista Eduardo Suger, quien representa a ciertos sectores de las élites guatemaltecas.

Algunos piensan que en un país ideal, con los problemas sociales resueltos, sin miseria y sin violencia, un gobernante correcto podría ser Suger por su capacidad pedagógica o Harold Caballeros, un abogado, ex pastor evangélico y profesor universitario de grandes calidades humanas (quinto en las encuestas). Otros creen que Guatemala necesita un líder con pantalones bien puestos como el general Pérez Molina, a quien consideran el más idóneo para librar la batalla contra los criminales.

Pérez, en reciente entrevista, me dijo: “Mano dura en contra de la delincuencia, para la aplicación de la ley, contra la corrupción y la impunidad”. La prioridad del Partido Patriota, que él lidera, es “fortalecer la seguridad y la justicia”, puntos básicos para enfrentar el caos que se vive.

Algunos guatemaltecos le temen al general por su pasado en el ejército, pero al final lo que necesita el país es alguien que ponga orden. El general podría sacar a Guatemala de su laberinto.

No hay comentarios.: