Morirse de infarto se percibe de mejor manera que aquella que provoca el cáncer, es como si la semántica fuese también una enfermedad que tanto pesa
No tuve la oportunidad de escuchar (en vivo) al presidente Chávez en su mensaje al país, al mundo, dado el mundo como es y quien Hugo Chávez. Presumo que me hizo bien, porque tal hecho me impuso la prudencia de la distancia y, a la par, poder mirar las reacciones de tantos que van desde la solidaridad más trasparente hasta la aberración más turbia. Estas, sin duda son consecuencias de odios cultivados, aquellas de esperanzas llenas. He sabido de la muerte que se ha llevado parte de mi vida, se de muertos que se aposenten y se posesionan de sus deudos porque el amor de estos les impiden su vuelo, ello me ha hecho comprender mejor la vida ajena y mejorar quizá mi propia concepción de mi vida y de la muerte y de toda muerte que empieza con la vida y hace de ésta su meta final, definitiva.
Como todos y a todos nos duele la muerte cuando nos pertenece, porque es parte nuestra quien ha muerto. Como a todos y a unos más que a otros, la muerte se hace como más cruel según sus nombres. Morirse de infarto se percibe de muy mejor manera que aquella que provoca el cáncer, es como si la semántica fuese también una enfermedad que tanto pesa. Se que nuestra gente, nuestro pueblo en su inmensa mayoría, fervoroso desea que el presidente salga, lejos muy lejos de razones políticas, cerca muy cerca sí, del corazón de todos que está más pleno de amor que de odio, de paz que de guerra. Mi familia es ejemplo de esto, tengo hijas y parientes cercanos y lejanos, tengo amigos, amigos de verdad, que chavitas son, digo mejor que son apasionados por razones de historias, deseos, sueños de la revolución, si ésta es equidad, paz, justicia, mientas otros, hijos, amigos, por razones muy bien cultivadas, rechazan este modelo. No cabe en ellos espacios para el odio, y mucho menos la venganza siniestra, sí, en cambio, para la divergencia. No me atrevo a decir que así somos todos los venezolanos, nadie soy para ello, pero no me equivoco si digo casi todos. Eso creo firmemente. El decreto de Guerra a muerte, fue más retórica que hecho, mientras las guerras intestinas que dejaron muertos, no nos dieron la venganza por herencia.
A la distancia creo que Chávez en este momento, en ese discurso tenía algo de esencial que lo enlaza al famoso, por ahora, de hace ya largos y pesados años. En ambos se asume la verdad de su derrota, con la diferencia de que el por ahora definía también la ambición de alcanzar el poder, en cambio, en este hay cierto miedo de perderlo. En aquel un olor de victoria, en este un sabor a derrota. Yo quiero que mejore, que sane no para que lo sancionemos como tantos anhelan y que, sin duda, sería bueno si buenos son los fundamentos, la moral, la ética de esos juicios y, entonces, estaríamos evaluando cuidadosos antes de emitir la condena, con necesarias pruebas, lejos de la venganza. Pero, en fin, prudente es dejar a Chávez quieto. Yo quiero que sane, tal como casi todos queremos, por lo que dije antes, pero además y con mayor empeño, porque tengo mucho miedo de que gran parte de nuestra gente y, de manera especial su dirigencia política, está severamente enferma, como no menos están la dirigencia económica, religiosa, gremial. Tengo miedo de que Nada se haya aprendido de todo esto. Tengo miedo de las universidades, que viven del miedo, que asumen el silencio como el espacio de su complicad, que tienen en la prudencia el refugio de la Realpolitik, la misma de la calle, la misma del gobierno, del PSUV, solo que aquí es más grave, porque este hecho es un traición a la especificad de la universidad, es sencillamente, hacerse parte de las obscuras relaciones de poder.
En efecto, mi miedo se justifica, porque el deseo de salir de Chávez se ha hecho una patología, una obsesión que se agota allí, de modo que si Hugo Rafael se muere en ello ven la redención y LA SALVACION de la democracia, esa que ayer los amantó y de la cual vivieron, pero que en ese pantagruélico oficio la devoraron de tal modo que la corrupción, el tráfico y tráfago de influencias, el cabildeo, el desprecio a la razón, el asco al de abajo, la concentración y el ejercicio omnímodo del poder, estimuló, justificó y viabilizó la llegada del mesías, un tanto también el vengador, Chávez. Nada de evaluarse, nada de analizarse, se comportan como si de nada tuviesen responsabilidades. Su discurso es un vacio de teorías, es una inmolación a las ideas, o quien sabe, si en lugar de ello es sencillamente un acto narcisista ajeno también de lo real, porque se miran en aguas servidas y de ese modo se ven bellos, pero no miran lo que han de ver, que hicieron, que hacen, que pueden. No descalifico a E. Fernández, a Oswaldo, al gobernador del Táchira, a Ledezma, pero no basta asumirse como demócratas, estando tan lejos de interrogarse qué es la de democracia de hoy, cuales son sus problemas, como resolverlos, con quien. Por esa tierras estuvo Fernández, la convocatoria, RUGE EL TIGRE, y de fondo un menstruoso rugido, nadie puede sentirse mal si alguien prefiere esa identidad a la humana, solo que la humanidad de hoy y, en un país como éste con tan grave crisis, no quiere animales, y menos que se emule al tigre, bicho desproporcionalmente feroz, sanguinario. Oswaldo, bien pudiera usar el Puente con mejores fines. Pérez Vivas,… en fin, socialcristianos y con tantas cosas bellas, buenos principio que tiene la doctrina social de la iglesia, por qué los callan? Habrá miedo a asumirlos, dadas sus consecuencias o por el inmenso compromiso de esas propuestas por la justicia, la libertad?
Los poderosos sectores del comercio nada distinto tienen qué decir a lo que hace la boliburgesias importadora, casi monopólica de Chávez. Si ellos fuesen los importadores, los mercaderes del templo, serían felices. Las universidades…osbcuras mas que grises, sus jerarquías son tan voraces, mas que la jerarquías chavistas. Para ellos, la reelección, la burocracia, el clientelismo, son buenos, óptimos, pero eso mismo en Chávez y los demás distintos a ellos, son malos y perversos. Nuestra jerarquía católica vive de espaldas a la realidad y esconden la verdad bajo sus camisones. Que ha pasado con las maravillosas conferencias episcopales de Latinoamérica y, en especial que ha pasado con la última de México, de Chiapas, si mal no recuerdo, allí donde ejerció como obispo su bondad el padre de Las Casas?.
De los sectores nuevos, digamos UNT, PJ, VP Nacieron fósiles. Un nuevo tiempista no distingue entre democracia, democracia social, social democracia. En PJ, convertir en slogan la justicia es vaciarla de contenido histórico. De VP un juego infantil muy primitivo. Ah! observa con prudencia mi terapeuta, hueles a pesimismo, antes de darme las tabletas de razón, poesía, que sosiegan mi alma. Pudiera ser. Pero no, no hay razones para sentirse críticamente optimista. Si HR no nos puede desgobernar mas, sea la razón o causas que fuesen, entonces, la sin razón de la voracidad del poder estará dando gritos de histeria en la calle haciendo promesas a todos, buscando que los chavistas sean protegidos, que las misiones se recuperen y mejoren, que las universidades serán autónomas y podrán seguir administrando su fracaso, y habrá muchos candidatos y como si fuésemos idiotas se nos dirá, esa es la democracia. Muchos aspiramos porque eso es democracia y el pueblo, el pueblo soberano sabrá escoger a quien escoja, porque la voz del pueblo es la voz de dios y los demás acataremos los resultados, gritaran y, al término de sus alaridos exigirán la embajada del Vaticano, del Pentágono, o cargos de importancia para preservar su prole clientelar y tantas veces idolátrica; los obispos, cardenal y los demás jerarcas llamarán al sosiego y repetirán que Dios los escucha, que tengamos paciencia, porque la reconstrucción del país necesita tiempo para lograrse y terminarán compungidos señalando, con casi todos los sabios de ayer, que la gente de PDVSA volverá y con ellos esa empresa recuperará su ser el modelo, impoluta, sabia, guía, que ayer fue perfecta, y que nos orientará y nos moralizará como ayer muy bien hizo… y así. Volverá el cuanto hay pa eso eso, el esto es para mi, aquello para ti…
Si quedase algún chavista romántico, se mirará hacia dentro y encontrará un vacio del tamaño del Hades. Los otros, pienso en Rodrigo, no en don Rodrigo el de mi amor por Aranjuez, sino en Cabezas, y, lo escucharán jurando su arrepentimiento y el Padre Vidal y los otros Vidales, regentarán las iglesias del arrepentimiento y contra ellos los inquisidores usarán sus flagelos. La doctora Marienbad Belugheilig, desde lejos, vuelve a nuestro encuentro. Su tesis es no tanto qué propones, sino que hacemos para que las propuestas se hagan parte de todos y se hagan hechos. Europa, escribe, se sacude para superar los vacios de una democracia que ya no tiene respuestas y la gente se cansa de las manipulaciones que hacen del voto una empresa vacía de pensamiento pero llena de ídolos, fetiches, mitos, mercancía, mercadeo para el mercado electoral. Ya la gente no se quiere saber compradores ni vendedores, sino ciudadanos que tienen como su más lucida tarea limar, limitar, las garras del poder. En esa tarea, mas que simples propuesta para comprar votos, para sumar adeptos, reclaman proyectos concretos muy bien fundamentados y muy bien orientados, la ciencia y la ética como correlativos, con los que, en conjunto, logren que el ser social, el individuo, tengan capacidad en la toma de decisiones, en el control de la acción política, en la desprofesionalización del líder y este deje de ser vitalicio, que el líder no sea un mercader, un mercenario, un traficante de la demagogia. Quieren que la ciencia, el arte, la ética sean un conjunto que armonice y permita el crecimiento de la sociedad, que se haga del placer de la libertad un ejercicio de la vida real, que haga de las relaciones con la naturaleza un diálogo, una relación fraterna con el mismo objetivo, no asesinarnos.La MUD tiene que organizar un programa sencillo que, en primer lugar, determine, precise, defina las funciones y el tiempo que ha de gobernar el elegido, que asuma la responsabilidad de lo que se va a hacer y con quien, como y saber que ese quien, ese con quien, es un ser humano y no un animal político, ni un ser amaestrado para servir al poder como esclavo de él. Que asuma la política como parte de la ética y que sea la moral un ejercicio de conducta de la vida de la cosa pública. Hasta tanto no asumamos esto como parte de la verdad y acción política será mejor que la salud de Chávez mejore, y de ese modo podría, por sus lecciones de lo que se hace tan perfectamente mal y que estamos obligados a superar, para sanar al país y que su agonía deje paso a la vida.
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