"Actúan por iniciativa propia. No podemos hacer nada", afirman las autoridades sudafricanas de sus connacionales, que protegen al considerado heredero de Gadafi, Saif al Islam
Foto: AFP
Johanesburgo • Un grupo de mercenarios sudafricanos se encuentra en Libia intentando sacar del país a Saif al Islam, el hijo de Muamar Gadafi, según afirma el diario sudafricano Beeld.
Otro diario sudafricano, Rapport, anunció el domingo que 19 mercenarios sudafricanos habían sido reclutados por una de las sociedades sudafricanas vinculadas a Gadafi para participar en la protección del coronel y de sus allegados.
Las autoridades sudafricanas ya están llevando a cabo una investigación, según ha confirmado el embajador sudafricano ante la ONU, Baso Sangqu. "Verificamos los hechos. Hay leyes, pero actúan por iniciativa propia. No podemos hacer nada", explicó.
Saif al Islam, a quien Gadafi había designado como sucesor, huyó de Trípoli con su padre y su hermano Mutasim durante la toma de la capital el pasado agosto y se había refugiado en Sirte. El antiguo líder libio y Mutasim fallecieron a manos de los rebeldes tras la caída de Sirte, pero Saif al Islam escapó de las tropas rebeldes.
Aunque mucho se ha rumoreado sobre el paradero del delfín -incluso se llegó a decir que había sido detenido-, según un responsable tuareg el martes se encontraba en la frontera con Níger para intentar buscar refugio. Los rebeldes aseguraron que el delfín desea entregarse a La Haya, que el pasado junio emitió una orden de detención contra él -así como contra Gadafi y su responsable de inteligencia- por crímenes contra la humanidad.
Los aviones esperan en Johanesburgo y Sharjah (Emiratos Árabes Unidos) para recoger a los mercenarios -y, tal vez, también a Saif al Islam- cuando la situación lo permita, según el diario Beeld.
A finales de agosto, las informaciones de prensa indicaron ya que un grupo de sudafricanos había trasladado, de Trípoli a Niamey, el oro, divisas extranjeras y diamantes de Gadafi.
Un mes más tarde, los mercenarios sudafricanos habrían ayudado a la esposa de Gadafi, Safia, su hija Aisha y dos de sus hijos, Hannibal y Mohamed, a huir ante el avance de las tropas rebeldes.
El domingo, Rapport afirmaba que al menos dos mercenarios sudafricanos habían muerto en el ataque al convoy de Gadafi por la aviación de la OTAN. Los otros estarían heridos y todavía escondidos en Libia. El ministro sudafricano de Asuntos Exteriores no ha querido comentar las informaciones.
Otro diario sudafricano, Rapport, anunció el domingo que 19 mercenarios sudafricanos habían sido reclutados por una de las sociedades sudafricanas vinculadas a Gadafi para participar en la protección del coronel y de sus allegados.
Las autoridades sudafricanas ya están llevando a cabo una investigación, según ha confirmado el embajador sudafricano ante la ONU, Baso Sangqu. "Verificamos los hechos. Hay leyes, pero actúan por iniciativa propia. No podemos hacer nada", explicó.
Saif al Islam, a quien Gadafi había designado como sucesor, huyó de Trípoli con su padre y su hermano Mutasim durante la toma de la capital el pasado agosto y se había refugiado en Sirte. El antiguo líder libio y Mutasim fallecieron a manos de los rebeldes tras la caída de Sirte, pero Saif al Islam escapó de las tropas rebeldes.
Aunque mucho se ha rumoreado sobre el paradero del delfín -incluso se llegó a decir que había sido detenido-, según un responsable tuareg el martes se encontraba en la frontera con Níger para intentar buscar refugio. Los rebeldes aseguraron que el delfín desea entregarse a La Haya, que el pasado junio emitió una orden de detención contra él -así como contra Gadafi y su responsable de inteligencia- por crímenes contra la humanidad.
Los aviones esperan en Johanesburgo y Sharjah (Emiratos Árabes Unidos) para recoger a los mercenarios -y, tal vez, también a Saif al Islam- cuando la situación lo permita, según el diario Beeld.
A finales de agosto, las informaciones de prensa indicaron ya que un grupo de sudafricanos había trasladado, de Trípoli a Niamey, el oro, divisas extranjeras y diamantes de Gadafi.
Un mes más tarde, los mercenarios sudafricanos habrían ayudado a la esposa de Gadafi, Safia, su hija Aisha y dos de sus hijos, Hannibal y Mohamed, a huir ante el avance de las tropas rebeldes.
El domingo, Rapport afirmaba que al menos dos mercenarios sudafricanos habían muerto en el ataque al convoy de Gadafi por la aviación de la OTAN. Los otros estarían heridos y todavía escondidos en Libia. El ministro sudafricano de Asuntos Exteriores no ha querido comentar las informaciones.
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