Hace unas horas el sitio lainformacion.com lanzó un artículo sobre la particular situación en la que se encuentra la Reserva Federal hoy en día. Es sorprendente pensar que hace sólo 3 años nadie, además del Dr. Paul, hablaba de la Fed. Mucho menos sabía la gente que dicho “banco central” era un banco privado, con tanto de “federal” como Federal Express.
Hoy en día, la mayoría de los curiosos y asiduos visitantes de internet se han topado, una o varias veces, con información al respecto. Quizás ayudados, y en gran medida, por movimientos como los de Freedomain Radio, Zeitgeist y otros. Que por más que difieran en filosofía y objetivos, todos coinciden en individualizar el fraude de la Reserva Federal, entre otras cosas.
Es por eso que hoy podemos encontrar artículos como este en muchos medios de comunicación:
Algunos aspirantes a la presidencia republicana, como Ron Paul y Rick Perry, lideran las acusaciones, junto
a la rápida evolución de la campaña “Ocupar Wall Street”, para reformar el sector bancario mundial.
Su principal objetivo es la Reserva Federal, el banco central de Estados Unidos, cuyos esfuerzos por mantener un alto empleo y una baja inflación, para muchos, acaban haciendo más daño que bien. Entre ellos están, por ejemplo, los que apuestan por la teoría pura de la economía de libre mercado.Y es que, en su mundo perfecto, aspectos como las tipos de interés deben establecerse por el simple equilibrio de cuánto dinero están dispuestos a ahorrar, en comparación con la cantidad de gente que está dispuesta a pagar para pedir prestado.
Para ellos, los esfuerzos de los bancos centrales (como la Fed o el Banco de Inglaterra) por mantener el precio del dinero artificialmente bajo, haciendo variar la cantidad que prestan, son contraproducentes. Además, según creen, animan a la gente a pedir más dinero prestado, a la vez que ahorran menos.
La Fed, bajo el liderazgo de su presidente, Ben Bernanke, continúa jugando con el famoso Quantitative Easing, un controvertido programa de compra de bonos que crea de forma eficaz el dinero para fomentar los préstamos que, rápidamente, desató las iras del Gobernador de Texas, Rick Perry.
Su reacción se produjo en agosto, justo después del explosivo debate sobre la ampliación del techo límite de la deuda a 14.000 millones de dólares, cuando la Reserva Federal calentó motores para poner en marcha una posible tercera oleada de estímulos. Entonces, Perry estalló.
“Imprimir más dinero para jugar a la política en este momento particular de la historia de Estados Unidos es mucho más que peligroso, o traidor en mi opinión”, dijo. Asimismo, sugirió que las políticas de Bernanke le harían ganarse una recepción “desagradable” en el estado natal de Perry, Texas.
Pero cuando se trata de criticar el sistema central bancario, Perry está muy por detrás del congresista y compañero republicano Ron Paul, quien expuso sus puntos de vista en un libro de 2009 titulado inequívocamente “El final de la Fed”.
En él, estableció un mantra que continúa recitando hoy: “Nada bueno puede venir de la Reserva Federal. Es la mayor carga tributaria de todos ellos. Diluir el valor del dólar incrementando su circulación es un vicio, un impuesto siniestro para las clases media y baja”.
Paul se identifica con un grupo europeo de economistas del libre mercado de finales del siglo XIX conocido como la Escuela Austriaca, entre ellos Friedrich Hayek y Ludwig von Mises, cuya teoría de los ciclos económicos se opone a los principios planificados que contribuyeron a la creación de la Reserva Federal en 1913.
De acuerdo con Sam Bowman, jefe de investigación en el Instituto Adam Smith, un centro de pensamiento del libre mercado con sede en Londres, las diatribas populistas de Paul en el colapso del mercado inmobiliario de EEUU ha dado una nueva credibilidad a la antes marginal Escuela Austriaca.
“Más o menos, George Mason ha creado un departamento de economía muy interesante y bastante respetado que está hablando de esto de una manera que muchos académicos están escuchando”, dijo.
La otra razón es que, obviamente, Ron Paul y su movimiento político, que ha cobrado fuerza debido a la burbuja inmobiliaria, es intuitivamente más fácil de comprender que otras burbujas: la gente entiende el concepto de crédito barato y de inversión excesiva.
“Esta narración ha hecho que un montón de gente se pregunte cuál es la causa raíz de esto. El argumento de Ron Paul ha logrado transmitir la teoría austriaca delciclo económico de manera que la gente la encuentre interesante”.
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