11 noviembre, 2011

Niños Verdes, guajolotes y extraterrestres

Jorge Fernández Menéndez

Para Ana y Pablo, que merecen ser
infinitamente felices

No hay nada que defina mejor a las personas y las instituciones que sus propias decisiones, sus dichos, sus acciones. Y algunas historias, unas menores, otras muy mayores, definen con claridad a sus protagonistas.
Primero, El Niño Verde, Jorge Emilio González, hasta hace unos días líder del Partido Verde y ahora aspirante a senador. El ya no tan joven González tiene varios departamentos en un edificio en Cancún por valor de varios millones de dólares. Pero ese es otro problema. Lo cierto es que, hace unos meses, durante una fiesta, una joven de origen búlgaro se arrojó del balcón de un departamento en ese edificio y se mató. No sé si Jorge Emilio estuvo en esa fiesta o si el departamento es suyo o, como él dice, de algunos familiares. Lo que me impactó fue su respuesta. Dice que esa noche se acababa de acostar y que un amigo lo llamó por teléfono. Y cuenta el diálogo: “Oye —le dijeron—, “tu novia se cayó de un edificio”. Jorge Emilio, sin levantarse de la cama, cuenta que contestó: “No manches, güey… a menos que sea sonámbula”. ¿La respuesta no es un retrato perfecto del personaje?


Segunda historia. Como todos saben, el consejo general del IFE está incompleto, faltan tres consejeros que la Cámara de Diputados tendría que haber designado hace un año y que, violando la Constitución, no lo ha hecho. Pero como entonces sobra dinero del presupuestado para salarios de los consejeros, éstos han decidido otorgarse un bono de 150 mil pesos por labores extraordinarias. O sea que como faltan tres consejeros, los otros seis se dividieron el sueldo de éstos para formar un cochinito y adjudicárselo. Es vergonzoso. ¿Se imagina usted trabajando en una empresa y que, como fue despedido o no vino a trabajar un colega, ese salario sea distribuido entre los demás trabajadores? Con una salvedad, esos recursos no fueron para la estructura civil del IFE, que es la que verdaderamente garantiza la eficiencia de su trabajo, sino sólo para los seis consejeros. El IFE tiene serias limitaciones; ha recibido responsabilidades que creo que están por encima de lo que puede y debe tener el Instituto, su Consejo está incompleto, recibe presiones de los partidos y no se ha podido poner de acuerdo con los medios. Y en muchas ocasiones actúa demasiado irresponsablemente. ¿Qué mejor interpretación de irresponsabilidad que esa decisión salarial para sus propios consejeros?
Hace unos días, Ángel Heladio Aguirre, en la reunión del Consejo Nacional de Seguridad Pública, decía que no podíamos pretender tener una policía como la de Suiza, para justificar que en su entidad no se hubiera avanzado casi nada en la depuración de las policías locales. Bueno, parece que lo que sí tenemos son unos reclusorios muy peculiares. En las cárceles mexicanas hemos visto, literalmente, de todo, pero la de Acapulco se lleva el primer lugar. En un cateo al reclusorio encontraron un centenar de gallos de pelea, 19 prostitutas que allí trabajaban, cuatro mujeres que vivían con sus parejas (y que dicen que pagaban cien pesos por cada noche para hacerlo), decenas de aparatos electrodomésticos, sobre todo pantallas de plasma y hasta algunos guajolotes. Además, por supuesto, de dos costales de mariguana, una cantidad importante de cocaína y armas. Y nadie estaba enterado, nadie sabía, nadie lo denunciaba. Descubierto el escándalo se separó de su cargo al director de la prisión y a tres custodios. Y aquí no pasó nada. Tiene razón el gobernador Aguirre: cárceles así, ni en Suiza. ¿Alguien puede preguntarse luego por qué la seguridad en Guerrero está en una situación límite?
Esta misma semana, la Casa Blanca respondió una petición de más de diez mil ciudadanos estadunidenses que le pidieron que confirmara o no la existencia de contactos con extraterrestres o incluso si algunos de éstos vivían entre nosotros. El jefe de Ciencia y Tecnología de la Casa Blanca, en un extenso comunicado, negó que hayan existido contactos con extraterrestres, aunque reconoció que, dada la existencia de billones y billones de cuerpos y sistemas en el Universo, la existencia de vida fuera de la terrestre es algo muy probable, pese a que las distancias harían muy difícil el contacto. Por eso mismo negó, sobre todo, que existieran extraterrestres viviendo entre nosotros. Si se hubiera dado una vuelta para observar a ciertos personajes de nuestra vida política no hubiera estado tan convencido. La verdad, diría el Mulder de los Expedientes X, está ahí afuera.
Tres ataques
Mataron al alcalde de La Piedad, en Michoacán; atacaron al alcalde de León, en Guanajuato; atacaron al alcalde de Mazatlán en Sinaloa. ¿Qué tienen en común? Algunos dicen que enemigos de grupos del crimen organizado con intereses muy concretos en ciertos casinos. Habrá que investigarlo.

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