La mejor noticia para Peña es que sigue arriba en las encuestas y por mucho. De acuerdo al sondeo de Buendía&Laredo, el priista obtiene 48% de las preferencias electorales. Lo sigue, en un lejano segundo lugar, a 16 puntos de diferencia, Vázquez Mota con 32 por ciento. En tercer lugar, 28 puntos atrás del puntero, aparece López Obrador con 20% de las intenciones de voto.
En la otra variable importante que miden las encuestas, la opinión que tiene el electorado sobre el candidato, Peña cuenta con 47% de opiniones positivas y 16% de negativas. Su saldo de opinión es, por tanto, de más de 31 puntos. Las opiniones negativas prácticamente no subieron entre la encuesta de noviembre del año pasado y la de febrero del actual. Esto demuestra que el “error de diciembre” en la FIL de Guadalajara no le costó al candidato priista ni en intenciones de voto ni en evaluaciones negativas.
Finalmente, Buendía&Laredo preguntó la opinión del electorado sobre los atributos de los candidatos. En cinco de los seis atributos reportados, Peña es el que sale arriba. Los votantes lo consideran como el más cercano a la gente, el más preparado para ser presidente, el más sincero y espontáneo al hablar y, por increíble que parezca para un candidato priista, el más honrado. Todas estas son buenas noticias para Peña.
En cuanto a Josefina, una vez que pasó la aduana de la elección interna de su partido, arranca en un segundo lugar que, por el momento, no le disputa López Obrador. La diferencia entre estos dos candidatos es de 12 puntos porcentuales. En este sentido, se percibe como la candidata que, hoy por hoy, tiene mayor probabilidad de alcanzar a Peña. Una buena noticia, sin duda.
Otra es que, en el electorado independiente, está muy cerca de Peña. Mientras que 23% dice que votaría por el priista, 19% afirma que lo haría por la panista. La diferencia es de sólo cuatro puntos porcentuales (la intención de voto a favor de AMLO en este segmento es de 13%).
Finalmente, en la evaluación de la candidata, 35% del electorado tiene una opinión positiva de ella. De noviembre a febrero subió 12 puntos porcentuales. También bajó tres puntos en las opiniones negativas que se sitúan en 10%, de tal suerte que en la actualidad tiene un saldo de más 25 puntos con una clara tendencia al alza.
En cuanto a AMLO, la mejor noticia es que al parecer su discurso moderado está logrando conseguir el objetivo de bajar las opiniones negativas que se tenían de él y subir las positivas. Los datos son impresionantes y contundentes. En febrero de 2010, el tabasqueño tenía 12% de positivos y 39% de negativos; el saldo era de menos 27 puntos. Dos años después, en febrero de 2012, los positivos son 29% y los negativos 24% para un saldo de más cinco puntos. La caída en los negativos es particularmente portentosa entre noviembre de 2011 y febrero de este año: de 34% a 24% de negativos, un decremento de diez puntos porcentuales.
El hecho es que, quizá por primera vez en este sexenio, López Obrador aparece con un saldo positivo en las evaluaciones del electorado. Y otra buena noticia es que le gana a Peña en uno de los atributos que preguntó la encuesta de Buendía&Laredo: es el candidato que más se percibe como que “viene desde abajo y se ha esforzado”.
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