Josef Mengele, el ángel de la muerte, el médico nazi que hacía experimentos con gemelos en el campo de concentración de Auschwitz durante la Segunda Guerra Mundial, cuya misión era crear una raza dominante aptos para el Tercer Reich, llegó en 1963 a Cândido Godói
(Brasil), un pequeño caserío de Rio Grande do Sul fronterizo con
Argentina. Desde entonces, la tasa de nacimiento de gemelos de ese
pueblo cuadruplica la media mundial.
La inquietante hipótesis de que Mengele
haya continuado con su “trabajo” hasta bien entrados los años 60 en una
aldea de emigrantes alemanes del sur de Brasil, está planteada en el
libro de reciente aparición, Mengele. El Ángel de la Muerte en
Sudamérica, del periodista argentino Jorge Camarasa,
que recorre los años del exilio del médico en la Argentina, Paraguay y
Brasil, desde su fuga de Europa en 1949 hasta su muerte en una playa
cercana a San Pablo treinta años después.
Cândido Godói es una colonia agrícola
alemana en la que sus habitantes aún recuerdan el paso del médico de
Auschwitz, y donde los partos múltiples se han reconvertido en atracción
turística, celebrándose cada dos años la Fiesta de los Gemelos.
El fenómeno ha sido estudiado por
genetistas brasileños, europeos y americanos, quienes se han rendido
ante la imposibilidad de explicarlo científicamente: en Cândido Godói la
proporción de nacimientos de gemelos es de uno cada cinco partos, y en
el resto del mundo es de uno cada veinte. Sus habitantes, descendientes
de alemanes de la región de Hunsrüick, conservan la lengua y las
costumbres transmitidas por los pioneros a principios del siglo XX, y el
pueblo es un modelo de orden social, sin favelas, violencia ni
desocupación.
¿Cuál es la explicación científica para
el fenómeno de la concentración de nacimientos dobles en el pueblo? A
pesar de los intentos que se hicieron, todavía nadie ha sabido decirlo
con certeza.
La bióloga Ursula Matte, del Hospital de
Clínicas de Porto Alegre y de la Universidad de Rio Grande do Sul, hizo
un estudio genealógico y genético de todos los pares de gemelos, y
constató que el 67% de ellos era dicigótico, es decir heterogéneo,
producido por dos embriones, y el 33% restante era homocigótico, es
decir igual, del mismo sexo y fruto de un mismo embrión.
La primera conclusión que se desprendía
de su estudio, realizado en los años 90, era que no parecía un caso de
herencia genética, ya que ella está asociada habitualmente a gemelos
homocigóticos. También descartó el factor casual, desechando que pudiera
ser una coincidencia natural el que se hubiesen agrupado en la región
de Cândido Godói tantas familias con predisposición genética para tener
gemelos. Además, aunque pudiera pensarse en un agrupamiento de personas
con esas características, viviendo en un mismo lugar y casándose entre
vecinos, casi sin éxodo y sin inclusión de nuevos moradores, viviendo
durante muchos años en el mismo lugar y procreando muchos hijos, un dato
resultó de lo más curioso: a partir de los años 80, el número de
nacimientos de mellizos tendía a decrecer, en vez de aumentar o
permanecer como sucedía 20 años antes.
Los primeros testimonios sobre la
presencia de Josef Mengele en la zona de Cândido Godói remiten a 1963.
El área en la que se movía comprendía los pueblos de Santo Cristo, Cerro
Largo, Linha San Antonio, San Pedro de Butiá y Cândido Godói, más los
pequeños caseríos y establecimientos agrícolas a la vera de los caminos
que recorría.
No se quedaba mucho tiempo en ningún
lado, no tenía un domicilio fijo, iba y venía todo el tiempo, y todo
hace pensar que, al menos al principio, seguía viviendo en Paraguay, en
casa de la familia Krug, y que regresaba allí después de sus excursiones
por Rio Grande.
Son vagas y difusas las cosas que hacía:
tratamientos ambulatorios como dentista o médico rural, reuniones
con lugareños a los que se presentaba como veterinario para hablarles de
inseminación artificial, visitas nocturnas a la casa de una mujer.
Pero son concretas las cifras: los
índices más altos de nacimientos de gemelos en la zona de Cândido Godói
se registran a partir de 1963, que es cuando llega una verdadera oleada
de partos dobles.
Hoy, el fantasma de si Josef Mengele estuvo detrás de este insólito caso sigue estando latente en la zona.
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