18 febrero, 2012

Drogas: se rompe el tabú

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Se llama Gabriel Quadri, es candidato a la presidencia de México y ayer se convirtió en la más reciente voz que en la región cuestiona el tabú sobre descriminalizar las drogas. En declaraciones a la radio este jueves, en su primer día como aspirante presidencial, Quadri se mostró a favor de "ir estudiando" la legalización de las drogas. Algunos dirán que Quadri se atreve a hablar así porque es el abanderado de un modesto y poco prestigiado partido (Nueva Alianza), de manera que no tendría nada qué perder, pero sus palabras se dan en sintonía con declaraciones de los últimos días de los presidentes de Guatemala, El Salvador y Costa Rica, que se han pronunciado por revisar el modelo de combate al narcotráfico en el que, como ha señalado Héctor Aguilar Camín, uno países ponen los muertos y mientras otros ponen los consumidores (Estados Unidos y Europa).


Este nuevo impulso a la idea de repensar la legalización de las drogas comenzó la semana pasada. El sábado, el presidente guatemalteco Otto Pérez Molina anunció que propondría a "los gobiernos de Centroamérica y los Estados Unidos, 'analizar la posibilidad' de despenalizar el comercio de las drogas como estrategia para poner fin al narcotráfico. (...) Su propuesta, precisó el mandatario, tiene como objetivo detener los cientos de asesinatos que provoca el comercio ilícito de drogas, así como los delitos que están relacionados con esa actividad", según publicó El Universal de México.
Los mandatarios centroamericanos se reunirán el próximo mes, pero desde ya el presidente de El Salvador ha comenzado a hablar también de la posibilidad de legalizar las drogas. Así lo registró El faro.net: "Mauricio Funes dijo este lunes (13 de febrero) que no se debe descartar como estrategia de combate al crimen organizado la posibilidad de legalizar las drogas, lo que supone un cambio en la posición expresada en mayo pasado, cuando interrogado por la periodista mexicana Carmen Aristegui dijo que rechazaba esa opción. 'Es una medida que debería discutirse en la región', dijo Funes, después de una reunión de trabajo con el gobernante guatemalteco Otto Pérez, quien ha lanzado la propuesta de legalizar el transporte y la comercialización de las drogas en el istmo. (...) Funes subrayó que él no está fijando posición en favor ni en contra de la legalización de las drogas, sino que se está mostrando en disposición de que se discuta como una posible solución al reto que enfrentan las pobres naciones centroamericanas de luchar contra los poderosos cárteles del narcotráfico".
En similar óptica está ahora la presidenta de Costa Rica, Laura Chinchilla, quien el miércoles se mostró partidaria a que se dé un debate "muy serio" y "riguroso" sobre la legalización del comercio de drogas: "Esto no es una discusión nueva. No veo por qué no se pueda plantear un debate, pero que implique un abordaje muy serio y muy riguroso para no verlo como una medida simplista, porque no lo es", dijo según reportó El País de Costa Rica. "No es una discusión sencilla, no se puede pretender anunciar la simple legalización como esa varita mágica que nos va a desaparecer todo el problema de las drogas, es un debate importante que hay que asumirlo con mucha rigurosidad", agregó.
El rechazo de Estados Unidos a la sola idea de discutir el tema ha sido inmediato. "Nuestra posición es muy clara, nos oponemos a la legalización de las drogas", dijo el martes el subsecretario de Estado para Asuntos Públicos, Mike Hammer, citado por DPA sobre la propuesta de Pérez Molina.
"No estamos haciendo lo que Estados Unidos dice, estamos haciendo lo que tenemos que hacer", expresó el gobernante guatemalteco en declaraciones a The Associated Press al responder a Washington.
"La fracasada guerra contra las drogas ha fortalecido el crimen organizado, ha desestabilizado gobiernos, violado derechos humanos y devastado vida humanas por todas partes", dijo el ex presidente brasileño Fernando Henrique Cardoso, en una videoconferencia al inaugurarse el foro "Drogas: un balance a un siglo de su prohibición", que durante tres días revisó ese tema en la capital mexicana. El ex mandatario aseveró que urge analizar alternativas ya que "la situación de seguridad ha alcanzado un nivel crítico en México y América Central".
El intelectual mexicano Héctor Aguilar Camín, quien participó en el foro, publicó esta semana dos artículos sobre la prohibición de las drogas. En uno de ellos recuerda que "todas las operaciones policiacas, todas las detenciones, campañas y muertes no han reducido el flujo de narcóticos prohibidos al norte. Los costos han sido elevadísimos, para empezar en corrupción institucional. (...) Los homicidios merecen nota aparte. Desde 1990 hasta 2007 la tasa de homicidios de México no había hecho sino descender. Había 20 homicidios por cada 100 mil habitantes en 1990, pero sólo 8 homicidios por cada 100 mil en el año 2007.
"La espiral de violencia desatada desde entonces por la guerra de las drogas en México hizo subir la tasa. Según la ONU, en el año 2010 la tasa de homicidios por cada 100 mil habitantes era de 21.5, casi cinco veces la que Estados Unidos, y casi lo mismo que Brasil, aunque una tercera parte que la de Colombia y la mitad que Guatemala.
"Respecto de la posición relativa de México y Estados Unidos en el tema de las drogas, los mexicanos suelen decir: 'Nosotros ponemos los muertos y ellos ponen los consumidores'. Mucho de verdad hay en esa queja".
Aunque ya ex mandatarios como Cardoso, César Gaviria y Ernesto Zedillo habían expuesto que hay que discutir un cambio de enfoque en la guerra antinarco, el debate subió de nivel luego de que el presidente de Colombia, Juan Manuel Santos, hablara al respecto en noviembre pasado una entrevista con The Guardian, posición que ha reiterado en más ocasiones.
El presidente mexicano Felipe Calderón ha aceptado que se debata la legalización, pero siempre se ha manifestado contrario a la idea de que haya beneficios en ella. Ahora bien, a Calderón ya solo le quedan escasos nueve meses en la presidencia. Y mientras en Estados Unidos ayer mismo discutían que salvo "un candidato" quien resulte ganador en las presidenciales mexicanas seguirá el combate a las drogas emprendido por el actual mandatario; lo que quizá Washington no había descontado es que surgiría esta misma semana una nueva voz en la política mexicana, marginal pero que tendrá igualmente todos reflectores en la campaña presidencial, que ya desde su primer día ha dicho, con más contundencia que los otros tres candidatos, que él está a favor de la legalización, una idea que semana a semana parece ganar terreno en la región que según advirtió Mario Vargas Llosa en abril pasado, de seguir "por el camino que vamos (sosteniendo a la represión como la manera de combatir al narcotráfico) a lo que nos va a conducir es a que toda América Latina sea lo que hoy día es México".

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