22 febrero, 2012

El tango de 2012, sólo para dos

Ricardo Alemán
Dice el viejo refranero mexicano que, para bailar tango, se necesitan dos. Y como si se tratara de una curiosa casualidad, cada vez son más claras las evidencias de que la contienda presidencial mexicana, de julio de 2012, será igual que un tango; un baile sólo entre dos. ¿Por qué?


Porque las tendencias que arrojan las encuestas serias ratifican, una tras otra, que el puntero en la contienda sigue siendo Enrique Peña Nieto, con variantes a la baja y al alza, en tanto que la señora Josefina Vázquez Mota continúa con su tendencia sostenida al alza, cada vez más cerca del mexiquense.
La nota, sin embargo, es que Andrés Manuel López Obrador, el candidato de las llamadas “izquierdas”, continúa estancado, con un porcentaje de aceptación que no varía entre 18 y 20% de las preferencias; cifras que lo colocan a 28% de Peña Nieto —que se coloca en la punta con 48% de las simpatías— y a 12 puntos porcentuales de Josefina Vázquez Mota, que aparece con 32% de las preferencias.
¿Qué debemos entender de la segunda tanda de encuestas, una vez que se han definido los tres grandes candidatos presidenciales?
La respuesta parece de elemental sentido común. Es decir, que el mexiquense y candidato del PRI continúa por la ruta del éxito y que, a pesar de la campaña de desprestigio que el gobierno federal panista ha lanzado en su contra y contra el PRI, sigue imbatible, con casi 50% de las preferencias.
Y llama la atención que, según todas las encuestas, Peña Nieto no baja de sus números ya históricos —mayores a 40 puntos porcentuales—, a pesar de que cayó en desgracia su amigo y protegido, Humberto Moreira; que está en la cresta del escándalo el cochinero descubierto en el gobierno de Coahuila; que continúa a todo lo que da la guerra sucia contra el PRI y todos sus gobiernos y ex gobernadores; y a pesar de costosos escándalos como los de la FIL de Guadalajara, y la fama de mujeriego que le han descubierto a Peña Nieto.
Por eso obligan las preguntas. ¿Es indestructible la mancuerna electoral PRI-Peña Nieto? ¿Será cierto que ya no está a discusión quién va a ganar, sino cuál será la distancia entre Peña Nieto y Vázquez Mota?
En el primer caso, está claro que, hasta hoy, ni el PAN ni el gobierno federal y menos las izquierdas y AMLO han sido capaces de destruir y/o debilitar los porcentajes de aceptación de Enrique Peña Nieto. Y, en el segundo caso, todo indica que, en julio de 2012, el tango electoral será sólo entre Enrique Peña Nieto y Josefina Vázquez Mota.
Y es que —como ya se dijo— en la temporada de veda electoral la única que registra números al alza —en las preferencias electorales— es la señora Josefina Vázquez Mota. En otras palabras, que mientras Peña Nieto se mueve en el rango de 40 y 50% de las preferencias, y AMLO no pasa de entre 18 y 20%, la señora Vázquez Mota sube y sube, lenta, pero de manera sostenida, hasta llegar a 32 por ciento.
Dicen los expertos que, hasta hoy, a la candidata presidencial de Acción Nacional “no le han tocado ni una pluma de su gallo”, con la campaña de desprestigio que —en respuesta a la guerra del gobierno federal contra el PRI— emprendió el partido tricolor contra el PAN y contra los hombres y las mujeres del presidente Calderón.
Y es que el PRI y su aliado, el PVEM, han censurado por todo el país el derroche por La Estela de Luz; han exhibido presuntas pruebas de un grosero manoseo de la elección michoacana —por parte de Luisa María Calderón— y han denunciado a gobernadores azules, como lo fue Ernesto Ruffo, entre otros, por presuntos vínculos con el crimen organizado. Y, a pesar de todo, la señora Vázquez Mota sigue al alza.
¿Qué quiere decir todo lo anterior?
Que la guerra desatada entre el PRI y el PAN, entre sus respectivos  presidenciables y entre sus estructuras, es el mejor ejemplo de que ya está en marcha la polarización de la elección presidencial. ¿Y qué sigue luego de esa tensión extrema entre azules y tricolores? Que el candidato López Obrador seguirá estancado o, de plano, continúe su caída, ya sin ninguna posibilidad.
¿Y por qué el fenómeno de la polarización PRI-PAN?
Porque buena parte del electorado que, hasta hace semanas, creyó que AMLO podía ser alternativa, llegó a la conclusión de que la pelea será entre dos. O si se quiere, que para bailar el tango electoral de 2012, sólo se requieren dos: Josefina y Enrique. El voto por AMLO hoy sería un voto desperdiciado. Por eso ese voto estaría migrando a favor de Peña, a favor de Josefina; en contra de Peña, en contra de Josefina. Y si no, al tiempo.

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