24 febrero, 2012

Julián LeBarón anuncia su separación del Movimiento Por la Paz

Lebarón y Sicilia. Encuentro con Calderón en el Castillo de Chapultepec. Foto: AP / Eduardo Verdugo
Lebarón y Sicilia. Encuentro con Calderón en el Castillo de Chapultepec.
Foto: AP / Eduardo Verdugo
MÉXICO, D.F., (apro).- El activista chihuahuense, Julián LeBarón, anunció hoy su decisión de desvincularse del Movimiento por la Paz con Justicia y Dignidad (MPJD) que encabeza el poeta Javier Sicilia, por considerar que el movimiento se convirtió en un interlocutor de un gobierno incapaz y abandonó la vía de la organización ciudadana.


En una carta difundida la mañana de este viernes, LeBarón, refirió que después intercambiar reflexiones y coincidencias con Sicilia, “he decidido desvincularme del MPJD”.
Desde su punto de vista, “por convicción y conciencia”, los ciudadanos deben hacer lo que no ha podido hacer la autoridad.
“Yo imagino que la idea de que el gobierno traiga la paz, es como tratar de reparar un auto con un serrucho; no funciona”, por lo que apostó por que “unidos construyamos el futuro de nuestro país. Esta, para mi, es la solución y estaré al lado de todos los que quieran seguir en esta dirección”, subrayó.
Luego de hacer pública su determianción, el poeta y figura central del MPJD, Javier Sicilia, afirmó que en la carta de LeBarón hay una “equívoca apreciación”. Argumentó que el movimiento no ha apostado únicamente al diálogo con el presidente y los poderes. “Esa es sólo una parte de lo que se ha hecho, dijo en una entrevista que reproduce Animal Político.
Hizo énfasis de que en el centro del movimiento “está el diálogo entre las víctimas de la violencia, el diálogo con organizaciones civiles, así como la movilización, esa es la verdadera impronta del Movimiento por la Paz”, sostuvo.
Al referirse al encuentro al que alude LeBarón en su carta, que se llevó a cabo en Cuernavaca hace 20 días, el poeta quien aclaró que  a Julián “se le quiere y se le respeta”, comentó que le sugirió que no hiciera explícita su desvinculación con el movimiento porque, de todas maneras, este siempre ha sido libre.
“Julián fue a la casa, me dijo que quería platicar conmigo y yo se lo agradezco mucho. Nos queremos mucho, somos hermanos de dolor y hermanos de corazón. Así que lo invitamos a comer a Cuernavaca, conversamos y me comentó su decisión. Yo le dije: ‘Julián, no tiene sentido hacerlo explícito’, pero él se empeñó”, relató Sicilia.
  Y es que, recordó, “esa fue la forma en que siempre ha estado Julián en el Movimiento: participa por momentos en las actividades colectivas, luego se concentra en su lucha personal, y así ha sido siempre, así hemos vivido a Julián, con esa libertad, así lo hemos sentido, así lo hemos y seguiremos amando, por eso me queda la incógnita de por qué explicitarlo”, comentó.
Añadió que LeBarón nunca le aclaró la razón de hacer explícito algo que así había sido siempre, “y pues yo le contesté, ‘Julián, no estoy de acuerdo en que lo hagas público, ya que así has estado siempre, pero si lo quieres hacer público te acompaño, sabes que siempre he estado contigo y, si así te sientes mejor, si así sientes que tu voz será más fuerte, te acompaño, ya sabes que en el Movimiento a nadie se le determina, cada quién está cómo quiere estar y hasta donde quiere’”, le dijo el poeta.
A pesar de la salida de su amigo, consideró que “Julián seguirá siendo alguien que expresa la voz  de las víctimas, una voz más de la tribu que expresará el dolor de las víctimas del Movimiento; donde esté, junto con nosotros o en otros foros, él seguirá siendo una voz fundamental que nos representa a todos”, afirmó.
Emilio Álvarez de Icaza, defensor de los derechos humanos, coincidió con Sicilia en que el diálogo con las autoridades “sólo es una de las distintas estrategias emprendidas por el Movimiento por la Paz, y no la única”.
Además sostuvo que “a los ciudadanos no les toca sustituir a los gobernantes, pues “para eso les pagamos, para que trabajen y den resultados; lo que nos toca es exigir que funcionen, sí nos toca demandar, sí nos toca inclusive construir, porque creo que la sociedad forma parte del Estado”.
Entrevistado también por Animal Político Álvarez Icaza sostuvo que gracias a los acercamientos del movimiento con el presidente Felipe Calderón y el poder legislativo se han logrado cosas, como la obligatoriedad de la educación media superior, presupuestos históricos para becar a jóvenes de bachillerato pero sobre todo reconocer la deuda que hay con las víctimas.
Se creó la Procuraduría de Atención a Víctimas de la Violencia, “aunque haya que hacerle muchos ajustes”, apuntó.
 Otro de los logros, dijo, fue que a través del diálogo y la presión a las autoridades, “se logró que cambiara por completo la narrativa, oficial y social, de lo que está ocurriendo en México en términos de violencia y de las víctimas: éste es ya un tema de las campañas electorales y, en el debate público.
“Ahora hay mucho más entendimiento y sensibilidad para con los afectados por la violencia, las víctimas, los desplazados, los desaparecidos, los asesinados, que era algo que ni siquiera estaba en el horizonte de la gente”, sostuvo.
Empero, consideró que lo más importante que ha logrado el Movimiento es que “ahora tenemos un saldo organizativo de la sociedad, que antes no teníamos, y esto no sólo es por la conformación del MPJD en sí mismo, sino porque, a partir de las Caravanas, se articularon nuevas expresiones y espacios ciudadanos”.
Entre ellas están, por ejemplo: Acapulco por la Paz, Guerrero Hasta la Madre, Xalapa por la Paz, el grupo Lucha Por Amor, Verdad y Justicia, y también se han hecho alianzas con gente de Juárez, de Durango, de Nuevo León y de otros estados.
“Por supuesto que no es suficiente, pero el Movimiento sí ha hecho aportes muy importantes, y no sólo nosotros, sino muchos otros actores actuando en sinergia, porque esto no se trata de logros individuales, sino colectivos”, remató.
A continuación se reproduce íntegra la misiva de Julián LeBarón.
“Queridos Amigos y MPJD  (Movimiento por la Paz con Justicia y Dignidad):
“En una crisis espiritual y de conciencia, he buscado la forma de construir un país y un mundo menos violento. En esa búsqueda de seguridad, dignidad y justicia he aprendido muchísimo:
“Soy un mexicano afectado profundamente por la violencia; mis familiares y seres queridos desolados, sobrinos huérfanos, entrañables amigos en situaciones desgarradoras, secuestros, extorsiones, asesinatos y mucho miedo.
“Estoy indignado y tengo hambre de paz para México y para mis hijos.
“Me sumé a esta lucha por terminar con la violencia. Considero que todos y cada uno de los ciudadanos debemos asumir nuestra responsabilidad y participar en cambiar a nuestro México, creo que la responsabilidad individual es el camino y el proceso a seguir.
“Cuando vi que Javier Sicilia estaba emplazando a las autoridades de Morelos, me pareció que emprendía un método efectivo. Me trasladé a Cuernavaca, y conmovido me uní a sus esfuerzos. Así comenzó mi actividad en el Movimiento por la Paz con Justicia y Dignidad.
“Me sentí atraído, ya que creo que la autoridad es legítima cuando es delegada responsablemente y voluntariamente por los ciudadanos. Cuando dicha autoridad se aleja de ser ética o deja de ser representativa de los intereses y la voluntad de las personas, pierde su legitimidad, deja de ser válida y la acción ciudadana, incluso la desobediencia se vuelve un deber sagrado.
“Con el Movimiento Por La Paz Con Justicia y Dignidad marchamos y recorrimos por pueblos heridos y hablamos, peticionamos y consolamos a personas muy lastimadas, todo esto me pareció muy efectivo y bello.
“Después participamos en diálogos y acercamientos con las autoridades más altas del estado mexicano y terminé por darme cuenta que la principal función del MPJD se convirtió en ser un interlocutor con los partidos políticos y el gobierno: Creo que estas instituciones y poderes no pueden ayudar sin dividir más, endeudar más y fracasar más como intermediario de la sociedad.
“A partir de esa observación, y dado que se tomó esa vertiente, me reuní con Javier a quien considero un gran líder y noble amigo. Después de un intercambio de reflexiones y  coincidencias de su parte, he decidido desvincularme del MPJD.
“Creo, por convicción y conciencia, que tenemos que hacer nosotros lo que no ha podido hacer la autoridad. Yo imagino que la idea de que el gobierno traiga la paz, es como tratar de reparar un auto con un serrucho; no funciona.  Permanezco con el propósito de continuar organizándonos como ciudadanos responsables, que unidos construyamos el futuro de nuestro país. Esta, para mi, es la solución y estaré al lado de todos los que quieran seguir en esta dirección.
“Creo que los ciudadanos hemos permitido y fomentado instituciones que son destructivas, obsoletas, anacrónicas y arcaicas porque hieren, ofenden y lastiman a las personas. No creo que el sistema de gobierno como tal nos pueda traer la paz que buscamos, ya que en su forma de imponer el orden incorpora la contradicción, la coerción y la violencia.
“Creo que los problemas morales y económicos son asuntos cívicos, que deben asumirse como responsabilidad ciudadana y no gubernamental.
“Seguiré luchando por este fin y propósito, es el camino que me tracé en  un inicio cuando fue asesinado mi hermano Benjamin LeBaron y mi amigo Luis Widmar.
“Hemos caminado mucho y quiero decir enfáticamente que tengo un profundo amor y respeto por los amigos y seres queridos que han movido conciencias con su ejemplo, su fuerza y su voluntad. Junto con ustedes hemos recorrido nuestro país para dar testimonio de lucha y fortaleza. Amo a quienes han dado su vida por defender la libertad y la dignidad de todos.
“Con el espíritu de responsabilidad individual me uní a la caravana, ha sido el mensaje que he querido transmitir desde el principio y lo seguiré haciendo con las herramientas que creo más efectivas para seguir persuadiendo y trabajando por un mejor futuro. Siempre estaré dispuesto a unir fuerzas con quienes quieren luchar para que seamos todos respetados.
Viva México.
Julián LeBarón”.

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