21 febrero, 2012

La Eurozona aprobó un rescate récord para Grecia, persiste la preocupación en los mercados

HERRAMIENTAS
Foto: Frank Rumpenhorst / AFP / Archivo
(Bruselas, 21 feb. AFP) – La Eurozona aprobó finalmente este martes de madrugada un nuevo plan de rescate de Grecia, que podría totalizar 237.000 millones de euros, sin conseguir sin embargo apaciguar la preocupación por ese país ni generar entusiasmo en los mercados.



“Hemos alcanzado un amplio acuerdo que incluye al mismo tiempo una ayuda pública (a Grecia) y una remisión de la deuda sin precedentes por parte de los bancos acreedores del país”, declaró Jean-Claude Juncker, el jefe del Eurogrupo, tras una reunión de casi 13 horas de los 17 ministros de Finanzas de la Eurozona.
Este pacto “garantizará” la permanencia de Atenas en la zona euro, precisó Juncker durante una rueda de prensa. “Será un nuevo comienzo para el país”, dijo a su lado el comisario europeo de Asuntos Económicos, Olli Rehn.
La deuda griega es actualmente de unos 350.000 millones de euros, equivalentes a un 160% de su PIB. La aplicación del programa acordado el martes permitirá reducirla a un 120,5% del PIB en 2020.
La ayuda de los acreedores públicos ((Unión Europea, Banco Central Europeo y Fondo Monetario Internacional) se elevará a 130.000 millones de euros, escalonados hasta 2014, pendientes de desbloqueo desde la aprobación del segundo rescate en octubre de 2011. El primer rescate, concedido en 2010, se elevaba a 110.000 millones, pero resultaron insuficientes.
También echarán mano al bolsillo los acreedores privados (bancos y fondos de inversiones), que deberán asumir de forma voluntaria una quita del 53,5% de la deuda de este país, en lugar del 50% previsto originalmente.
Los privados perderían de ese modo unos 107.000 millones de los 200.000 millones de euros de deuda griega en su poder.
Se trata de una reestructuración récord en la historia de las finanzas mundiales, que supera la del cese de pago de Argentina en 2002.
Grecia necesitaba esa ayuda de forma urgente para evitar declarar una suspensión de pagos el 20 de marzo, cuando afronta su próximo vencimiento de deuda por 14.500 millones de euros.
El primer ministro griego, Lucas Papademos, se declaró “muy feliz” por los resultados alcanzados en Bruselas.
La ayuda de los acreedores públicos se elevará a 130.000 millones de euros, escalonados hasta 2014, pendientes de desbloqueo desde la aprobación del segundo rescate en octubre de 2011
“Estoy convencido de que el gobierno cumplirá con el programa (…) ya que es del interés de los griegos”.
En los últimos días, el Gobierno griego cumplió con los requisitos que le exigía Bruselas a cambio de la ayuda: aval del Parlamento al plan de nuevos ajustes; garantías de los partidos de la coalición gubernamental de que cumplirán con el plan, independientemente de quien gane las próximas elecciones legislativas de abril; e identificación de recortes adicionales por 325 millones de euros (en los sectores de la Defensa y de gastos farmacéuticos) para ahorrar un total 3.300 millones de euros en 2012.
Los países de la Eurozona anunciaron además que reforzarán los “sistemas de vigilancia” en Atenas con el objetivo de tener todas las garantías de que el rescate esta vez no será en vano.
“Necesitamos reforzar las instituciones griegas”, indicó el comunicado de la Eurozona. “Para ello, prevemos el envío de una misión de refuerzo en forma permanente” de la troika de acreedores públicos, añade el texto.
Los recortes provocan huelgas y protestas en Grecia, que entra en su quinto año de recesión y tiene un desempleo de más del 20% de su población activa. Los críticos del plan estiman además que Grecia consiente una inadmisible pérdida de soberanía.
Los mercados reaccionaron con prudencia al anuncio del nuevo rescate.
El euro ganó terreno frente al dólar y al yen, pero las bolsas europeas abrieron sin mayores variaciones y a media mañana operaban en baja.
Varios economistas dudan de que el nuevo plan de rescate sea el último capítulo de la crisis griega, y por lo tanto de la crisis de la deuda que desde hace dos años tiene a mal traer a la Eurozona. Temen en particular que los ajustes comprometan la posibilidad de recuperación económica del país.
“El plan griego sigue siendo frágil y vulnerable. Incluso con este acuerdo Grecia tiene la mayor parte de sus problemas por delante, y no por detrás”, advirtió Sony Kapoor, director del centro de estudios Re-Define.
Un responsable del Instituto Brueghel, Jean Pisani-Ferry, considera incluso que el plan no haría más que “posponer los plazos funestos, dado que Grecia no aplicará las medidas de austeridad prometidas y al final deberá salir o verse empujada a salir del euro”.

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