LONDRES— El 2012 ha sido hasta ahora un buen año para las monedas vinculadas a los bienes básicos.
Y hay pocas razones para creer que no seguirá siendo así.
El dólar australiano ya subió 4% y el dólar canadiense 2% frente a la
moneda estadounidense, solamente en las últimas cuatro semanas.
Las dos principales monedas ligadas a las materias primas ya estaban
bien posicionadas debido a que los bancos de Canadá y Australia no
estaban tan expuestos a la crisis financiera mundial como otros, y
debido a que las economías canadiense y australiana han estado
desempeñándose mucho mejor.
Reuters
Pero 2012 agregó dos factores
adicionales que han hecho más atractivas a esas monedas: un mayor
expansionismo monetario en la mayoría de las principales economías, y
una actitud aparentemente más relajada de la comunidad inversionista
internacional hacia los riesgos de la crisis de la deuda de la zona
euro.
En lo que al primer factor se refiere, esta semana surgió la
confirmación adicional de que no solo el Banco de Inglaterra está a
punto de aplicar un mayor expansionismo cuantitativo, y que el Banco
Central Europeo podría reducir sus tasas de interés, sino que la Reserva
Federal de EE.UU. tiene una postura más expansiva de lo que se
anticipaba. Esto ha generado especulaciones de que la Fed recurrirá
también a un mayor expansionismo cuantitativo.
Para las monedas vinculadas a los bienes básicos esto ha demostrado
ser una confirmación adicional de que la economía mundial se recuperará.
También estarían ganando el respaldo de la creciente demanda de oro,
debido a que los inversionistas están preocupados de que la
incorporación de un mayor expansionismo monetario comience a degradar a
las principales monedas como el dólar y la libra.
Pero hay otra muy buena razón por la que las divisas de Australia y
Canadá están volviéndose populares: la crisis de deuda de la zona euro.
Por un lado, los mercados mundiales parecen estar más confiados de
que se encontrará una solución que evite un colapso del euro. La
reducción de la amenaza de un Apocalipsis financiero ha ayudado a
aumentar la confianza y alentar a los inversionistas a salir de sus
tradicionales paraísos seguros.
Por otro lado, una rebaja a la calificación crediticia de muchos
países clave de la zona euro significa que el grupo de países con
crédito triple A que queda para los inversionistas es mucho más
reducido, lo que ayuda a asegurar que Australia y Canadá, que ya ofrecen
tasas de interés más altas que la mayoría, se han vuelto incluso más
atractivos.
Cada moneda también ha recibido la ayuda de sus propias particularidades.
Aunque Australia puede ofrecer rendimientos más altos, con tasas de
hasta 4,25% frente a 1% de Canadá, los mercados de bonos de Canadá son
más grandes y más líquidos. Esto los vuelve un destino aun más atractivo
para los inversionistas más asustados.
No obstante, debido a que datos recientes sugieren que China
posiblemente logre un aterrizaje suave de su economía, las perspectivas
para el comercio de Australia con China han mejorado, probablemente
incluso más que las de Canadá.
Además, la noticia de que Rusia está planeando diversificar parte de
sus reservas internacionales hacia la moneda australiana es otra razón
para esperar que las escaladas que inauguraron el año para ambos
dólares, australiano y canadiense, continúen por el momento.
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