Ross Mirkarimi, de 50 años, aceptó el acuerdo el domingo por la noche después que una corte de apelaciones señaló que un emotivo video de su esposa —la actriz venezolana Eliana López, de 36 años— donde muestra un moretón en el brazo podría ser mostrado a un jurado.
El acuerdo al parecer también calmó una atmósfera cargada políticamente que incluyó que un grupo de apoyo a víctimas de violencia intrafamiliar erigiera una valla publicitaria en el centro de la ciudad con la imagen de Mirkarimi diciendo que el incidente era un “asunto privado”.
Al declarase culpable de un cargo menor como es la privación ilegal de la libertad ante la Corte Superior de San Francisco, evitó un juicio que prometía manchar la imagen del jefe de Policía con escabrosas acusaciones de comportamiento abusivo e infidelidad.
Evitó un juicio que prometía manchar la imagen del jefe de Policía
Comentaristas políticos y analistas de las leyes opinaron que el
acuerdo para declararse culpable fue un fin razonable a un drama
político del tipo de los que sólo suceden en San Francisco.“Logró un buen acuerdo y consiguió que le dieran trato especial”, dijo Peter Keane, profesor de Derecho en la Universidad Golden Gate y ex asistente del defensor del pueblo en San Francisco. “Pero estuvo dentro de lo razonable para que el fiscal también hiciera este acuerdo”.
“Por lo general, los casos de violencia
intrafamiliar incluyen mucho más abuso físico y mental y usualmente se
requiere algo más dramático que un moretón”
Keane citó también que Mirkarimi no tenía antecedentes penales y que
el moretón fue la única razón por la que los fiscales buscaron llegar a
un acuerdo.“Por lo general, los casos de violencia intrafamiliar incluyen mucho más abuso físico y mental y usualmente se requiere algo más dramático que un moretón”, dijo el profesor.
Mirkarimi aceptó tres años de libertad condicional, una multa de 590 dólares y un año de terapia y de clases de paternidad cuando sea sentenciado formalmente el lunes de la semana próxima. El jefe de Policía necesita que un juez retire la orden de alejamiento que le impide acercarse a su esposa y el hijo pequeño de ambos.
El funcionario habría pasado hasta un año en prisión si era acusado de los cargos originales que incluían agresión doméstica, poner en peligro a un menor y disuadir a testigos.
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