24 julio, 2012

“No sé ni qué pedo…”: Xóchitl

Francisco Garfias

Xóchitl Gálvez vive la “pesadilla” de su vida. La detención de su hermana, Jacqueline Malinali, por secuestro, la tiene totalmente confundida. “No sé ni qué pedo”, confiesa la ex candidata al Senado.
La noticia la tomó por sorpresa. Se enteró por los medios de comunicación. Sabía que Malinali estaba desaparecida. Las hijas de su hermana, menos se lo informaron. Pero ni remotamente imaginaba que estaba detenida como presunta integrante de la banda de secuestradores Los Tolmex, que enjaulaba a sus víctimas. La banda operaba en el Estado de México.

“Su nivel de vida (de Malinali) es muy jodido. No tenía ni para pagar los boletos de graduación de sus hijas (las dos estudian en el Poli). La luz se la cortaron. Este asunto no me cuadra. Sólo espero que no sea una venganza política ”, nos dijo la otrora abanderada aliancista a la gubernatura de Hidalgo.
La también ex comisionada para los pueblos indígenas en tiempos de Fox lamenta que su hermana ya haya sido juzgada y condenada por los medios, antes que por la justicia.
Pero también que la nota sea la hermana de
“Hasta donde sé, no la agarraron en flagrancia. La información no dice eso. No vaya a ser la Florence Cassez mexicana. Aunque no meto las manos al fuego...”, nos dijo. Añadió: “Todo esto es una pesadilla. Nosotros venimos de muy abajo. Nos hemos hecho a base de trabajo. Somos de la cultura del esfuerzo…” Y tras una pausa de reflexión soltó: “¡Qué bueno que no soy senadora!”
Gustavo Madero y José González Morfín conversaron ayer más de una hora en un hotel de Reforma. El encuentro tête à tête entre el jefe nacional y el senador del PAN no tendría nada de extraordinario si no fuese porque está por decidirse la coordinación del grupo parlamentario panista.
Los estatutos del PAN establecen que es facultad exclusiva del jefe nacional designar a los coordinadores en ambas cámaras, previa consulta con las bancadas. Voces internas adelantan que los grupos adversos a Madero —calderonistas en particular— van a pelear la coordinación en las dos cámaras.
González Morfín aspira a coordinar la bancada del PAN en San Lázaro. Es diputado electo por el principio de representación proporcional. No es del grupito cercano a Calderón, pero no lo ve mal. A Ernesto Cordero, él sí cercano a Felipe, ya lo ubican como líder en el Senado.
–¿Ya tenemos coordinador? – preguntamos a Madero, cuando abandonaba el hotel. Miró su reloj y repuso: “Falta poco tiempo…”
Aprovechamos para preguntarle sobre su tan criticado apoyo a las acusaciones de que el PRI “compró” la Presidencia de la República y la anunciada denuncia conjunta con el PRD en el caso Monex.
–¿No teme que lo acusen de abonar a la causa del Peje?, le preguntamos. “Estoy abonando a la causa del PRD. El Peje no me interesa…”, reviró el jefe panista. Intervino entonces González Morfín: “Coincidimos con el PRD en la defensa del voto”.
Ya encarrerado, Madero hizo una defensa de las alianzas electorales con el amarillo y se inclinó ante la eficacia de este partido en materia de comunicación. “Ellos son habilidosos, nosotros, medio…”
El PRI abandonó ayer la estrategia reactiva que tan magros resultados le ha dado frente a los trancazos de López Obrador y pasó ayer a la ofensiva. El partido que postuló a Peña Nieto pide al IFE que el jueves próximo, durante la sesión del Consejo General, rinda un informe sobre el financiamiento de Honestidad Valiente.
En rueda de prensa citada para la una de la tarde, y pospuesta para las cinco, Pedro Joaquín Coldwell, presidente del Revolucionario Institucional, asegura que en la campaña del Peje se manejaron en forma irregular nada menos y nada más que mil 200 millones de pesos. Muy arriba de los topes que señala la ley.
Nos llegaron dos listas —en un solo envío— de los presuntos integrantes de la sociedad civil que se incorporarían al Consejo Nacional de Seguridad. La fuente de información —integrante de una organización civil— dice que la primera lista contiene los resultados de la consulta a las ONG que se realizó con ese propósito.
Habrían quedado Marco Antonio Hernández Murrieta, de Fuente de Paz —ligada a Rigoberta Menchú—; María Elena Morera, de Causa Común, el poeta Javier Sicilia; José Antonio Piña, de la Fundación Nuevo Milenio, y Jorge Serrano, Organización Tendiendo Puentes. La fuente agrega que la Secretaría de Gobernación presiona a las ONG para que entren en el Consejo como miembros civiles: Javier Sicilia, Isabel Miranda de Wallace, Morera y Laura Herrejón, de Pro Vecino.
El quinto integrante ya valió. Era Emilio Álvarez Icaza, recién nombrado secretario ejecutivo de la CIDH de la ONU. Para suplirlo se manejan los nombres de Clara Jusidman y Sergio Aguayo. Todos tienen una postura muy crítica de la estrategia de seguridad ¿Le querrán facilitar las cosas a Peña Nieto? Es pregunta.

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