Ya estamos hartos, porque ya
es suficiente, de los rumores, conversaciones inútiles y críticas sin
benéfico alguno, acerca de los comicios que acaban de pasar. Ya estamos
hartos de las noticias amarillistas que los medios de comunicación nos
dan a conocer, sobre la consuetudinaria violencia que padecemos. Así,
diariamente estamos alimentando nuestro subconsciente con temas
pesimistas y negativos, y sin darnos cuenta, nuestro comportamiento se
verá reflejado en el trato dañino e intolerancia que tenemos con las
demás personas.
Tenemos tantos motivos para tener una actitud mental positiva, al
mejorar nuestras aptitudes, pero si no lo hacemos nosotros, nadie lo
hará en nuestro lugar. Nuestra ciudad nos brinda a cada momento placeres
que nos harán fomentar la tranquilidad del espíritu, por ejemplo, esos
inigualables atardeceres que nos brindan estos ardientes días de verano;
la floración que a pesar del estío no dejan de obsequiarnos los árboles
y plantas regionales acostumbradas a estos climas; la satisfacción que
tenemos bajo la sombra los arboles aún que la temperatura este muy alta,
etc., sin embargo estamos tan materializados que como no nos cuesta
dinero no apreciamos esos obsequios de nuestro medio.
Seguramente todo se inicia en nuestra infancia debido a que tanto a los
padres, como a la deficiente formación académica escolar, se basan sólo
en ser instructivas y no formativas, porque, les que les importa son las
calificaciones y no la educación formativa que se basa entre otras
cualidades en la honestidad, puntualidad, limpieza, independencia para
tratar de resolver sus retos, aprender a razonar, que son los pilares
para formar a la persona productiva, de credibilidad en su
comportamiento individual y por ende en la actividad familiar y laboral
que desempeñe. Podríamos empezar tratando de respetar y apreciar a
nuestro medio, que es único que tenemos, plantar un árbol cuando
transcurriera un acontecimiento familiar como el nacimiento de un hijo,
imaginen la satisfacción de verlo crecer a la par de nuestro ser
querido, convivir con mascotas como perros, para inculcar a nuestros
hijos el amor y el trato a los animales, y aprendan lo que es lealtad.
Así hay muchas actitudes que pueden hacer positivos nuestros
pensamientos y seguramente mejorarán nuestras relaciones humanas, es tan
fácil cuando se quiere vivir con una actitud mental positiva, sólo es
necesario de practicarla hasta que se convierta en hábito y apreciaran
que aparentemente cambia el mundo, aunque en realidad el cambio estará
en nosotros. |
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