Las fracturas del PAN
En
reacción al artículo “Ambivalencia panista” (12.07.23), publicado en estas
mismas páginas, un panista que militó 20 años me envió un análisis que me
resultó interesante y les comparto. En razón del espacio he tenido que
sintetizar el texto y pongo entre comillas lo textual. Plantea: “El PAN se fracturó
irremisiblemente en dos partes hoy contrapuestas” e identifica cuatro grandes
fracturas en los últimos 36 años.
La
primera ocurre en 1976 cuando el PAN decide no “designar candidato presidencial
para contender contra José López Portillo”. De allí “se escindió el Foro
Doctrinario en años posteriores, donde algunos de sus más preclaros exponentes
se integraron al Frente Democrático Nacional (FDN), entre ellos Jesús González
Schmal y Bernardo Bátiz Vázquez.
En
1988 sucede la segunda cuando se traiciona “la defensa de la democracia
encabezada por Manuel J. Clouthier” cuando la dirigencia del PAN, “entonces
controlada por Diego Fernández de Cevallos” decide “el reconocimiento
anticipado del triunfo de Carlos Salinas”. Y añade: “Al equipo de Clouthier -al
que yo pertenecí orgullosamente- nos invitaron a sumarnos al FDN, precursor del
PRD. Maquío había decidido aceptar la invitación de Cárdenas cuando sucedió su
fatídico accidente”.
La
tercera se da en 1998, “cuando se traicionó al país al aprobar el proyecto de
salvamento de la banca y Fobaproa en contra del pueblo de México”. En el PAN
“elaboramos una propuesta de rescate financiero haciendo a la banca responsable
en 33% del Fobaproa” (otro 33% lo pagarían las empresas beneficiadas con la
reestructura de sus adeudos y 33% con subsidios del gobierno), pero Felipe
Calderón que en un principio “había apoyado nuestro proyecto” nos engañó al
“apoyar la propuesta del PRI que hacía que 100% lo pagara el pueblo mexicano y
0% la banca y los beneficiarios de los créditos”. Esta decisión, añade, provocó
muchas fracturas importantes, “desde el autoexilio de Carlos Castillo Peraza
hasta la denuncia pública y luego misteriosa muerte de Abel Vicencio Tovar”.
La
cuarta viene en el 2000 como consecuencia de “la alternancia preacordada con el
PRI en la Presidencia” a cambio, según él, de “mantener las prebendas de varios
connotados miembros” de ese partido.
Asegura:
“La aparente actitud bipolar del PAN no es tal, la realidad es que son dos
partidos distintos que aún quieren presentarse como uno.
Gustavo
Madero representa el último bastión democrático dentro del partido y la
Presidencia (Calderón), el PAN de la alternancia pactada”.
La
versión de este panista, que militó entre 1978 y 1998, no la comparto del todo,
pero considero que ofrece datos y explicaciones de una parte de quienes han
dejado ese partido y explica, por lo menos en algo, lo que hoy ocurre en el
PAN.
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