25 septiembre, 2012

Alemania, Holanda y Finlandia reabren el debate y ponen en duda el rescate bancario de España e Irlanda

Reuters

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Alemania, Holanda y Finlandia han difundido una declaración conjunta este martes que podría suponer un rechazo a gran parte de lo acordado en la cumbre europea del pasado junio, cuando los líderes europeos allanaron el camino para la recapitalización directa de la banca en apuros.

En un comunicado emitido tras una reunión de sus ministros de finanzas en Helsinki, los tres países -que tienen calificación AAA para su deuda- expusieron los términos bajo los que estarían dispuestos a permitir que el fondo permanente de la eurozona, el MEDE, recapitalice a los bancos problemáticos.


Sin embargo, el comunicado hace una distinción entre los problemas bancarios futuros y los "heredados", es decir, indicando que los bancos altamente endeudados en España, Irlanda y Grecia seguirán siendo responsabilidad de los gobiernos de dichos países.
Esto podría frustrar en concreto a España e Irlanda, ya que ambas naciones interpretaron las resoluciones de la cumbre de junio como un camino para romper el vínculo entre los bancos con problemas y la deuda pública.
"El MEDE puede tomar la responsabilidad directa de los problemas que ocurran bajo la nueva supervisión, pero los activos heredados deberían ser responsabilidad de las autoridades nacionales", indica el comunicado de los tres países, que han adoptado la línea más dura en la crisis de deuda.
Representantes de estos tres gobiernos no quisieron hacer declaraciones oficiales para aclarar el sentido de este comunicado.
No obstante, un responsable de la eurozona conocedor de las conversaciones que tuvieron lugar en Helsinki dijo: "Lo único que puedo decir es que el comunicado significa que la recapitalización directa del MEDE no debería utilizarse para solucionar viejos problemas".

Incertidumbre

De mantenerse -y eso depende de las conversaciones entre los jefes de Estado que tendrán lugar en los próximos días y semanas- la posición de holandeses, finlandeses y alemanes podría generar preocupación en los mercados.
En España, foco actual de la crisis de deuda europea, esta declaración podría añadir presión a las arcas del Estado, ya que el rescate a la banca -por un máximo de 100.000 millones de euros- contaría como deuda pública, algo que Madrid ha tratado de evitar.
Se espera que el país necesite una ayuda final para su banca de entre 40.000 y 60.000 millones, equivalente a un 4-6 por ciento del PIB nacional.
"Para España, la recapitalización directa de la banca no es prioritaria. Un aumento de la deuda pública en torno al 4% es perfectamente asumible, y la deuda española seguiría siendo inferior a la media europea y a la de muchos socios de la zona euro", dijo un portavoz del Ministerio de Economía.
En el caso de Irlanda, la situación tampoco está clara.
"Según cómo se interprete, podría permitir o no que el Gobierno irlandés venda sus participaciones en los bancos irlandeses que han sobrevivido al MEDE", dijo John Fitzgerald, del Economic and Social Research Institute.

Los acuerdos de junio

Los acuerdos de la cumbre de junio generaron la impresión en los mercados de que el MEDE, que debería entrar en vigor el 8 de octubre, podría tomar participaciones directas en los bancos en apuros en Irlanda y España en los próximos meses, aliviando de esta manera a los Estados de dichos países.
Un alto cargo en Bruselas interpretó el acuerdo como una marcha atrás respecto a los acuerdos de junio, lo que podría minar los esfuerzos de resolver una crisis de deuda que ya dura más de dos años y medio.
"Hay un par de países que están intentando dar marcha atrás pero no creo que puedan reunir la fuerza necesaria para tener éxito", dijo el alto cargo, en referencia a Finlandia y Holanda.
"La cuestión de los problemas 'heredados' es nueva en el debate. Se trata de un caso más de distanciamiento respecto a las decisiones tomadas".
Un representante de uno de los tres ministerios de Finanzas que emitió el comunicado restó importancia al mismo, indicando que simplemente clarificaba los acuerdos de junio.
Esta fuente dijo que una vez que el MEDE pueda recapitalizar directamente a los bancos -lo que ocurrirá una vez que se establezcan los poderes de supervisión del BCE sobre la banca el año que viene- el objetivo será establecer qué bancos son viables o inviables, de manera que solo los primeros podrían ser recapitalizados por el MEDE. Los demás deberían ser recapitalizados por el sector privado o liquidados.

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