A la derecha de la izquierda

Silvano Aureoles descalificó a sus compañeras y compañeros belicosos… y dejó muy clara la separación.

José Cárdenas

Cuando el ex senador Silvano Aureoles esperaba convertirse en diputado federal por segunda vez, anunció su determinación de transitar por el camino institucional… por la ruta del debate y el diálogo constructivos… como buen “cardenista” michoacano.
Fue justo cuando Andrés Manuel —antes de la ruptura con el PRD— estimulaba la gritería en las calles y amenazaba con el estallido social en protesta por un proceso electoral plagado de irregularidades.


Entonces, el ingeniero Aureoles, hoy coordinador de la fracción perredista en San Lázaro, afirmaba muy convencido: “No importa que me digan que estoy a la derecha de la izquierda… vamos por el camino institucional porque somos parte de las instituciones”.
Silvano compitió y ganó, no sólo su lugar en el Congreso… también el liderazgo de la fracción perredista.
Apenas un mes después, al pastor se le salió del redil la mitad de sus ovejas (unos 50 legisladores). Los “rudos” “reventaron”, una hora, los trabajos del pleno que discutía el dictamen de la reforma laboral.
La “toma” de tribuna en San Lázaro provocó una inusual y enconada reacción de Manlio Fabio Beltrones, coordinador de la fracción del PRI: “Ni ahora ni más adelante permitiremos que manifestaciones violentas, de barbarie, de auténticas tribus, secuestren al Congreso”, y aseguró que “México merece un mejor destino, distinto al que estos farsantes están preparando”.
Beltrones estaba muy enojado. Silvano, más…
Inmediatamente se deslindó de los desobedientes: “Se trata de una minoría que no acata acuerdos”, declaró, presto. Asegura que sólo fueron 20 o 25 los diputados “rebeldes”… las fotos en los diarios muestran más.
El escándalo ha provocado la primera confrontación de Aureoles con los “bárbaros del nuevo Bronx” izquierdista.
Dado que la mayor parte de quienes asaltaron la tribuna se identifican como adelitas del movimiento que encabeza Andrés Manuel López Obrador —Aleida Alavez, Socorro Ceseña, Karen Quiroga, Rosario Luna y Guadalupe Moctezuma entre otras… y otros—, Silvano Aureoles dijo desconocer si esta acción provocará “una ruptura” en el grupo parlamentario perredista que él encabeza…
Aureoles descalificó a sus compañeras y compañeros belicosos… y dejó muy clara la separación: por un lado la “línea dura y ruda”, y por el otro, la de la negociación, la discusión y el parlamentarismo… caminos por los cuales se transita pero no siempre se gana… pero que con la toma de la tribuna no se gana nunca.
… y otro que se coloca a la derecha de la izquierda es Adolfo Orive Bellinger, quien desde una extraña mezcla de maoísmo “priista-salinista” participó en la creación del Partido del Trabajo y ahora se voltea... vota a favor de la reforma laboral… y avala, con su grano de arena, la victoria de sus adversarios. –“No me compraron… yo siempre voto en conciencia”– dijo Orive Bellinger…
–¿En una conciencia disipada cabrán los remordimientos?
MONJE LOCO: Cuando la diputada Karen Quiroga (rolliza, ella) le acercó la “lámina” a Jesús Murillo Karam, presidente de la Mesa Directiva de la Cámara baja, durante el asalto a la tribuna del Congreso, el hidalguense le dijo: –“Compañera, hágase pa’llá”… y Karen, entre coqueta y desafiante le respondió: “¿Qué, mi diputado, se le antoja?” Murillo, sabedor de cómo se envuelve el mixiote en maguey pulquero, atajó: “No, sería un honor, pero primero quiero espacio. Hágase pa’llá” —le insistió… y aquietó a la víbora.