El Nuevo Herald lanzó éste jueves vaticinios pesimistas sobre el derrotero de la economía venezolana. Insiste en que el país está a la sombra de una devaluación y acusa a Chávez de alimentar una falsa sensación de prosperidad durante las elecciones.
En un trabajo escrito por Antonio María Delgado, analistas advirtieron que el déficit fiscal en Venezuela ha alcanzado tal magnitud que será inevitable un paquete de ajustes.
Después de alimentar una falsa sensación de prosperidad para las
elecciones del 7 de octubre, el presidente venezolano Hugo Chávez no
tendrá más alternativa que devaluar al bolívar en un tercio de su valor y
darle un fuerte tirón al cinturón de las finanzas públicas para encarar
un gigantesco déficit fiscal que varios economistas ubican en casi 20
puntos del Producto Interno Bruto (PIB).
Analistas consultados advirtieron que el déficit fiscal ha alcanzado
tal magnitud en Venezuela que es inevitable la aplicación de un paquete
de ajustes, aún cuando éste dejaría al país petrolero sin crecimiento
económico por dos años y mantendría la tasa de inflación en un rango de
entre 20 y 30 por ciento.
Las medidas también pondrían fin a las esperanzas de que el líder de
la Revolución Bolivariana cumpla con los múltiples compromisos que
adquirió durante su campaña presidencial, incluyendo la promesa de
construir tres millones de casas en seis años como parte de su Misión
Viviendas.
“El gobierno tiene fundamentalmente un gasto público que creció
desproporcionadamente por razón de la campaña presidencial […] Es un
nivel de gasto que es imposible de sostener en el tiempo”, dijo Ricardo
Villasmil, profesor de Economía de la Universidad Católica Andrés Bello y
del Instituto de Estudios Superiores de Administración (IESA).
“Para que su déficit pueda ser financiable, el gobierno va a tener
que reducirlo a través de una devaluación y de un recorte del gasto
público. Tendrá que efectuar una combinación de ambos y eso significa
una reducción de su programa de viviendas y todos estos programas de
transferencia que se incrementaron durante la campaña electoral”,
añadió.
Chávez, quien obtuvo el 7 de octubre un nuevo mandato presidencial de
seis años, venía arrastrando un significativo déficit fiscal desde el
año anterior, pero el crecimiento de la brecha se aceleró dramáticamente
en los meses previos a los comicios, siendo evaluado por firmas
internacionales en un 19.5 por ciento del PIB.
Para el economista Ignacio De León, el desmesurado crecimiento del déficit tiene una sola razón.
“Se quería generar una sensación de bonanza, donde en realidad no hay
una bonanza, porque es una bonanza artificiosamente creada por medio de
la inyección fiscal, de recursos a la economía, a través de las
misiones [como se denominan los programas sociales de Chávez], a través
de los distintos mecanismos que dispone el gobierno”, comentó De León.
“Eso ha dado una sensación de crecimiento de la economía venezolana.
El problema es que para el año que viene eso se va a ser insostenible y
esa es la razón por la que el gobierno tiene que devaluar la moneda,
para poder generar los bolívares que necesita para poder sufragar toda
la deuda que ha ido generando ese incremento del gasto público”,
explicó.
Según estimaciones de la firma Barclays Capital, el tipo de cambio
oficial fijado a través de la Comisión de Administración de Divisas
(Cadivi) pasaría desde los actuales 4.3 bolívares por dólar a 6.50
bolívares por unidad, mientras que la tasa de 5.30 que fija el Sistema
de Transacciones con Títulos en Moneda Extranjera (SITME) pasaría a 7.8
bolívares.
El diario norteamericano
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