16 marzo, 2013

México: Primeros 100 días de Peña Nieto – por Isaac Katz

México: Primeros 100 días de Peña Nieto – por Isaac Katz

penanieto1004.5%. Este es el porcentaje que ha transcurrido del gobierno de Enrique Peña Nieto. Pasaron 100 días y había que celebrarlo con una ceremonia, con él rindiendo un mini informe de gobierno sobre lo que hasta ahora se ha alcanzado. ¿Qué es lo destacable?
Primero, la firma del “Pacto por México”. El acuerdo alcanzado entre el gobierno federal y los tres principales partidos políticos marcó un cambio significativo respecto de lo registrado en los últimos tres lustros, caracterizados por la ausencia de acuerdos básicos entre el Poder Ejecutivo y el Poder Legislativo. El Pacto es, en este sentido, un avance significativo que permitiría llevar adelante diversas reformas que incrementarían la productividad en la economía y sentar las bases para alcanzar mayores tasas de crecimiento. Bajo este paraguas, es que se aprobó la reforma constitucional en materia educativa (y, aunque siendo anterior al Pacto, pero que cabría en la misma dinámica, la reforma a la Ley Federal del Trabajo). En cuanto a la educación, queda aún por ver si, bajo este acuerdo, se llega a una “buena” reforma a la Ley de Educación que a la larga derive en una mayor calidad del servicio educativo. ¿Ayudará en este sentido la aprehensión de “la maestra”?


Adicionalmente y relacionado con el Pacto, falta por ver si este acuerdo es suficiente para aprobar otras tres reformas: telecomunicaciones, tributaria y energética. Al parecer, en telecomunicaciones parece haber consenso aunque faltan los detalles de la reforma), más no así en las otras dos. En la tributaria, el PRI ya eliminó el candado de “no IVA a alimentos y medicinas”, mientras que el PRD se opone y el PAN está hecho bolas con el asunto. En materia energética, nuevamente el PRI aprobó abrir en mayor grado este sector a la participación privada (sin haberse aún definido los detalles), mientras que el PRD ya señaló su oposición.
Segundo, mencionado por Peña Nieto, es que se envió al Congreso y se aprobó un paquete fiscal con déficit cero. Esto es engañoso. Aunque se haya aprobado un déficit económico igual a cero, el resultado depende de variables que no están bajo control del gobierno, como por ejemplo serían el crecimiento económico y su impacto sobre la recaudación tributaria y el precio del petróleo. Además, el agregado fiscal correcto no es el balance económico, sino los requerimientos financieros del sector público y aquí hay un déficit de alrededor de 3% del PIB.
Tercero, la “Cruzada Nacional contra el Hambre”. Independientemente de que se hayan elegido algunos municipios en los cuales durante este año habrá elecciones, la pregunta relevante es si este tipo de programas resuelven estructuralmente el problema de pobreza aguda o son únicamente transferencias corrientes para paliar el problema. Es claro que no habrá una solución permanente a la pobreza extrema y en consecuencia a la incidencia de hambre y desnutrición mientras no haya crecimiento económico alto y sostenido y un cambio estructural profundo en la estructura de la tenencia de la tierra y en los incentivos que se derivan del marco institucional, particularmente en lo que se refiere a la producción agropecuaria. El minifundio y la organización ejidal de la tierra, lo único que garantizan es la persistencia de la pobreza y del hambre.
Queda por trascurrir el 95.4% del sexenio y quedan muchísimos problemas por resolver: seguridad social universal, reforma del poder judicial para que garantice efectivamente los derechos privados de propiedad, federalismo fiscal, corrupción, eficiencia del gasto público, excesiva regulación, etcétera. Apenas empezó la función; ¿cómo terminará la película?

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