Joaquín Hernández Galicia, "La
Quina", fue arrestado justo 40 días después de que Carlos Salinas de
Gortari asumiera el poder. Miguel Ángel Félix Gallardo, a cuatro meses y
una semana. El Programa Nacional de Solidaridad vino antes; se lanzó el
2 de diciembre de 1988, es decir, al día siguiente de que dio inicio el
sexenio. Y poco después, los artistas de Televisa ya cantaban a muchas
voces sus glorias.
Luego vino un periodo de consolidación. Durante los siguientes dos años,
Salinas preparó una serie de actos en cascada. Primero entregó a la
iniciativa privada mil 150 empresas: productoras de cine y televisión,
hoteles, inmobiliarias, ingenios azucareros, siderúrgicas, pesqueras. Y
los bancos, y Telmex. No pudo darles Pemex y la Comisión Federal de
Electricidad, pero impulsó una reforma para soltar innumerables negocios
paralelos a contratistas privados.
Enseguida "normalizó" las relaciones entre el Estado mexicano y la
Iglesia católica; se echó a los intelectuales a la bolsa y lanzó su
ideología: el liberalismo social.
Así llegamos a las elecciones de 1991. La mayoría había olvidado, a esas
alturas, el traumático proceso de 1988, el fraude por el que se impuso
por encima de Cuauhtémoc Cárdenas. En las federales intermedias de 1991,
la prensa le rendía culto y los columnistas políticos lo habían elevado
al estatus de prohombre. Resultado: el PRI obtuvo 14 millones de votos;
el PAN, 4 millones; el PRD, un millón 900 mil y el Frente Cardenista,
un millón.
¿Les suena conocido el caminito?
¿Está Emilio Azcárraga Jean listo para cantar las glorias de Enrique
Peña Nieto? Yo digo que casi. También creo que muchos que no estaban
listos lo estarán dentro de poco.
¿Escuchó el discurso del coordinador del Partido Verde en la Cámara de
Diputados, Arturo Escobar, cuando se presentó la reforma en materia de
telecomunicaciones? "Señor Presidente, con esta acción México podrá
entrar de lleno a una nueva era". O: "Una reforma de este calado ayuda a
la educación y a todos los sectores de la población". Y: "Señor
Presidente, cuente con el voto de los diputados y senadores del Partido
Verde para la aprobación".
A sus pies, señor Presidente.
Creo que los que no han sido "convencidos" por el nuevo gobierno, serán
comprados. Veo en un escritorio decenas de expedientes y algunas órdenes
de aprehensión para los que se resistan. Veo, como en el pasado, a
muchos asustados que viven en la zozobra porque el PRI ha hecho lo que
sabe hacer mejor: amagar. No aplicar la justicia: amagar con aplicar la
justicia. Funciona mejor. Porque no importa terminar con la impunidad;
no importa impartir justicia sino controlar. El caso de Elba Esther
Gordillo es emblemático: ¿a poco el Sindicato Nacional de Trabajadores
de la Educación ya es democrático y dejó de ser corrupto? Ja. Claro que
no. Pero ya está al servicio del Presidente.
Tan no importa terminar con la impunidad sino dar golpes de efecto, que
Genaro García Luna no es investigado, que sepamos, por el daño causado
por el caso de Florence Cassez. Del asunto Elba Esther Gordillo las
noticias es que ya traen al SNTE en la bolsa, lo mismo que a Nueva
Alianza. Hay señalamientos puntuales contra el resto de la familia de
"La Maestra" pero no parecen ser importantes. Con doblegar a la
"guerrera" bastó. Conociendo a la señora, conociendo al PRI y su idea de
"justicia", seguramente ya están negociando: ella se quedará un tiempo
en prisión; el sindicato de maestros servirá a los propósitos del Jefe
del Ejecutivo y a cambio se respetarán las fortunas de la familia.
Y tan la idea no es acabar con el robo en los sindicatos, que Carlos
Romero Deschamps, Senador del PRI y dirigente de los petroleros, está
libre y más aún: ha quedado blindado tanto por la dirigencia de su
partido como por los coordinadores parlamentarios revolucionarios. Lo
mismo Joel Ayala y otros líderes charros que sirven y van a seguir
sirviendo como máquinas de votos del partidazo.
¿Y Andrés Granier, y Juan Sabines, y las repetidas (recientes) denuncias
contra el tío favorito, Arturo Montiel? Son casos de este mismo
sexenio; ya ni siquiera se habla de los Mario Marín o los Fidel Herrera o
los Ulises Ruiz.
¿Y la supuesta investigación sobre los permisos de casinos entregados al
final de la administración de Felipe Calderón? ¿Y las denuncias mismas
contra el ex Presidente? ¿Alguien sabe algo? Yo creo, porque no tengo
razones para confiar en la justicia al estilo PRI, que ya negociaron
ambos temas, y seguramente algo similar pasó con la investigación de
Patricia Flores, señalada por la Auditoría Superior de la Federación por
desvío de recursos durante los primeros años del gobierno calderonista.
Tan no interesa la justicia sino los golpes de efecto, que el Senador
"verde" Jorge Emilio González nunca será investigado por casos tan
serios como homicidio o corrupción. Ni él, ni su familia, sobre la que
pesan innumerables denuncias por presunto enriquecimiento ilícito.
Lo que se requiere es que se hinquen. Y se van a hincar.
Como sucedió con Carlos Salinas de Gortari a principios de los 90.
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