Argentina: Una dictadura es dictadura con votos o sin votos
Ya
quedó claro qué querían decir con el vamos por todo. Era ni más ni menos,
establecer una dictadura disfrazada de democracia utilizando el falso argumento
de que una mayoría circunstancial puede decidir sobre los derechos
individuales. Pueden anularlos porque el voto popular así lo permite. Este es
el argumento que, en el fondo, utiliza el gobierno para sancionar leyes que se
levantan contra el orden constitucional.
El
punto es muy claro, la Constitución establece límites al poder del Estado para
que no viole los derechos individuales. Como la Justicia es la que en última
instancia defiende a los habitantes del abuso de poder del Estado, el
kirchnerismo busca controlar la justicia para que no le ponga obstáculos a su
poder absoluto al estilo monarquía absolutista.
Por
otro lado, los escándalos de corrupción que supuran continuamente desde el
poder requieren de una justicia que los proteja. En definitiva, lo que busca el
gobierno es impunidad para actuar como una dictadura y protección para no ser
investigados.
Ahora
bien, siempre dije que la forma en que se eligen a los gobernantes es
discutible, lo que no puede discutirse son los derechos individuales. Con esta
frase lo que quiero significar es que primero están las reglas de juego que le
ponen límites al gobierno para defender los derechos de la gente y luego viene
la forma de elegir a quienes van a administrar la cosa pública subordinándose a
las reglas de juego establecidas. Dicho de otra manera, desde mi punto de vitas
primero están los derechos individuales y luego el voto. El voto no pude o no
debe vulnerarlos.
Estamos
frente a una situación inédita, un gobierno que llegó con votos al poder
utiliza el monopolio de la fuerza que le delegó la población para defender sus
derechos, para imponer una dictadura, lo cual genera un problema serio. El
problema es que tenemos un gobierno que desconoce la Constitución con lo cual
habilitaría, en una primera instancia, a que la Corte Suprema de Justicia
declare la inconstitucionalidad de las leyes que intentan someter a la Justicia
para tener el poder absoluto. Si esta situación no se diera, entonces habrá que
ver cómo reacciona la población, porque, hasta donde se sabe, nunca el
oficialismo propuso en su campaña política levantarse contra el orden
Constitucional. Es más, aun si lo hubiese hecho, los derechos individuales
están por encima de los votos, con lo cual también invalidaría el abuso de
poder.
En
los 70, bajo el gobierno de Perón, el terrorismo quiso imponer una dictadura a
sangre y fuego. Ahora, pretenden imponer una dictadura simulando legalidad.
Pero una dictadura es una dictadura con votos o sin ellos.
La
Justicia tiene en sus manos la posibilidad de frenar un enfrentamiento civil
porque no creo que la gente vaya a aceptar mansamente este proyecto de
dictadura.
Y
si finalmente prevalece la dictadura, entonces, generaciones de argentinos
estarán condenados a la pobreza y la opresión.
Estos
no son momentos de ser tibios. El kirchnerismo no quiere el diálogo. Solo
imponer su poder hegemónico avasallando los derechos individuales y no está
dispuesto a negociar su objetivo dictatorial. Ellos no negocian. Van por todo.
O el poder absoluto o nada, lo cual fuerza al enfrentamiento civil.
Una
encrucijada que nunca pensé que iba a ver en Argentina. El kirchnerismo quiere
llevar al país al enfrentamiento entre hermanos.
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