30 abril, 2013

Cuba: Rosa María Payá: “La Policía cubana llama a mi familia para decirles: Os vamos a matar” – Te Interesa

Rosa María Payá Acevedo es una de las líderes del Movimiento Cristiano Liberación. Sorprende su coraje sereno y su inteligencia, capaz de articular un discurso integrador y sin rastro de odio. Ahora se encuentra de gira por Europa para pedir una investigación internacional sobre la muerte de su padre.
Con 24 años Rosa María ya ha recogido el testigo que le ha legado su difunto padre para liberar a su patria de una tiranía comunista. Lo más asombroso es la eficacia y madurez con la que esta licenciada en Físicas está cumpliendo la misión. ¿La primera presidenta de una Cuba, por fin, libre? Al tiempo.
- ¿Fue un accidente de tráfico la causa del fallecimiento de su padre, Oswaldo Payá, y de uno de sus acompañantes, Harold Cepero?

 
No tengo una versión de qué fue lo qué paso. Tengo algunos hechos confirmados, que indican que no fue un accidente. Mi padre no murió en un accidente. Lo hemos confirmado porque el mismo Gobierno cubano, en su página de Twitter, publicó a las seis de la mañana la hora en la que salía mi padre hacia Varadero. Mi padre no salía hacia Varadero, salía hacia el oriente del país, pero mi padre estaba monitoreado desde el principio. Fue algo que Ángel Carromero me confirmó diciéndome que les estaban siguiendo desde el principio autos de la Seguridad del Estado.
- ¿Fueron embestidos en marcha por otro vehículo?
Sabemos que fueron embestidos y sacados de la carretera de manera intencional por otro auto. Lo sabíamos por los mensajes de texto que enviaron Aron y Ángel a sus amigos y compañeros de partido en Europa. Lo sabemos porque en el hospital uno de los capitales de la Policía, Fulgencio Medina, leyendo las supuestas actas de los testigos, hablaban de otro auto rojo, marca Lada, que se movía paralelo al auto en el que viajaba mi padre, y que las personas de ese Lada estaban ya en el lugar de los hechos cuando llegaron los testigos y estaban sacando a los extranjeros. Uno de ellos les decía: “¿Quienes son ustedes y porqué nos hacen esto?”.
- Usted se ha reunido con Ángel Carromero para saber qué pasó aquella mañana.
En mi entrevista con Ángel, me confirmó que de hecho fueron embestidos por otro auto y sacados de la carretera, y personas que llegaron en otro auto los golpearon y les sacaron a Jens Aron Modig y a él. Por tanto, a mi no me queda ninguna duda de que lo ocurrido no fue ningún accidente. Además, mi padre tenía un historial de amenazas de muerte por parte de la llamada Seguridad del Estado, amenazas que se hicieron más intensas y frecuentes en los últimos meses y que ahora han recaído sobre mi familia. Hace alrededor de quince días fueron directamente amenazados de muerte a través de una llamada telefónica de la Seguridad del Estado. Por tanto, estoy preocupada por la seguridad de mi familia en La Habana.
- ¿Qué decían en esa llamada?
“Te vamos a matar”.
- ¿Cómo saben que quien hizo esa llamada era miembro de la Seguridad del Estado?
Las únicas personas que en toda nuestra vida nos han llamado, nos han intimidado,  han seguido a mis hermanos y mi familia, han visitado las escuelas desde que estábamos en Primaria para intimidar a los profesores, han visitado a nuestros amigos que están ahora en la Universidad, siempre ha sido gente de la Seguridad del Estado. No tengo elementos de juicio para pensar otra cosa.
- ¿Se vislumbra una transición política en el horizonte cubano? 
Estamos apostando para que la transición política sea pacífica y hacia una democracia verdadera. Muchas iniciativas en algún momento han sido lideradas por la oposición. También hay otras que han sido lideradas por el pueblo, como es el apoyo de más de 25.000 ciudadanos al Proyecto Varela, que pide cambios en las leyes para garantizar libertad de expresión, las elecciones libres, la posibilidad de tener empresas privadas o la liberación de los prisioneros políticos pacíficos. Hay una iniciativa, llamada El Camino del Pueblo, que está apoyada por la oposición de dentro y fuera de Cuba, y que forma una visión de la transición que pone como primer paso el reconocimiento de los derechos ciudadanos y que habla de una serie de pasos básicos.
- ¿Están dispuestos a dialogar con el Gobierno cubano?
Estos pasos a los que me refiero no están escritos en piedra, pero pasan por conversar con todos los actores de la sociedad, también con el Gobierno cubano, pero desde la base de derechos para todos. De este modo, se podrá actuar en este diálogo de manera efectiva. Queremos tener la posibilidad real de dialogar para encontrar entre todos el mejor camino. Consideramos que hay una esperanza. El pueblo está deseoso de este cambio, de un cambio que sea pacífico y entregue la autogestión a los ciudadanos, que son absolutamente capaces de conducir a Cuba hacia el bienestar y la prosperidad.
- ¿Como imagina este proceso de democratización?
Nosotros tenemos herramientas muy concretas y factibles que van de la ley a la ley. Son cambios en las leyes para garantizar los derechos. Según la Constitución, el Gobierno está en la obligación de discutir las iniciativas que son apoyadas por más de 10.000 ciudadanos. Hace 10 años, pidieron cambios concretos 25.000 ciudadanos y miles más continúan firmando otros proyectos de cambios legales como es el Proyecto Heredia, apoyando el Camino del Pueblo. La transición, tal y como nosotros la proponemos, es un proceso en el que tiene que haber un reconocimiento práctico y legal de los Derechos Humanos para discernir y definir el país que entre todos queremos. Por supuesto, no estamos olvidando el hecho de que hay una dictadura de más de 54 años.
- ¿En qué situación cree que se encuentra la dictadura cubana?
Hay que presionar lo máximo posible para que estos cambios se den de hecho. Nos parece que el Gobierno vive un momento de inestabilidad. No tiene nada que ofrecer al pueblo. Y esta opción que planteamos es una opción digna, desde la inclusión, en la que nadie se queda fuera. Por supuesto, nosotros tenemos que empujar para hacer de esta opción el camino de todos. Por eso pedimos apoyo a la comunidad internacional, para que apoyen de hecho las peticiones y demandas que pide el pueblo de Cuba; son legales y factibles y están basadas en la Constitución.
- ¿Será una transición de ruptura con el régimen o será una evolución desde dentro, a la que se sumen dirigentes comunistas y gentes del pueblo? 
En Cuba tenemos un régimen que en 54 años nunca ha dado ninguna señal de que quiera ir hacia un cambio democrático. El cambio democrático lo está exigiendo la ciudadanía desde hace muchos años. El cambio tiene que venir a través del reconocimiento de los derechos para que todos podamos participar del cambio, porque no vamos a aceptar que unos pocos privilegiados se queden con todo el poder político y económico mientras que el pueblo continúa en la miseria.
Estamos hablando de una transición en la que todos puedan sentarse a dialogar, incluido el Gobierno cubano -si el Gobierno cubano así lo quiere-, pero con el reconocimiento de los derechos para que todos puedan participar en este proceso.
- ¿Qué sucederá en este proceso de transición política con las propiedades que han sido expropiadas por la dictadura, con los crímenes del régimen, con los presos políticos? 
En el Proyecto Varela los ciudadanos están exigiendo la liberación de todos los prisioneros políticos pacíficos en Cuba, que son todos los prisioneros políticos. El Proyecto Heredia, también llamado Ley de Reencuentro Nacional, que ha sido firmada por miles de ciudadanos cubanos en la isla, pide el reconocimiento de las personas que están en el exilio y la posibilidad real de entrar y salir del país.
El Proyecto Heredia tiene un artículo en el que habla de que el Consejo de Transición no puede hacerse cargo de indemnizar ni de devolver propiedades que no expropió. En este sentido los cubanos debemos ser muy generosos, debemos apostar por el cambio, la reconciliación y la transición democrática. Siendo realistas, ningún gobierno que viene de 54 años de dictadura comunista tiene posibilidades económicas reales de indemnizar todo lo que ha sido expropiado.
- ¿Se puede interpretar la última reforma del régimen como un giro hacia postulados más democráticos?
No, esto es justo lo que no ha venido a ser esta última reforma; elimina la condición de salir, pero condiciona el trámite de obtención del pasaporte a requisitos que son discriminatorios de las personas.
Aquí hay un peligro, que es confundir las últimas reformas que ha hecho el Gobierno cubano, que son reformas sin derechos, con el cambio real, que es el cambio que los cubanos estamos esperando y por el que estamos trabajando.
- ¿Mantiene relación la disidencia interna con al externa?
Creo que la relación es muy fluida. Por supuesto, la oposición de dentro y la fuera de la isla tienen diferentes tendencias y estilos, pero puedo decirle que el Camino del Pueblo es una iniciativa que está firmada por la oposición de dentro y de fuera de Cuba, y es un ejemplo de que el movimiento democrático cubano está unido en cuanto a sus objetivos. Podemos tener diferentes maneras, pero estamos trabajando por lo mismo, que son los derechos para todos y el cambio democrático.
- ¿Tienen una estrategia para atraer hacia su posición a las personas -tanto de la oposición como de la dictadura- que mantengan posturas inmovilistas o maximalistas?
Tenemos pensado un diálogo en el que se incluirán todos estos factores. Hablamos de un proceso que conlleva renuncias, que necesariamente exige generosidad de muchas de las partes, sobretodo de las partes más afectadas, que ha sido el pueblo cubano, tanto el que se quedó como el que se marchó al exilio. Pero no estamos dando respuestas finalistas. Estamos en un nivel anterior, que es tener la posibilidad de actuar efectivamente en el futuro de nuestro país.
En este diálogo entrarán todas las posturas y habrá soluciones según las acordemos. Estamos pidiendo asociación libre y elecciones libres. Para poder actuar desde una manera partidista o tener la posibilidad de elegir, primero hace falta el derecho a hacerlo. Y es en esto en lo que todo el pueblo cubano está de acuerdo. Es un problema que es político porque tiene consecuencias políticas, pero la base es humana; son derechos a los cuales todos deberíamos de tener acceso.

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