Internacional / argentina
El presunto testaferro del difunto mandatario reconoció en la radio «facturar 1.200 millones de dólares desde 2003»
Lázaro Báez, el presunto testaferro de Néstor Kirchner y «jefe» de la red de lavado y evasión de capitales, cenó
en la casa del matrimonio la noche anterior a la muerte del
expresidente. «Pasó de chico de los recados y chófer de Néstor a ser el
gerente general del Banco de Santa Cruz y convertirse en su socio»,
asegura un hombre que le conoce.
Como Rudy Ochoa, otro ex chófer de la familia Kirchner, convertido en empresario multimillonario, Báez forma parte del círculo íntimo de la presidenta Cristina Fernández. «Construyó el mausoleo y es su custodio», declara la diputada del Ari, Mariana Zuvic,
para referirse al megapanteón donde reposan los restos del
expresidente. «Posee un total de 250.000 hectáreas que pagó al contado»,
observa.
En una entrevista por radio, Báez reconoció «facturar 1.200 millones de dólares desde 2003».De
la noche a la mañana se convirtió en propietario de un abanico de
empresas, incluidas algunas de explotación petrolera, otras de
construcción, donde recibió la inmensa mayoría de las adjudicaciones de
obras públicas, multimedios y la de alquiler de jets que presuntamente
también habrían servido para transportar las decenas de millones de dólares.
Eduardo Arnold, exvicegobernador de Néstor Kirchner en Santa Cruz, recuerda que el expresidente no se asociaba con nadie: «No tenía amigos. Tenía empleados», para referirse a Lázaro Báez.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario