Internacional
EE.UU. subvencionó e hizo todo lo posible por ayudar a los terroristas de Boston
Dos hermanos de origen checheno. Uno era conocido por ser
reservado, orgulloso y arrogante. El otro, inteligente, sociable, con
madera de líder y aparentes buenos sentimientos. Lo que nunca nadie había pensado de Tamerlán y Dzhojar Tsarnáev,
de 26 y 19 años, es que fueran yihadistas, radicales islamistas o
terroristas. Hasta el pasado viernes. Todo cambió cuando se supo que los
hermanos eran los responsables de los atentados del maratón de Boston.
Hasta ese día, los Tsarnáev llevaban una vida normal en Estados Unidos, un país al que llegaron como refugiados.
El primero en aterrizar fue Dzhojar en 2002. Poco después, Tamerlán
recorrería el mismo camino. En Massachusetts, la familia Tsarnaev
comenzó una nueva vida. Dzhojar asistía al colegio Cambridge Rindge and
Latin School, donde era un importante miembro de su comunidad deportiva.
En concreto, llegó a ser el capitán de su equipo de lucha, una posición
que le valió varios títulos y reconocimientos.
En su etapa escolar, Dzhojar fue un estudiante brillante,
por lo que cuando se graduó en 2012 la ciudad de Cambridge le concedió
una beca de 2.500 dólares que facilitaría su transición a la
universidad. Poco después, al tiempo que comenzaba sus estudios en la
Universidad de Massachusetts, Dzhokhar obtuvo la nacionalidad estadounidense. Era el 11 de septiembre de 2012.
Mujeres
Su hermano Tamerlán también había encontrado un hueco en la
comunidad deportiva de Cambridge, donde era admirado por sus dotes para
el boxeo. Su habilidad en esta disciplina logró que su nombre sonase
para formar parte del equipo olímpico estadounidense. A pesar de su
personalidad oscura y distante, Tamerlán nunca tuvo problemas de
mujeres. Aunque sí los tuvo con las mujeres. En 2009, Nadine Ascencao,
la que había sido su novia durante su etapa como estudiante de
instituto, lo denunció por haberla abofeteado mientras discutían sobre
otra mujer. Tamerlán fue arrestado y acusado de asalto y agresión, unos
cargos que se convertirían en la principal razón por la que no consiguió
la nacionalidad estadounidense.
La otra mujer en discordia era Katherine Russell, a la que
Tamerlán acababa de conocer y con la que se casaría un año después. Por
aquel entonces Katherine y Tamerlán eran estudiantes universitarios.
Ella asistía a la Universidad de Boston y él estudiaba en la de Bunker
Hill. Sin embargo, tras casarse y tener a su hija Zahara, ambos
abandonaron sus estudios. Katherine se puso a trabajar como enfermera, y
Tamerlán se encargó de cuidar de Zahara. La familia vivía en Cambridge,
en un apartamento junto a la madre de los Tsarnaev, hasta que ésta
decidió regresar a Daguestán, donde actualmente reside.
La decisión de Tamerlán de dejar de estudiar contrarió
mucho a su padre, quien había hecho un gran esfuerzo para que sus hijos
recibieran una buena educación y pudieran acceder a su propia versión
del sueño americano, que él les habían tratado de inculcar desde que
pisaron EE.UU.
A pesar de que Katherine trabajaba cerca de 70 horas a la
semana, su sueldo no era suficiente para mantener a la familia. Por eso
Tamerlán aceptaba todo tipo de trabajos temporales, como camarero o
repartidor de pizzas que pudieran reportar unos dólares extra a la
familia. Para aliviar sus estrecheces, los Tsarnaev-Russell tuvieron que
enrolarse en un programa de de ayudas sociales, un sistema que ofrece
cupones de comida y ayudas económicas.
Marihuana
Por su parte, poco después de empezar sus estudios de
Medicina, Dzhojar comenzó a descarriarse. Sus amigos han declarado que
fumaba marihuana constantemente y que vivía de fiesta en fiesta. Sus
notas no fueron nada buenas. Yeso que recibió una ayuda financiera para
cubrir los cerca de 22.000 dólares anuales que cuesta la matrícula y la
residencia en el campus. No tenía trabajo, pero nunca le faltaba dinero.
Se sospecha que sus ingresos procedían de pasar marihuana. A ambos
hermanos les gustaban los coches caros y la ropa de diseño. En su última
visita a Gilberto Junior, el regente de un taller de coches al que
solía acudir, Dzhokhar lució unos pantalones Burberry y unos zapatos
Louis Vuitton que le habían costado «varios cientos de dólares». El
enigma es cómo esos dos balas perdida se convirtieron en terroristas
islamistas. Su madre Zubeidat niega que se radicalizara durante su
pasada visita a Daguestán. Pero reconoce la influencia de Misha, un
armenio converso a quien conocieron en Boston. Tamerlán estaba fascinado
con él. «Mira mamá, Misha reza a todas horas, ayuna a todas horas».
Zubeidat cuenta que el armenio influyó sobre toda la familia. «No
rezábamos hasta que no le conocimos... Era tan buen chico, tan
gentil...».
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