08 abril, 2013

Sin estrategia con China

Ana Paula Ordorica
México no ha establecido ninguna relación económica ni comercial ni política con su segundo socio comercial. 08/04/2013 00:30
Sin estrategia con China
Es por lo menos irónico que China sea nuestro segundo socio comercial, pero que no tengamos una estrategia para relacionarnos con ese país. Ni económica ni comercial ni política. Ni a corto, mediano ni largo plazo.
La relación tiene una historia de cuatro décadas y precisamente esa falta de estrategia nos tiene hoy en una situación muy complicada. Los expertos en la relación bilateral la califican como situada en su peor momento en estos 40 años.


En lo político, China acaba de vivir una transición, un cambio de mando. Así como estuvimos pendientes de las elecciones en Estados Unidos y de la oportunidad que significaba el segundo periodo de Barack Obama al mismo tiempo que entraba Enrique Peña Nieto a Los Pinos, debimos haber estado pendientes de la salida de Hu Jintao y la entrada de Xi Jinping como jefe del Partido Comunista Chino (PCC) y presidente de la República Popular China.
Este cambio no es uno que suceda a menudo. En China, como bien sabemos, no hay una democracia que obligue a celebrar elecciones cada número específico de años. Hu Jintao estuvo al frente de su país durante la década de 2003 a 2013, cuando la reunión del PCC que se celebra cada cinco años votó por Xi Jinping como sucesor de Hu.
Hoy en México no existe claridad de qué significa este cambio de poder ni de los retos y oportunidades que conlleva.
En lo económico, sabemos que China es un gigante por el tamaño de su población y por lo competitivo que es producir en ese país, dados los bajos salarios. Es China el competidor más grande que tenemos, ya que nosotros nos hemos jactado del atractivo que representa nuestra curva demográfica con una población joven que puede trabajar por salarios bajos y exportar al mercado más grande del mundo, Estados Unidos, con quien compartimos una frontera de más de tres mil kilómetros.
Y en lugar de tratar de explotar estas características de nuestro mercado, hoy con China tenemos una relación en la que importamos mucho de lo que ellos producen y les exportamos poco. Además no atraemos inversión de China a México.
La última información comercial ofrecida por el Banco de México para 2012 y bien apuntada por el coordinador del Centro de Estudios China-México de la UNAM, Enrique Dussel, refleja que la relación importaciones/exportaciones con China fue de 8.8, es decir, seguimos importando nueve unidades por una exportada.
Además, las exportaciones mexicanas a China cayeron 4.1% en 2012, mientras que las importaciones provenientes de China aumentaron en nueve por ciento.
Esta situación ha generado un creciente malestar en sectores sociales y empresariales mexicanos que no ven claro cuál es la estrategia a seguir por parte del gobierno mexicano.
Por una parte nos opusimos hasta el último momento a la entrada de China a la Organización Mundial del Comercio, pero por la otra tenemos una relación comercial deficitaria con ese gigante asiático.
Ojalá que del viaje a China que ha hecho Enrique Peña Nieto regrese el nuevo gobierno con una buena estrategia de corto, mediano y largo plazo para con nuestro segundo socio comercial.

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