25 abril, 2013

Ustedes los pobres



Ustedes los pobres


Qué bueno que el gobierno emprenda sus Cruzadas contra el Hambre. Pero eso solo debe ser un paliativo de corto plazo. Lo que urge es una Cruzada contra la Ignorancia que venga aparejada con una Cruzada contra el Abuso.




El debate por la miseria en México está en todo su apogeo. La disputa por los pobres se puso de moda en el paso de la muerte entre el panista Oportunidades y la priista Cruzada contra el Hambre. 
Como si fueran moneda de cambio electoral, los mexicanos menos favorecidos se convierten en mercancía subastada al mejor postor.


Pero más allá de los llamados programas asistenciales, la llamada Cruzada contra el Hambre tendría que incluir aquellas instancias privadas que contribuyen a que la pobreza se perpetúe en México.



Quién defiende, por ejemplo, a nuestros pobres de los “módicos” intereses de cierta banca que les guarda sus ahorros al 4 por ciento y se los presta en la compra de un televisor, al 120 por ciento.



Quién defiende a nuestros pobres de los traficantes de viviendas que se construyen a decenas de kilómetros de las metrópolis y que terminan pagado hipotecas prohibitivas cuando les suman seis camiones diarios y cuatro horas de sueño robadas.



Quién defiende a nuestros pobres de las universidades “patito” que ordeñan su magro bolsillo con la promesa de educar a unos hijos a los que les venden falsas esperanzas en un título, con el que difícilmente alcanzarán el empleo con el que sueñan.



Quién defiende a nuestros pobres de la costosísima telefonía prepago que se aprovecha de la necesidad para cobrar las tarifas más caras del mundo, que harán más rico al hombre más rico del mundo.



Quién defiende a nuestros pobres de las dietas al alcance de su bolsillo, que abusan de los carbohidratos, las grasas y los conservadores, y que se traducirán en obesidad, diabetes y problemas cardíacos.



Quién defiende a nuestros pobres de las pantallas televisivas “para jodidos”, que los hacen soñar con convertirse en guardaespaldas que acaban en la cama con la hija o con la dueña de la casa, o en analfabetas que se convierten en presidentes de corporaciones.



Qué bueno que el gobierno emprenda sus Cruzadas contra el Hambre. Pero eso solo debe ser un paliativo de corto plazo.



Lo que urge es una Cruzada contra la Ignorancia que venga aparejada con una Cruzada contra el Abuso.



Ya basta de traer a México a esos gurús que convencen a los ricos que el mejor negocio son los pobres.



Aquí, en China o en la India, el mejor negocio siempre será elevar el nivel de bienestar.



Pero eso nunca sucederá con gobiernos que se dediquen a enriquecer políticos, empresarios, constructores y banqueros, mientras que los pobres son usados como carne de cañón, como eterno botín.


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