Alberto Mansueti
Déjame contarte las seis maneras cómo el socialismo fomenta
la criminalidad, y revelarte, por último, cuál es la RAZÓN de fondo por la
que lo hace:
1) “Re-distribuir la riqueza” es uno de los lemas
principales del socialismo. ¿Por qué todos “los pobres” van a esperar a que
esa tarea la haga el gobierno? “Los pobres” más impacientes y arrojados,
oyen que se habla todos los días sobre los escándalos de corrupción, y que
“los políticos corruptos se quedan con todo el dinero”. Esta es una forma
de estimular el robo. Porque los potenciales choros se dicen a sí mismos
“¡Ajá! ¡Por eso es que no queda nada para mí: no me dejan nada!”, y
seguidamente toman una pistola o un revólver, y hacen ellos mismos la
fulana “re-distribución” por su cuenta y riesgo, aunque estilo informal (al
margen de la ley). Los asaltantes son los socialistas más “practicantes”,
ortodoxos y consistentes de la “redistribución”. Te apuntan y te dicen:
“Dame tu carro”; o “dame tu celular”. Lo hacen con el primer “ricachón” que
ven por la calle, o que les parece “ricachón”, quizá tu mismo, si estás
pasando por esa esquina.
2) Sobre el tema de la delincuencia, los profesores adeptos
al socialismo hablan siempre por la radio y la TV para explicar la
criminalidad como una “consecuencia de la pobreza, que a su vez resulta del
capitalismo”. Otro modo de estimular la delincuencia. Así justifican y
legitiman por anticipado al ladrón y al criminal, cuando a los delincuentes
les declaran inocentes “productos de la sociedad capitalista”, y por
consiguiente exentos de culpa. ¿Y tú crees que los choros no oyen radio o
miran TV? Explícita o implícitamente, con la voz engolada y citando
estadísticas, los supuestos eruditos sabihondos académicos les dicen a cada
rato que el robo y el asalto se hacen excusables porque tienen una “causa”:
la pobreza. Y por si fuera poco, esta misma idea se repite por los más
poderosos “agentes de socialización” que la re-transmiten todas las tardes
en la radio y la TV: las populares telenovelas.
3) La frase “la propiedad es un robo”, del socialista
francés Pierre-Joseph Proudhom, es otra consigna cuya repetición insistente
en el discurso socialista transmitido por la prensa también estimula los
ataques armados, hurtos, fraudes y estafas y otros delitos contra la
propiedad privada. De esta manera el robo y el asalto se hacen, más que
excusables: actos de real y verdadera justicia. De este modo la conciencia
del potencial delincuente es acallada y amordazada. Si la propiedad es un
robo, el dueño de la casa en la mira del asaltante, a sus ojos, no es
víctima, es un ladrón. Y ya sabemos que “quien roba a un ladrón…!
4) El “odio de clase” que los socialistas predican a diario
contra todos “los burgueses” que son los “explotadores” (y los “evasores de
impuestos”), es otro factor que también alimenta toda suerte de robos,
asaltos y atracos a mano armada. ¿Y tú crees que los choros no oyen los
discursos de los políticos socialistas en sus campañas electorales y en el
Congreso o el Gabinete?
5) Las víctimas somos tu y yo, la clase media totalmente
desarmada, por la prohibición decretada para los ciudadanos privados de la
posibilidad de llevar o tener armas para defenderse por su cuenta; el
ladrón y el asaltante saben que sus víctimas estamos desarmados porque el
Gobierno socialista nos ha vedado la legítima defensa, ¡como declarando que
no tenemos ese derecho! Y este desarme es otra causa de la criminalidad.
Cuando los atracadores y asaltantes tienen la seguridad de que sus víctimas
no portan armas, o que no hay un arma en la casa en la que van a irrumpir,
la situación es totalmente distinta que si no tuviesen esa seguridad, lo
cual operaría como efecto “disuasivo”.
6) Por otro lado, la insistencia socialista en que “la salud
y la educación del pueblo son más importantes que la policía”, mina y
socava la confianza en la policía, y también devalúa en la estimación
general la propia función policial, ya de por sí bastante degradada por la
corrupción reinante entre los uniformados. De esta forma el socialismo
inutiliza e incapacita por completo a la policía para cumplir su función.
El descrédito de las fuerzas del orden y la ley nada menos, ¡otra causa más
del desborde criminal!
7) Y es que por último hay UNA RAZÓN para todo esto, muy de
fondo: mientras más insegura y atemorizada esté la clase media, y más a
merced del hampa común, desbordada y sin freno, más indefensa estará frente
el socialismo. Porque el miedo nos incapacita para pensar, razonar y actuar
conforme a los hechos reales y a la lógica. Y si al miedo se le añade el
adoctrinamiento socialista en la educación, tenemos completo el cuadro: la
clase media atontada ve en el socialismo una salvación y no una agresión.
La clase media está por completo DESINFORMADA. Cuanto más crimen, demanda
más “control” y exige más “autoridad”, por donde sea, en todos lados, sin
pararse a pensar en cuáles son las funciones propias del Estado y cuáles no
lo son.
CONCLUSIÓN.
Entérate amigo, amiga: si te asombra que el Gobierno socialista de tu país
“no hace nada contra los criminales”, ya sabes por qué razón: porque el
CRIMEN es 100 % funcional al SOCIALISMO.
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