05 mayo, 2013

Che Guevara y la guerrilla del fracaso

Che Guevara y la guerrilla del fracaso

No es nada casual que la tapa del libro Método práctico de la guerrilla, de Marcelo Ferroni (São Paulo, 1974), emule la famosa e icónica foto que sacó Alberto Korda, y por la cual según se sabe no cobró ni un peso de derechos de autor, del revolucionario Ernesto “Che” Guevara. Para las generaciones más recientes de aquí o Europa –de esa mitología llamada Primer Mundo–, acaso lo único que conozcan del guerrillero argentino sea esa foto, ya un póster, la imagen de alguien que no se sabe muy bien qué hizo en algún país de ese lugar mal llamado Tercer Mundo. Ese póster es sólo un detalle, una marca que queda bien al lado del vaso de green tea o de un iPod.


Ferroni lo sabe bien, y en la piel de un escritor que en verdad no es él, en el prólogo del libro explica: “Dijo (el editor) que le había gustado el manuscrito, que “había cosas buenas, grandes momentos de acción”, pero que querían hacer algunas modificaciones, sobre todo al principio, “porque es necesario situar al lector, que no conoce gran cosa de la vida del Che Guevara. (...) Daré una oportunidad a esos dirigentes de asociaciones estudiantiles, modelos y ambientalistas que posan delante de pósteres o que visten camisetas estampadas con su rostro y que a menudo lo confunden con Bob Marley”.
El argumento del libro es el siguiente: a partir de documentos, biografías, diarios, notas periodísticas reales y falsas, se reconstruyen los dos últimos años de la vida de Guevara, cuando intentó hacer realidad su particular idea de revolución en Bolivia, empresa que terminó en su captura por parte de los militares de ese país y la CIA y su ejecución en La Higuera, el 9 de octubre de 1967. Entre los datos reales, Ferroni interpone la historia imaginaria de Joao Batista, el único brasilero que fue parte de la guerrilla del Che en Bolivia. El “descubrimiento” del joven se originó gracias a los documentos desclasificados en el 2004 por parte del Departamento de Estado de Estados Unidos.
Así, parte de Método práctico de la guerrilla –Premio São Paulo al mejor libro del año de autor revelación es un juego de máscaras, de malentendidos y falsos datos históricos en torno a la figura del Che y el fracaso que fue Bolivia. El tono que utiliza Ferroni para plasmar la historia está más cercano al informe periodístico que a la ficción aunque en él haya un plus y es la intriga que por momentos agiliza la lectura de las más de 200 páginas de la novela. Y a diferencia de otros trabajos, que han llevado al cine o a la narrativa la vida de Guevara, aquí se lo muestra más cercano al hombre contradictorio y soberbio, que al mito que roza la santidad.
En esta novela no hay margen para lo políticamente correcto. El autor brasileño, en este sentido, ofrece una perspectiva poco común sobre Guevara. Algo parecido ocurre con los otros involucrados en el fracaso que fue Bolivia: el joven semianalfabeto Benigno, la agente alemana infiltrada en la alta sociedad boliviana de La Paz, Tania, y Mario Monje, dirigente del Partido Comunista boliviano.
Muchísimos lectores no conocen quién fue el Che Guevara y el porqué de su lugar en la historia. Por las dudas, y para terminar de despejar malentendidos, en la contratapa de Método práctico de la guerrilla se reproduce el blurb de Braulio Tavares, crítico del Jornal da Paraíba: “Si la juventud de algún país empieza a tener sueños guerrilleros, basta que el gobierno distribuya miles de ejemplares de este libro para disuadirlos”.• 

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