02 mayo, 2013

Cinco formas en las que la propuesta migratoria se parece a Obamacare



El Congreso impuso Obamacare sin que muchos de sus miembros se hubieran leído siquiera el proyecto de ley. Y ahora se está aplicando esa misma forma de legislar frenética, compleja y basada en construir castillos en el aire en el caso de la inmigración. Desde luego que las similitudes entre ambos casos asustan.

1. Costos extremos.

La Contraloría General de Estados Unidos (GAO) prevé ahora que, en el escenario más realista, Obamacare sumará $6.2 billones al déficit primario durante los próximos 75 años. Se trata de una cifra asombrosa, especialmente considerando el hecho de que como prometió el presidente Obama en 2009: “No firmaré ningún plan que añada un centavo a nuestros déficits, ni ahora ni en el futuro”.
El plan para la inmigración de la Banda de los Ocho concede una amnistía a quienes residen ilegalmente en Estados Unidos y les costará a unos ya agobiados contribuyentes americanos más de lo que pueden soportar. La última vez que revisó las cifras durante el debate de 2007 sobre la amnistía, el analista de la Fundación Heritage Robert Rector calculó que una amnistía general costaría unos $2.5 billones, después de considerar lo que probablemente pagarían en impuestos y recibirían en beneficios y servicios públicos los inmigrantes legalizados. La actualización de su investigación según la propuesta más reciente, que pronto se hará pública, es probable que tenga como resultado un costo aún mayor para 2013.


2. Falsas promesas

¿Recuerda la promesa del presidente Obama de que “Si le gusta su plan de atención médica, puede mantenerlo”? Pues esa es sólo una de las promesas rotas más famosas (o infames) de Obamacare. La Oficina de Presupuesto del Congreso (CBO) prevé que a causa de esta ley 7 millones de personas habrán perdido su cobertura patrocinada por su empleador para 2022.
Sobre la cuestión de la inmigración, el presidente de la Fundación Heritage Jim DeMint le comentaba esta semana al periodista de la CNBC Larry Kudlow: “He oído un montón de promesas sobre proyectos de ley que han pasado por el Congreso…Lo único que sé sobre este proyecto de ley es que va a dar estatus legal y finalmente la ciudadanía a quienes llegaron aquí ilegalmente. El resto es solamente promesas”. Una de esas promesas es la seguridad fronteriza, aunque como explica el analista de la Fundación Heritage James Jay Carafano, en realidad este proyecto de ley no asegurará la frontera.

3. Habrá que aprobarlo para ver qué contiene

Nancy Pelosi no estaba bromeando cuando dijo que el Congreso tendría que aprobar Obamcare “para ver lo que contiene”. Eso se debe a que el proyecto de ley concedía a las agencias federales vía libre para redactar las regulaciones que se convertirían en la versión de la ley para el día a día, unas regulaciones que aún se están redactando, a pesar de que la ley fue aprobada en 2010.
El proyecto de ley para la inmigración hace lo mismo: transfiere la autoridad del Congreso a las agencias federales, permitiendo que burócratas no electos ideen posteriormente todos los detalles regulatorios.

4. Expande unos programas de derechos a beneficios ya deshechos (y arruinados)

Obamacare planea añadir millones de personas a las listas de Medicaid, lo que constituirá la mayor expansión que jamás haya sufrido este problemático programa, que ya resulta insostenible y necesita reformas vitales.
De igual modo, el proyecto de ley para la inmigración añadiría millones de personas a los diversos beneficios financiados por el contribuyente, desde Medicare al Seguro Social pasando por la asistencia social. Como explicó DeMint, “Estos programas ya están en quiebra. Nuestro país ya tiene una deuda de $17 billones. Esto supondrá una pérdida neta, un costo enorme para los contribuyentes”.

5. Beneficia a intereses particulares

Siempre que el proceso legislativo se vuelve “rápido y furioso”, los miembros del Congreso empiezan a incorporar acuerdos con intereses particulares que resultan más difíciles de detectar en medio del caos. Obamacare estaba repleto de favores a los sindicatos. Ahora, este proyecto de ley sobre la inmigración incluye todo tipo de regalitos para ciertos intereses especiales, por no mencionar su bondad con los abogados especialistas en inmigración.
Este no es el modo en el que el Congreso debería elaborar las leyes. Esto no es más que cometer los mismos errores una y otra vez, unos errores por los que pagamos todos.

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