07 mayo, 2013

Cinco lugares donde esperar una crisis

Cinco lugares donde esperar una crisis

Matthew Lynn (Strategy Economics)

alemania
Alemania, Italia, Turquía, Siria y Eslovenia son los cinco países que deberían preocupar a los inversores.
La expresión "en mayo vende y vete" se remonta a los días en que los agentes de la city de Londres empezaban a abandonar sus mesas y se preparaban para un verano socializando en las carreras, el críquet o el tenis al primer signo de la primavera. Ya no tiene sentido en un mundo donde estamos atados al iPhone en todas partes. Nadie deja de prestar atención a los mercados sólo porque no esté sentado en su despacho ni sobreviviría mucho tiempo en su trabajo si lo hiciera.


Últimamente, ya no es mayo sino finales de verano y principios de otoño lo que debería preocuparnos a todos. Es en agosto y septiembre cuando el mercado tiene la fea costumbre de derrumbarse. Pongamos el índice FTSE-100 por ejemplo. Se hundió en el verano de 2002 y también en el verano y otoño de 2008, y la mayor corrección de la recuperación pos crisis de los créditos ocurrió a principios de otoño de 2011. Lo mismo puede decirse de casi todas las grandes bolsas.
Podemos debatir hasta el agotamiento por qué cae el mercado en verano. Será que el buen tiempo distrae a la gente de su trabajo o tal vez el optimismo del año nuevo ya se haya disipado. O quizá sea una mera coincidencia. Sea por lo que sea, con casi todos los grandes mercados acercándose a sus máximos históricos, sería estúpido ignorar la posibilidad de una corrección brusca ahora que el sol luce de nuevo y los días se alargan. Entonces, ¿dónde podremos ver una crisis este verano? Éstos son los cinco países que deberían preocupar a los inversores (porque cualquiera de ellos podría desencadenar el próximo derrumbe del mercado):
Turquía. Con una economía expandiéndose hasta el 9 por ciento al año, ha sido uno de los mercados emergentes más candentes de los tres últimos años. Tiene una mano de obra inmensa y joven, y está bien situada entre Europa y Asia. Ha estado creciendo tan deprisa como China, aunque sin tanto bombo. Las acciones se han disparado y los rendimientos de los bonos han caído abruptamente. La bolsa de Estambul se ha duplicado con creces desde 2008. Sin embargo, ahora se ralentiza rápido (en parte porque Europa se sume en una depresión). El crecimiento ha bajado al 1,7 por ciento en el último trimestre, la mitad del índice previsto. El capital extranjero ha entrado a raudales en Turquía en busca de altos rendimientos, pero podría marcharse con la misma prisa. Si una crisis turca causara la huida de los mercados emergentes, sacudiría a los mercados.
Eslovenia. La ex república yugoslava fue un país ex comunista de rápido crecimiento en los años inmediatos a su independencia. Después se integró en el euro. Ha padecido casi los mismos problemas que otros países pequeños (Irlanda, Chipre, Portugal) en la moneda única. Llovió el capital, creando una burbuja inmobiliaria y de préstamos, y ahora todo ha estallado y se discute cómo arreglar el desaguisado. Los préstamos no rentables en los bancos superan el 20 por ciento. Habrá que rescatarlos de algún modo. A la UE no le será tan fácil jugar la carta de la moralidad (con unos griegos irresponsables y vagos, y chipriotas blanqueadores de dinero) como lo ha hecho en otros sitios. Aun así, no hay menos probabilidades de que financie un rescate que en el caso de Chipre. Los eslovenos tendrán que pagarlo y los bancos asumirán enormes pérdidas. Si sus depositantes se despluman como en Chipre, podrían desencadenarse huidas bancarias en Italia y España. Y en todos los mercados del mundo cundirá el pánico.
Alemania. ¿Alemania? ¿No es el país fuerte de Europa, el centro neurálgico que rescata a los demás en el continente? Siga soñando. La economía alemana se desacelera rápidamente, afectada por la depresión en Europa. El índice del sentimiento económico publicado esta semana ha demostrado que la confianza de las empresas se hunde en todo el continente? y se propaga hacia Alemania tanto como en la periferia. Angela Merkel se enfrenta a unas elecciones en septiembre. Desde que surgió la crisis del euro, ningún líder de un gran país ha salido reelegido. ¿Por qué iba a ser distinta la señora Merkel? Los votantes detestan los rescates y un deterioro en su economía no les va a gustar mucho más. Un nuevo partido anti-euro podría arañar suficientes votos del centro derecha como para negarle una victoria rotunda. Los inversores contaban con el liderazgo alemán (y sus carteras) para mantener el euro unido, pero las elecciones podrían no conllevar un ganador obvio y las encuestas tal vez lo anuncien ya en septiembre. Si los inversores sospechan de un punto muerto tras las elecciones, se asustarán.
Siria. La guerra civil lleva arrastrándose ya un año sin un final claro a la vista, aunque cuando el régimen de Assad se haga añicos, el resultado puede ser muy feo. A lo largo de los años ha buscado armas químicas con la misma asiduidad que sus vecinos. Y si las usa contra los rebeldes, EEUU y Europa no tendrán más remedio que actuar. Los conflictos militares en Oriente Medio (por muy buena intención que tengan) sólo pueden enviar a los mercados hacia abajo.
Italia. Instalar a Enrico Letta como nuevo primer ministro moderado en Italia ha sido bienvenido por los mercados. La bolsa de Milán ha subido mucho y los rendimientos de bonos han caído. El índice MIB de Milán se ha recuperado de 15.000 a casi 17.000 desde el caos electoral. Letta se parece a Mario Monti pero en versión electa: es moderado, pro reformista y defensor del euro. El problema es que el pacto que le ha instalado de primer ministro otorga el verdadero poder a su predecesor salvo uno (Silvio Berlusconi). Letta depende de él para una mayoría parlamentaria. Berlusconi podría cortar el grifo en cualquier momento (y se ha desviado hacia el extremo anti-euro). Puede dejar que Letta se lleve la culpa del hundimiento económico para después volver al poder sobre una ola de retórica anti-euro. Cuando ese plan de juego se haga obvio, los mercados italianos se hundirán de nuevo.
Está claro que podría suceder en cualquier otro lugar distinto (al mundo no le faltan nunca catástrofes potenciales) pero éstos son los cinco sitios más probables de detener en seco la subida alcista de 2013 antes de que las hojas hayan dejado de caer de los árboles.

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