22 mayo, 2013

Clientelismo: Cómo usar el poder del gobierno para aplastar a la competencia


AmazonLa gente hace cola para entrar a las tiendas de Apple, pero no soporta esperar en la cola del Departamento de Vehículos a Motor (DMV). Eso se debe a que a los consumidores les encantan los buenos productos y el buen servicio. Las empresas tienden a darnos motivos para hacer cola, mientras que los gobiernos nos obligan a ello.

Por eso y desde hace ya muchos años, los conservadores se han regocijado por el poder de Internet. Las empresas basadas en la web aumentan la competitividad, reduciendo los costos y obligando a sus anquilosados competidores a mejorar o desaparecer. Pero Internet ha madurado y en la actualidad está tan sujeto a la tentación del clientelismo como cualquier empresa física.
El ejemplo perfecto de esta situación es Amazon.com.
“Hace unos años, Amazon estuvo llevando a cabo una campaña de tierra quemada contra los estados que intentaban recaudar impuestos a las ventas de las empresas de Internet”, como nos recuerda la bloguera Megan McArdle. Ahora la compañía está cabildeando a favor de una legislación federal que obligaría a las empresas a recaudar impuestos a las ventas para el estado de residencia del cliente.
La diferencia es que ahora Amazon es lo suficientemente grande como para que recaudar impuestos no le suponga una carga. Además, se puede permitir todos los abogados que necesite para lidiar con las reglas redactadas por las miles de jurisdicciones tributarias de toda la nación. Los pequeños vendedores minoristas no se pueden permitir esas complicaciones, de modo que Amazon está utilizando el poder de fiscalización del gobierno como medio para reducir su competencia. Y a largo plazo, eso no será beneficioso para los consumidores.
Craigslist es otra rentable página web que eliminó a su competencia en los periódicos en una pelea justa pero que ahora quiere proteger su territorio. “Craigslist ha demandado o enviado cartas de suspensión y desistimiento a decenas de nuevas empresas estos últimos años”, informa Gordon Crovitz en el Wall Street Journal. “Pleitear es una táctica habitual para eliminar a la competencia, especialmente cuando se dispone de amplios estatutos como arma”.
Craigslist está actualmente haciendo uso de una ley redactada en 1984 (en una época anterior al comercio por Internet) para tratar de bloquear a sus competidores.
El clientelismo se presenta de múltiples formas, pero siempre depende de que las compañías utilicen el poder del gobierno para ayudarlas a ganar dinero mediante el bloqueo a la competencia. Existen por tanto dos modelos de empresa: las empresas jóvenes normalmente tratan de encontrar modos de crear productos nuevos y mejores a precios más bajos. Pero a medida que las empresas crecen y envejecen, se dedican con demasiada frecuencia a usar el poder del gobierno para amañar las reglas del juego, encontrando siempre la manera de utilizar la regulación con el objetivo de limitar la competencia.
Se trata en definitiva de una complicidad que limita la competencia y perjudica a los consumidores.

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