por Alex Nowrasteh
Alex Nowrasteh es analista de políticas de inmigración del Centro para la Libertad y la Prosperidad Global del Cato Institute.
Conforme el senado considera un paquete de reforma migratoria integral, los conservadores fiscales están preocupados acerca de los impactos de la legislación en el presupuesto. La Heritage Foundation
ha publicado un estudio afirmando que la amnistía migratoria le costará
a la Tesorería de EE.UU. $6,3 billones. Muchos otros partidarios del
libre mercado —entre los cuales me encuentro— criticamos la metodología
de ese reporte porque ignora los efectos del crecimiento económico y las recaudaciones tributarias derivados de la inmigración liberalizada.
Mientras que el proyecto de ley del senado no es perfecto, es una avance
importante si lo comparamos con el actual sistema migratorio —pero el
costo mencionado por el estudio de Heritage no se sostiene en vista de
la amplia evidencia acerca de los beneficios económicos de la inmigración.
La Oficina de Presupuesto del Congreso planea “calificar dinámicamente” el impacto fiscal del
proyecto de ley del senado. Esto constituye una gran victoria para el
análisis racional de cualquier legislación, y algo por lo que los
partidarios del libre mercado han presionado durante años —incluso los
analistas de Heritage.
Una calificación apropiadamente dinámica capturará los beneficios
económicos y analizará su impacto sobre la recaudación fiscal —no
solamente los impuestos pagados por los inmigrantes, sino por los
estadounidenses que se vuelvan más productivos gracias a la reforma. Más
inmigración aumentará el tamaño de la economía agregando más
trabajadores y empresarios, lo cual a su vez aumentará la cantidad de
capital y construcciones, elevando así el producto doméstico bruto. Esa
economía más grande luego tendrá una mayor recaudación fiscal, si todos
los demás factores se mantienen constantes.
Pero, ¿qué tanto más grande sería la economía?
Un estudio de 2009 preparado por el Cato Institute empleó un modelo
económico dinámico llamado USAGE para calcular el cambio económico
causado por una reforma migratoria. Este concluyó que una ley similar a
aquella propuesta por el senado agregaba $180.000 millones al ingreso
anual por hogar en EE.UU.
Otro estudio comisionado por Cato empleó un análisis similar utilizando
un modelo llamado GMig2. El estudio concluyó que la reforma aumentaría
el PIB de EE.UU. en $1,5 billones en 10 años.
Ese modelo también realizó una simulación dentro de la cual todos los
inmigrantes no autorizados eran removidos de la economía estadounidense
—una política favorecida por el estudio de la Heritage Foundation. El
resultado fue un declive de $2,6 billones en el crecimiento del PIB para
la misma década, confirmando la observación derivada del sentido común
de que remover trabajadores, consumidores, inversores, y empresarios de
la economía estadounidense nos empobrecerá.
Los estudios de Cato proveen herramientas dinámicas que consideran los
inequívocos beneficios económicos de una mayor inmigración como parte de
cualquier reforma. El consenso entre economistas es que la inmigración
es buena para la gran mayoría de estadounidenses y para los inmigrantes,
y hace que tanto la economía estadounidense como las economías
alrededor del mundo crezcan y se vuelvan más productivas.
La amnistía de la era de Reagan confirma que los
inmigrantes legalizados experimentan aumentos en sus salarios de hasta
15 por ciento solamente por el hecho de trabajar legalmente. Esos
salarios más altos son el resultado de trabajadores más productivos que
luego pagan más impuestos. Pero los empleadores, accionistas,
consumidores, propietarios de bienes raíces, y la gran mayoría de los
trabajadores también experimentan un incremento en sus ingresos y en su
productividad gracias a la inmigración.
Si los opositores conservadores de la reforma migratoria están
honestamente preocupados acerca de su impacto fiscal, veamos sus
sugerencias para minimizarlo. Aquí tenemos una: reformar el Estado de Bienestar
y excluir a aquellos que no son ciudadanos. Cato está por publicar un
análisis de políticas públicas detallando cambios legales específicos
que lograrían este objetivo.
Calificar de manera dinámica los impactos fiscales y económicos de la
reforma migratoria revelará lo que los partidarios del libre mercado han
sabido desde hace mucho: las personas pacíficas y saludables son algo
bueno para la economía y no quiebran los presupuestos estatales. La
Heritage Foundation tiene una admirable tradición de presionar a favor
de que se hagan análisis dinámicos de las propuestas tributarias. Es
desafortunado que abandone su herencia intelectual en este caso.
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