24 mayo, 2013

EE.UU.: Por qué la autoridad tributaria no puede ser reformada

por Richard W. Rahn
Richard W. Rahn es Director del Center for Economic Growth y académico asociado al Cato Institute.
Cada ciertos años, al menos desde la época del presidente Franklin D. Roosevelt, hay un escándalo involucrando abuso de poder por parte del Servicio de Rentas Internas (IRS, por sus siglas en inglés). Una vez más estamos en medio de uno de estos crónicos escándalos de abuso, con muchas promesas solemnes de que los problemas serán corregidos y que esto no volverá a pasar. Como siempre, la retórica está lejos de la realidad por dos razones básicas. La primera es la naturaleza del impuesto sobre la renta, que, por definición, es subjetivo en su interpretación por la definición de “ingreso” y por lo tanto está sujeto a ser abusado. La segunda razón es el tipo de persona que el IRS atrae como empleado.

Una porción importante (y que crece de manera incesante) del código del impuesto sobre la renta y de las regulaciones del IRS están destinados a intentar definir el ingreso. Esto podría parecer sencillo, pero considere un negocio que opera en varios estados y países y que tiene muchos líneas de productos. Los estudiantes principiantes de contabilidad aprenden que las ganancias de las empresas o su ingreso es igual al ingreso neto menos los gastos. Aún así, es casi imposible definir precisamente lo que es y lo que no es un gasto legítimo. ¿Cuál es la tasa adecuada de depreciación para cada ítem que la empresa utiliza? ¿Cómo debería asignar una empresa los ingresos y gastos de su empresa entre las distintas jurisdicciones tributarias? Los distintos países, estados y localidades muchas veces tienen estándares, definiciones y leyes en conflicto. Los innumerables problemas de definiciones proveen empleo pleno para los abogados y contadores tributarios, y ellos crean una carga pesada sobre las empresas. Estos costos luego son transmitidos en la forma de salarios más bajos a los trabajadores y como precios más altos a los consumidores.
El ingreso económico es definido de manera distinta que el ingreso imponible. Como resultado, a la mayoría de las empresas se les requiere por ley que mantengan un registro separado para cumplir tanto con las regulaciones de la  Comisión de Bolsa y Valores como con aquellas del IRS —y muchas veces otro set de registros para cumplir con las regulaciones de países extranjeros.
El IRS es inconsistente, incluso con los individuos, en definiciones del ingreso. En algunos casos, se hacen ajustes a la inflación, pero no en otros. Por ejemplo, con las ganancias de capitales y por intereses, el IRS cobra un impuesto sobre la porción resultante de la inflación, que no constituye parte del ingreso según cualquier interpretación razonable y económica o derivada de la acepción común de la palabra. Al hacerlo, la agencia es corrupta en el sentido orwelliano. Cuando la administración de Servicios Generales del gobierno federal o el IRS lleva a algunos de sus empleados a una conferencia en Las Vegas, ¿es esto un beneficio imponible (ingreso) o no? La respuesta en este caso es que no porque este es un tipo de beneficio del cual goza la clase política. Las preguntas son innumerables —por ejemplo, algunas veces los costos del parqueo son deducibles y otras veces no, algunas caridades son deducibles y otras no —y por lo tanto, las oportunidades para la corrupción y el sesgo político son innumerables. La mayoría de estas preguntas no desaparecerán con una “reforma tributaria” porque son inherentes al sistema del impuesto sobre la renta.
La segunda razón por la que el IRS no puede ser reformado es el tipo de individuo que decide trabajar para la agencia. A algunas personas les apasiona educar, así que se vuelven profesores. A otros les apasiona ayudar a las personas en problemas, así que se vuelven socorristas de emergencias, doctores o trabajadores médicos de otro tipo. Otros quieren ayudar a defender al país, entonces se inscriben en las fuerzas armadas. Otros quieren diseñar y construir edificios, o simplemente hacer dinero, entonces se convierten en empresarios y rápidamente aprenden que la mejor manera de hacer plata es proveer los productos y servicios que otros necesitan o desean. Esta es la belleza del sistema capitalista. Es un sistema en el que ambas partes ganan, porque aquellos que pueden proveer los productos y servicios más deseados al mejor precio pueden hacer la mayor cantidad de plata a largo plazo —creando la mayor cantidad de felicidad para sus semejantes.
En cambio, el IRS es temido y odiado y fastidia a la gente. De manera que el IRS suele atraer demasiados trabajadores que son desconsiderados con las necesidades y problemas de otros, y que algunas veces incluso disfrutan ser abusivos. El código tributario es tan complejo que ningún individuo lo puede entender, incluso aquellos que trabajan para el IRS. Esto no impide que quienes trabajan allí amenacen a todos los demás por no entender lo que ellos mismos no entienden. Muchos parecen desconocer totalmente las protecciones provistas por la Constitución de EE.UU. y por el ideal estadounidense de una sociedad civil. El tipo de incompetencia arrogante, de mala fe, agresiva, sesgada e hipócrita por parte de muchos empleados del IRS, que ha sido revelada en las audiencias en el congreso y otras investigaciones no sería tolerada en la mayoría de las organizaciones.
Los impuestos son el precio necesario que hay que pagar por una sociedad civil, pero obtener la recaudación para desempeñar las funciones legítimas del gobierno no requiere un impuesto sobre la renta intrusivo, destructivo y fácil de abusar. A varios estados y algunos países les va muy bien sin un impuesto sobre la renta.
El mal comportamiento y abuso del IRS no cesará por las razones anteriormente mencionadas hasta que el impuesto sobre la renta sea eliminado. Avanzar hacia un impuesto uniforme reduciría el problema, pero la oportunidad para que se den abusos todavía estará presente. La solución a largo plazo es mudarse a un sistema de tasas por usuario e impuestos basados en el consumo, dentro del cual las oportunidades para que haya un sesgo y abusos se verían reducidas.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Impuestos = ROBO en modalidad extorsión