William A. Niskanen es presidente Emeritus de la junta directiva y Economista Distinguido del Cato Institute.
El 8 de septiembre de 2005,
el columnista David Wessel del Wall Street Journal, anunció que “la
era del gobierno limitado ha llegado a su fin. El 11 de septiembre; Katrina
lo mató. Las declaraciones de Wessel llegan casi una década
después de que el Presidente Clinton declarara que “la era del
gobierno activo se ha terminado”. Sin embargo, tanto Clinton como Wessel están equivocados y por diferentes razones. El tamaño relativo del gobierno federal se ha mantenido notablemente estable por más de 50 años. En 1952, el tercer año de la guerra con Corea, el gasto federal era de 20.3% del PIB; en el 2005, hasta la fecha el tercer año de la guerra con Irak, el gasto federal es de 20.4% del PIB. La parte del PIB destinada al gasto federal durante esos dos años fue levemente mayor al promedio de 19.85% en el periodo desde 1952 hasta hoy, debido principalmente al temporario gasto militar elevado. El principal cambio en el presupuesto ha sido un masivo incremento de las transferencias monetarias federales a cuestas del gasto militar constatando el gasto federal una porción algo constante del PIB.
Clinton demostró estar equivocado porque no podría haber imaginado que su sucesor Republicano aumentaría el gasto más que cualquier presidente desde Lyndon Johnson, y por las mismas razones... la combinación de una guerra prolongada y un rápido aumento del gasto nacional.
Wessel también verá que está equivocado porque no comprende por qué el gasto federal aumentó tanto bajo George W. Bush ni las condiciones que limitarán el crecimiento del gasto en el futuro. La guerra contra el terrorismo ha sido la razón para aumentar el gasto, pero no fue su causa fundamental. El Presidente Bush apoyó un incremento importante del gasto para la agricultura, la defensa, la educación, la energía, la seguridad nacional, la salud, y el transporte – solamente una pequeña parte destinado a responder al 11 de septiembre – siempre negándose a vetar siquiera un proyecto de ley de gasto. La principal causa del rápido aumento del gasto federal hasta el momento, fue que la administración de Bush y muchos de los Republicanos en el Congreso han adoptado un conservadurismo de gobierno grande tanto en políticas nacionales como internacionales, a costas de su tradicional compromiso con la responsabilidad fiscal.
Si la era del gobierno limitado se acabó, fue en el año 2001 y no en el 2005.
La propuesta de gasto para la recuperación de las víctimas de Katrina y la restauración de la Costa del Golfo es extraordinaria, probablemente de $100.000 por hogar perjudicado. Pero el aumento neto no parece ser tan alto como el gasto relacionado con Katrina, por diversas razones:
- El gasto para la recuperación de Katrina pondrá en peligro otras prioridades de Bush, como “mantener el rumbo” en Irak, la prórroga indefinida de las reducciones de impuestos, y la reforma del sistema de seguridad social.
- Bush tendrá mucha menos influencia por sobre los Republicanos en el Congreso durante su segundo mandato, especialmente si los Demócratas ganan bancas en las elecciones del 2006.
- Es probable que las condiciones económicas y políticas que han llevado a una notable estabilidad en el gasto federal del PIB durante los últimos 50 años restablezcan el gasto un tanto cerca del promedio luego de los aumentos temporarios debido a la guerra en Irak y a Katrina.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario