14 mayo, 2013

La cruzada contra el hambre

O P I N I Ó N 
C U A U H T é M O C   C E L A Y A   C O R E L L A 
La cruzada contra el hambre


A veces en una tienda, el empaque del producto deja ver, por un error humano, el contenido y para qué se utiliza o sirve el producto mismo, de tal forma que, depende del cliente, el comprarlo o no. Cuando el producto no se ve, el cliente, lo abre, lo huele, lo visualiza, lo escucha, lo tienta, lo palpa, para darse una idea de cómo es y en consecuencia decidir.

El gobierno nuevo que proviene del PRI creó un programa (producto) y dijo a la población qué intención busca con él, y por qué y para qué lo ideó. Sin embargo, a las primeras de cambio, quienes son responsables de implementarlo y buscar resultados, por un error intencional (?) dejaron ver el contenido y para qué y cómo se va a utilizar. Digan lo que digan en el Pacto por México. Me refiero a la Cruzada contra el Hambre, primer programa de alcance social del régimen nuevo. Un programa que es una calca del programa Hambre Cero que implementó el Presidente Lula y que, según él dice, sacó del hambre a 28 millones de brasileños.



Esta es la historia: fue en un estado tropical, dominado por el priismo en donde el País entero vio el alcance de dicho programa Cruzada contra el Hambre. Grabaciones en poder de la oposición reflejaron lo que los responsables del mismo, incluido el Gobierno de Veracruz y el priismo jarocho harían, para intercambiar con la población alimentos por votos. Regresa el viejo PRI en este esquema, que a decir verdad, también los panistas lo hicieron en su momento. Los agarraron con todo el cambio adentro. Por algo el PAN pidió la cabeza de Rosario y la del Gobernador. El Presidente creyó que su voz es sagrada, y con un "no te preocupes Rosario" buscó minimizar el tamaño del hecho, pero la voz de la Patria es lo primero, y el PAN entonces acalambró a Los Pinos con la frase de: me levanto de la mesa del Pacto por México. Fue suficiente para posponer la presentación de la reforma hacendaria. Ante eso, entró Osorio a buscar despejar dudas y calmar ánimos. Días posteriores, con ánimos serenados, el Pacto recibió un empuje al firmarse reglas que blindan al programa y se separa de lo electoral. Si se hizo, quiere decir que la cosa iba por ahí. Ah!, priistas, ¿cuándo cambiarán?



No cabe duda entonces, que el objetivo no es acabar con el hambre de muchos mexicanos, y extraña mucho que sólo lo vayan a aplicar en entidades muy específicas, que sobresalen por ser pobres de siempre, aunque siempre en cada entidad hay muchos pobres. Por ejemplo, el Gobernador del DF señala que con ellos no está contemplado en corto plazo implantarlo, y si en alguna parte de este País hay pobreza, es en ese DF, pronto a convertirse en estado libre y soberano. Y en Sinaloa, ¿qué dice el INEGI con respecto al número de pobres?



El problema del hambre ha sido el elevado índice de corrupción con que se practica la política, la cual el político la transforma en una política corrupta. Yo recuerdo aquellos desayunos escolares, que también tenían el propósito de alimentar y nutrir a la niñez que asistía a la primaria, entonces, única educación básica. No pongas esa cara Inge, te hablo de finales de los cincuenta y principios de los sesenta.



Se aplaude la intención gubernamental por disminuir el hambre, pero se critica y se acusa a quien corrompe la intención y busca lucrar electoralmente con la necesidad de quien necesita comer. ¿Qué necesidad tienen priistas de caer en esta perversidad si tienen una mayoría en aceptación electoral? Trabajen con un dejo de honradez y sujétense a sus estatutos, tengan conciencia de clase, no roben como roban y estarán más que seguros en el poder. Dejen de ser ambiciosos como son. Hagan a un lado su arrogancia, entiendan a los de abajo y los votos serán suyos. Pero mientras las ladies profecos subsistan y los juniors abusen, y se adueñen de ejidos y geografías enteras, son ustedes los productores de la pobreza de los demás. Y como dice el refrán, te lo digo a ti, Pedro, para que lo entiendas Juan.



El programa de Peña, según mi ver, acusa de estar incompleto. Por un lado repartirá alimentos y por otro sigue haciendo cosas que agravan la situación económica y ataranta al ciudadano dentro de la pobreza misma. Va la razón. En materia económica, las regiones están apenas sosteniéndose ante los embates de los aumentos a los básicos, derivados de los incrementos al combustible, gas y gasolina, y el ajuste de tarifas en agua, energía, peaje y otros precios que cobra el Estado por sus productos, sus derechos y aprovechamientos. Esto lleva al recorte de personal en las empresa, y sin trabajo, es el camino más directo para llevar a familias a la pobreza.



No hay estímulo a la producción, el Gobierno no crea empleos porque no crea empresas, y son éstas las que cubren salarios, que es como la población se hace de dinero para solventar su estado económico, por tanto, para comer, vestir y cubrir las menores necesidades familiares. El sueño de Cordero de que con seis mil pesos un mexicano era pudiente, no llegó ni a sueño y sí fue una de las burlas del sexenio pasado. Digno del humor negro.



Así que primero debió de haber hecho un pacto con los gobernadores y los empresarios para buscar cómo éstos, sobre todo los micros y pequeños, pudieran sostener el empleo y buscar al menos sumar otro más. En esto, el IMSS es parte del juego. El antiguo régimen buscó por lo menos por dónde, pero no le dio Inge., ¿recuerdas aquello de que el primer año del primer empleo el gobierno pagaría la cuota obrero patronal?



Así que para atacar la pobreza vamos poniéndonos a trabajar, y después, cuando las familias tengan dinero en casa, ya se verá cómo ayudarles a mejorar su situación. Nadie ha comido tacos de estadísticas en la taquería INEGI.



Yo me pregunto: ¿Tienen los gobernadores de la Conago alguna idea de cómo impulsar el desarrollo económico de sus estados ,y por tanto, promover la creación de empresas de cualquier tamaño? ¿Tiene alguien la respuesta?... Venga.

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