LAS DOS VISITAS DE OBAMA
En
este momento, el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, realiza
una corta visita a la Ciudad de México. Hace unas horas se reunió con
Enrique Peña en el Palacio Nacional y esta noche, se tiene programado un
segundo encuentro en la residencia oficial de Los Pinos.
Según
las fuentes gubernamentales, los presidentes discutieron asuntos de
competitividad, administración de la frontera, educación e innovación,
comercio e inversión y seguridad ciudadana. De hecho, ya se hizo público
un importante avance en materia educativa.
Según
comentaron durante la conferencia de prensa en el Centro Histórico de
la capital, Obama y Peña acordaron la creación de un foro bilateral que
impulse el acceso a educación post secundaria –en especial para grupos
sociales tradicionalmente desatendidos– y con un enfoque concreto en
ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas.
Por donde se vea, el acuerdo es una buena noticia. Todo lo que abone al bienestar de la ciudadanía debe entenderse como tal.
Sin
embargo, de las declaraciones de Peña y Obama se perfila una realidad
alterna. Es decir, una agenda distinta a la que se publicó hace unas
horas. Algo similar a una "segunda visita" de Barack Obama.
¿Por qué?
Porque
pareciera que los proyectos educativos son más bien para entretener a
las graderías. Todo indica que Enrique Peña y Barack Obama –ambos
expertos en el manejo mediático y el de masas–, ofrecen a sus gobernados
un paliativo que apunta hacia una relación distinta entre México y
Estados Unidos.
Es
decir, parece que como se anunció, los gobiernos de Peña y Obama
adoptaron una agenda distinta a la que tradicionalmente seguían quienes
han ocupado sus puestos.
No obstante, una lectura entre líneas basta para descubrir que esto no es del todo cierto.
En realidad, los temas preponderantes siguen siendo el migratorio y el de seguridad.
Y
es que ambos presidentes hicieron énfasis en fortalecer la frontera, en
combatir a la violencia que "lastima a los mexicanos", en controlar el
tráfico de armas ilegales y en el fortalecimiento de las instituciones y
el Estado de Derecho.
Es
decir, que los temas que suelen cubrir los presidentes de México y
Estados Unidos siguen ahí. Los asuntos que realmente preocupan a ambos
gobiernos son los mismos. Y aunque en la fotografía se les vea
dialogando en torno a la educación, tal parece que lo que en verdad
importa son la seguridad y la migración. Y si no, al tiempo.
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