Un sospechoso silencio
No sé si el amable lector que me obsequia un momento de su
atención al leer esta breve columna coincida conmigo en el hecho de considerar
muy sospechosa la desaparición de López Obrador de los escenarios políticos.
Ya
no hace sus incendiarias presencias en los medios masivos de difusión para
atacar el Pacto por México ni etiqueta de entreguista al PRD ni alega en contra
del proyecto orientado a restringir los planes de pensiones de Pemex ni
organiza marchas para protestar por la reforma laboral ni por la educativa ni
por la financiera ni por la de las telecomunicaciones ni se le vio criticando
la visita de Obama ni oponiéndose al desalojo de la UNAM. Nada de nada.
Protestó con sorprendente tibieza por
la promulgación de la Reforma laboral, sí, pero no se le oyó declarar en contra
ni a favor de la detención de la maestra en artes corruptas de la señora
Gordillo.
¿Cómo entender tan repentino silencio
en un líder político que logró 17 millones de votos en las elecciones del año
pasado? ¿A qué se deberá su ausencia de los foros en donde intentaba defender
los intereses de los depauperados?
Ahí van algunas
hipótesis absolutamente carentes de fundamento y propias de un
novelista devoto de la ficción política.
Primera hipótesis: ¿Videgaray ya sabe
de que vivió AMLO en los últimos años, durante los cuales movió a millones de
personas en más de 2 mil municipios del país?
¿Videgaray ya descubrió de dónde
salieron los cuantiosos fondos para recorrer México de lado a lado en varias
ocasiones, pagando viáticos, contratando miles de camiones con sus respectivos
acarreados, sufragando boletos de avión y de camión, además de tortas,
camisetas, gorras, banderolas, matracas, banquetes, entre otros viáticos
gigantescos?
¿Videgaray ya auditó sus cuentas de la
tal Morena, del PT, etc… y ya sabe cómo, cuándo y quién financió sus costosas
campañas electorales a lo largo de 12 años?
Entre los mil millones de pesos de
origen inexplicable depositados en una cuenta, ¿ya se conoce si fue dinero
enviado por Chávez? ¿Es cierto…? ¿Ya se sabe de qué vivió este populista
que pretendía gobernar con recetas sacadas del bote de la basura y que ahora se
encuentra inmovilizado por las autoridades fiscales que le han advertido del
peligro que corre su imagen si sus inconfesables estados financieros salen a la
luz pública?
¿Qué tal el financiamiento del “segundo
piso” que el tabasqueño ocultó en un fideicomiso, en realidad una caja llena de
reptiles negros?
Segunda hipótesis: Si Ebrard aceptó
renunciar a su candidatura a la presidencia y López volvió a perder, ¿no sería
Ebrard quien filtró anónimamente información financiera secreta a la SCHP para
deshacerse de un poderoso enemigo de cara al 2018?
Tercera hipótesis: Todo lo anterior es
falso y López está esperando la reforma energética para saltar a la palestra
con el objetivo de tratar de detener las manecillas del progreso de México tan
pronto considere el momento adecuado…
Pronto se habrá de saber si el
sospechoso silencio del tabasqueño es
estratégico o consecuencia de una advertencia de la actual administración
que desea extraviarlo para siempre en la densa nebulosa de la historia.
Qué raro estuvo el retiro de los
invasores de la UNAM. ¿Le habrán dicho a López que abandonara la torre de la
rectoría…?
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