El IRS, Obamacare y Ud. (II): El gasto

Christopher Jacobs

Se estima que poner en marcha y mantener el “desastre” de Obamacare le costará al Servicio de Impuestos Internos (IRS) $881 millones entre 2010 y 2013, según la Contraloría General de Estados Unidos (GAO). Hasta el pasado mes de junio, el IRS había solicitado ya más de 500 millones de dólares procedentes de un “fondo de dinero especial” para la implementación de Obamacare establecido en dicha ley.
En un informe del Congreso publicado esta primavera, el IRS desveló las cantidades gastadas y el número de empleados dedicados a la puesta en marcha de Obamacare desde 2010 hasta 2012. Entre otras áreas, el IRS dedicó:

· $2.1 millones y 13 empleados a jornada completa para implementar las subidas de impuestos a los fabricantes de medicamentos y a las compañías de seguros médicos.

·$12 millones y 150 empleados a jornada completa como “respaldo para el servicio de atención al cliente”.

· $405.2 millones y 700 empleados a jornada completa para crear la infraestructura que sustenta los sistemas especializados de seguros médicos y el impuesto del mandato individual.

·$20.8 millones y 161 empleados a jornada completa para “promover el cumplimiento de otras nuevas disposiciones”.

Este festival de nuevos gastos continuará incluso después de que Obamacare esté en marcha y funcionando. En su petición presupuestaria de este año, el IRS solicitó un gasto aún mayor (unos impactantes $439.6 millones) y 1,954 nuevos empleados.
Este gasto constante (más de $1,000 millones únicamente en los primeros cuatro años de la ley) no hace más que sumarse a los billones de dólares de los nuevos programas de derechos a beneficios creados por esta ley. Esta es una razón más por la que Obamacare es inasequible: por los contribuyentes obligados a financiarla y obligados a vivir bajo los nuevos mandatos, edictos y regulaciones del IRS.
Además, como ya hemos indicado previamente, Obamacare incluye no menos de 18 subidas de impuestos independientes, recaudando al menos $1 billón solamente en los diez primeros años de la ley. Y lo que es peor aún, el IRS necesitará gastar miles de millones del dinero que tanto les cuesta ganar a los contribuyentes para ingresar estos billones de dólares de nueva recaudación procedentes igualmente de los contribuyentes.