14 junio, 2013

Energía para la reforma energética

José Rubinstein

Energía para la reforma energética
Por encima de promesas de gobierno y de las ganas de creer en ellas, los fríos números son el fiel reflejo de la realidad. Efectivamente, tras 15 años de inmovilidad reformista del Legislativo, constatamos principalmente la aprobación de las reformas laboral, educativa y de telecomunicaciones. Esperamos pronto sean añadidas las reformas financiera, energética, política–electoral y fiscal.

Sin embargo, se presentan focos rojos que es imperioso enfrentar y resolver: desaceleración económica mostrada en el magro crecimiento de 0.8% durante el primer trimestre del año; inflación al alza; disminución del poder adquisitivo; prolongado desempleo; descenso de la inversión extranjera productiva y ascenso en la especulativa, la que hoy representa 57% del total de valores gubernamentales, equivalente al total de la deuda externa. Agreguemos la incapacidad hasta ahora mostrada por disminuir los altos índices de violencia heredados.
De entre las reformas por aprobar, la más conflictiva y difícil de sacar adelante será la energética. Por más argumentos convincentes que existan, Andrés Manuel López Obrador y Cía. agazapados esperan este momento estelar para saltar de su guarida: “No vamos a permitir que se roben el petróleo, lo vamos a defender con energía y decisión, pues estamos enfrentando otro intento de privatización bajo el disfraz de la modernidad en el actual régimen”.
Qué flaca suele ser la memoria, hemos de recordar, sobre todo aquellos que pretenden ser más papistas que el Papa, que Pemex ante la necesidad de nuevas inversiones, entre 1946 y 1958 —hasta que Adolfo Ruiz Cortines modificó el art. 27 Constitucional— abrió las puertas del petróleo a compañías extranjeras, permitiéndoles a éstas la exploración y explotación de nuevos yacimientos.
Ante la virtual estrategia privatizadora de Pemex, resulta valiosa la visión al respecto de Cuauhtémoc Cárdenas, por dos principales razones: por ser hijo de quien es y por ser él quien es. El ingeniero Cárdenas sostiene que el cambio en la política petrolera es urgente y que la mala gestión de las pasadas dos administraciones se salvó gracias a los altos precios del petróleo. Clama Cárdenas por reformas patrióticas y acertadas en una nación cada vez más libre, que ejerza sin trabas su soberanía.
Pemex, del año 2000 al 2012 descendió del quinto al onceavo sitio entre las empresas petroleras más importantes a nivel mundial. Su producción cayó 15.4%, de tres millones de barriles diarios a dos millones 548 mil barriles por día. La paraestatal requiere mayor mantenimiento en infraestructura productiva y frenar las crecientes importaciones de gas natural, petrolíferos y petroquímicos. El fisco se lleva 67.4% de los ingresos totales de Pemex. ¿Cómo invertir así en exploración y desarrollo? En el ranking mundial 2011 de empresas petroleras, Pemex ocupa el 86avo lugar en ingresos netos, después de descontar impuestos.
El presidente Peña considera que Pemex debe transformarse como motor del desarrollo nacional, como empresa propiedad del Estado con participación de capital privado. Advierte seis primordiales retos: convertirse en modelo de eficiencia, transparencia y rendición de cuentas. Dotarla de tecnología de punta. Ser industria generadora de otras industrias. Orientar inversiones para obtener mayor valor agregado y rentabilidad social. Fortalecer la ética corporativa y promover la sustentabilidad ambiental.
Por su parte, el sempiterno líder Romero Deschamps manifiesta que: “Los trabajadores no nos servimos de Pemex y sólo le servimos a la institución”. Tras estas emotivas palabras, no queda más que solicitar un aplauso para tan servicial sindicato.
Sin duda, encauzar la reforma energética requerirá absoluta energía

No hay comentarios.: