Francisco Garfias
Fuentes allegadas al recién removido tesorero de la
bancada, Jorge Lavalle Maury, juran que nunca se le hizo un préstamo a
Juan Ignacio Zavala. 14/06/2013 02:13
Apenas el martes pasado, Ulises Ramírez,
coordinador de los diputados del PAN en el Congreso del Estado de
México, nos manifestaba el temor de que sus hijos pudieran ser blanco de
ataques de la delincuencia a partir de las múltiples acusaciones que se
le han hecho, desde su propio partido, de que posee una fortuna mal
habida.
Lo hizo cuando le dijimos que lo notábamos muy angustiado.
Ayer denunció un intento de secuestro de su hija de 16 años, cuando salía de la Academia Maddox, en Ciudad Satélite. Dos sujetos armados se habrían acercado a la camioneta en la que viajaba la menor, amagaron al chofer, Sergio Pérez, y a golpes lo obligaron a entregar las llaves de la Suburban en que viajaban.
“Mi hija reaccionó y se aventó desde la camioneta”, contó Ulises en la entrevista que le hizo ayer Milenio TV. Agregó que hubo disparos al aire y que la joven logró “aventarse” de la camioneta y refugiarse en las instalaciones de la escuela.
El diputado responsabiliza de su desgracia a los medios de comunicación que lo han cuestionado. Mencionó a este reportero por su nombre. Dice que lo pusimos en el “ojo” de la delincuencia al exhibirlo de esa manera. Y nos hace responsables de lo que le pudiera sucederles a él y a su familia.
Lamento sinceramente lo que le ocurrió. No lo que publiqué. Sólo hice mi trabajo. Detrás de las acusaciones hay fuentes. Nombres y apellidos. Yo no lo inventé. Esos nombres los hemos mencionado aquí. Él los conoce. En la Comisión Permanente circuló incluso un punto de acuerdo, avalado por el PRI, con idénticos señalamientos de enriquecimiento inexplicable.
Ulises se encontraba alterado. Lo entendemos. Pero eso no le da derecho a responsabilizarnos por las acusaciones que tirios y troyanos le hacen de frente.
Le hacemos una sugerencia. Difamar es un delito. Puede presentar una denuncia contra los que abiertamente lo señalan. ¿Por qué no lo hace? Es pregunta.
■El senador por dedazo, Javier Corral, quiere auditar la gestión de Ernesto Cordero como coordinador del grupo parlamentario del PAN en el Senado. Asegura que el presidente de la Mesa Directiva de la Cámara alta desvió recursos hacia allegados al presidente Calderón.
Uno de los beneficiarios habría sido Juan Ignacio Zavala, cuñado de Felipe. Habría recibido un préstamo con recursos de la bancada del PAN. Y no sólo eso. Dice que cobraba como “aviador” en la Cámara alta.
Fuentes allegadas al recién removido tesorero de la bancada, Jorge Lavalle Maury, juran que nunca se le hizo un préstamo a Juan Ignacio Zavala. “El préstamo lo solicitó Gil. Y si Gil se lo prestó a Juan Ignacio o hizo una fogata con los billetes, era su bronca…”, puntualizan.
Buscamos a Juan Ignacio. Queríamos una reacción. Esto fue lo que respondió: “Ni madres. Me deben dinero de la asesoría. Me dedico a eso. Soy profesional en mi actividad. Corral vive del erario (desde) hace 20 años”, repuso.
■Lavalle se vio obligado a difundir un comunicado en el que recuerda que el CEN del PAN, que encabeza Gustavo Madero, realiza, mediante un despacho externo, auditorías a los estados financieros de la bancada.
“En fechas recientes concluyó su informe, el cual tampoco generó observaciones sobre irregularidad alguna en las finanzas del grupo”, subrayó.
El golpeteo interno es imparable. Maderistas y calderonistas se devuelven golpe por golpe. Lo hacen públicamente. El partido no les importa.
■Ni arraigado. Ni aprendido. Andrés Granier salió de la SEIDO como un fantasma. Nadie lo vio. Le armaron un operativo para que eludiera el cerco de los medios. No le hace que haya un desfalco por casi dos mil millones de pesos en Tabasco, y que el actual gobernador de la entidad, Arturo Núñez, haya informado de las desviaciones a la PGR.
Su abogado dice que va a Villahermosa. Está citado a declarar a las 18 horas de hoy en la procuraduría local. Sólo falta que allí tampoco tengan nada sólido para detenerlo. Entonces sí empezaré a creer lo que Andrés Manuel López Obrador no cesa de repetir: que lo están protegiendo desde el más alto nivel.
El Peje, por lo demás, salió en defensa de Miguel Mancera, jefe de Gobierno del DF. Dice que el presidente Peña y el secretario de Gobernación, Miguel Osorio Chong, traen una campaña para proyectar la imagen de que el DF es igual de violento que otras entidades federativas.
“Es toda una cuestión mediática; desde luego hay problemas en el DF, pero en la Ciudad de México, empezando por el jefe de Gobierno, hay autoridades honestas”, dijo.
■Otro ex gobernador que anda muy nervioso es el chiapaneco Juan Sabines. Lo acusan —junto con Roberto Albores Gleason— de tratar de manchar el prestigio de su sucesor Manuel Velasco y del senador del Verde, Luis Armando Melgar, al vincularlos falsamente con el odioso asesinato de Viridiana Flores, novia de uno de los colaboradores de este último. “El temor de ambos ex funcionarios de convertirse en el siguiente Granier se hace de manifiesto”, nos dicen.
Lo hizo cuando le dijimos que lo notábamos muy angustiado.
Ayer denunció un intento de secuestro de su hija de 16 años, cuando salía de la Academia Maddox, en Ciudad Satélite. Dos sujetos armados se habrían acercado a la camioneta en la que viajaba la menor, amagaron al chofer, Sergio Pérez, y a golpes lo obligaron a entregar las llaves de la Suburban en que viajaban.
“Mi hija reaccionó y se aventó desde la camioneta”, contó Ulises en la entrevista que le hizo ayer Milenio TV. Agregó que hubo disparos al aire y que la joven logró “aventarse” de la camioneta y refugiarse en las instalaciones de la escuela.
El diputado responsabiliza de su desgracia a los medios de comunicación que lo han cuestionado. Mencionó a este reportero por su nombre. Dice que lo pusimos en el “ojo” de la delincuencia al exhibirlo de esa manera. Y nos hace responsables de lo que le pudiera sucederles a él y a su familia.
Lamento sinceramente lo que le ocurrió. No lo que publiqué. Sólo hice mi trabajo. Detrás de las acusaciones hay fuentes. Nombres y apellidos. Yo no lo inventé. Esos nombres los hemos mencionado aquí. Él los conoce. En la Comisión Permanente circuló incluso un punto de acuerdo, avalado por el PRI, con idénticos señalamientos de enriquecimiento inexplicable.
Ulises se encontraba alterado. Lo entendemos. Pero eso no le da derecho a responsabilizarnos por las acusaciones que tirios y troyanos le hacen de frente.
Le hacemos una sugerencia. Difamar es un delito. Puede presentar una denuncia contra los que abiertamente lo señalan. ¿Por qué no lo hace? Es pregunta.
■El senador por dedazo, Javier Corral, quiere auditar la gestión de Ernesto Cordero como coordinador del grupo parlamentario del PAN en el Senado. Asegura que el presidente de la Mesa Directiva de la Cámara alta desvió recursos hacia allegados al presidente Calderón.
Uno de los beneficiarios habría sido Juan Ignacio Zavala, cuñado de Felipe. Habría recibido un préstamo con recursos de la bancada del PAN. Y no sólo eso. Dice que cobraba como “aviador” en la Cámara alta.
Fuentes allegadas al recién removido tesorero de la bancada, Jorge Lavalle Maury, juran que nunca se le hizo un préstamo a Juan Ignacio Zavala. “El préstamo lo solicitó Gil. Y si Gil se lo prestó a Juan Ignacio o hizo una fogata con los billetes, era su bronca…”, puntualizan.
Buscamos a Juan Ignacio. Queríamos una reacción. Esto fue lo que respondió: “Ni madres. Me deben dinero de la asesoría. Me dedico a eso. Soy profesional en mi actividad. Corral vive del erario (desde) hace 20 años”, repuso.
■Lavalle se vio obligado a difundir un comunicado en el que recuerda que el CEN del PAN, que encabeza Gustavo Madero, realiza, mediante un despacho externo, auditorías a los estados financieros de la bancada.
“En fechas recientes concluyó su informe, el cual tampoco generó observaciones sobre irregularidad alguna en las finanzas del grupo”, subrayó.
El golpeteo interno es imparable. Maderistas y calderonistas se devuelven golpe por golpe. Lo hacen públicamente. El partido no les importa.
■Ni arraigado. Ni aprendido. Andrés Granier salió de la SEIDO como un fantasma. Nadie lo vio. Le armaron un operativo para que eludiera el cerco de los medios. No le hace que haya un desfalco por casi dos mil millones de pesos en Tabasco, y que el actual gobernador de la entidad, Arturo Núñez, haya informado de las desviaciones a la PGR.
Su abogado dice que va a Villahermosa. Está citado a declarar a las 18 horas de hoy en la procuraduría local. Sólo falta que allí tampoco tengan nada sólido para detenerlo. Entonces sí empezaré a creer lo que Andrés Manuel López Obrador no cesa de repetir: que lo están protegiendo desde el más alto nivel.
El Peje, por lo demás, salió en defensa de Miguel Mancera, jefe de Gobierno del DF. Dice que el presidente Peña y el secretario de Gobernación, Miguel Osorio Chong, traen una campaña para proyectar la imagen de que el DF es igual de violento que otras entidades federativas.
“Es toda una cuestión mediática; desde luego hay problemas en el DF, pero en la Ciudad de México, empezando por el jefe de Gobierno, hay autoridades honestas”, dijo.
■Otro ex gobernador que anda muy nervioso es el chiapaneco Juan Sabines. Lo acusan —junto con Roberto Albores Gleason— de tratar de manchar el prestigio de su sucesor Manuel Velasco y del senador del Verde, Luis Armando Melgar, al vincularlos falsamente con el odioso asesinato de Viridiana Flores, novia de uno de los colaboradores de este último. “El temor de ambos ex funcionarios de convertirse en el siguiente Granier se hace de manifiesto”, nos dicen.
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