CINCO DATOS SOBRE LA REFORMA EDUCATIVA.
A
propósito de la propuesta de reforma educativa que recién presentaron
el Presidente Enrique Peña, los líderes del PRI, PAN y PRD; así como el
secretario de Educación, Emilio Chuayffet; viene a cuenta hacer cinco
apuntes...
UNO.
Limitarse a ver esta moción como una estrategia para golpear a Elba
Esther Gordillo refleja una severa mediocridad de pensamiento. Las
mejoras a la educación son un tema esencial en cualquier país que apunte
a un crecimiento y/o desarrollo sostenido; esa es la apuesta.
DOS.
Las deficiencias educativas son tan amplias que, primero, sentaron a la
mesa a los líderes de tres partidos políticos que compiten y se
reparten el poder y segundo, tienen en la calle a grupos de
"estudiantes" que –ya sea de preparatorias o universidades, públicas o
privadas–, desconocen los básicos de política, democracia y medios de
comunicación. Ejemplo claro es el 132.
TRES.
Reducir esta propuesta a un golpe político o a una venganza contra el
sindicato de maestros –que algunos han relacionado con el "Quinazo" de
Salinas–, es no entender que la educación es el motor del desarrollo y
como tal es una de las prioridades de los gobiernos; en especial de los
"recién llegados".
CUATRO.
La apuesta de Enrique Peña se puede abordar desde dos vertientes; la
primera, una mejora necesaria a la educación. La segunda, otro frente de
batalla en política social. Y es que todo el mundo sabe que la
educación es, muchas veces, lo único y lo mejor que se puede dar a
aquellos que nada tienen. Y...
CINCO.
Sí hay un golpe político... pero dar por sentado que el retraso
educativo es responsabilidad de un sindicato o de una persona –Gordillo–
es ignorar por completo la responsabilidad que comparten maestros,
gobiernos y ciudadanos de a pie. La educación no es asunto de un puñado
de personas; la educación concierne a todos.
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