
Crimen y retórica
Por Thomas Sowell
Oakland, California, sigue sufriendo la elevada tasa de criminalidad, y especialmente la elevada tasa de homicidios, que viene afligiendo a esa ciudad desde hace tiempo. A juzgar por el reciente discurso de su actual alcalde, el veterano izquierdista Ron Dellums, puede mirar a un futuro demasiado similar a su pasado.
¿Por qué está Oakland tan corroído por el crimen? Según el alcalde Dellums, "hemos cerrado nuestros ojos a las injusticias y las desigualdades, y ahora estamos recogiendo los amargos frutos de esa indiferencia hacia toda una categoría de personas".
Esta es la retórica de las "causas raíz del crimen" propia de los años 60, con buena salud aún en la izquierda hoy a pesar de las montañas de pruebas de lo contrario que se han acumulado en las décadas transcurridas desde entonces.
Eso es lo que convierte el problema de Oakland en algo más que el problema de Oakland simplemente -- o incluso el problema de América. Ésa misma manera de pensar impera hoy en la izquierda de otros países, dando lugar a los mismos calamitosos resultados.
En palabras del escritor británico Peter Hitchens, "Gran Bretaña se está convirtiendo rápidamente en un lugar en donde el bueno tiene miedo al malo y el malo no tiene miedo a nada".
También decía, "La abierta estupidez terca como una mula de la mayor parte de los comentarios políticos sobre la criminalidad desafía el raciocinio". Ambos comentarios se aplicarían igual en Oakland y en Londres -- y en otros muchos lugares entre medias.
Un relato del discurso de Ron Dellums en la prensa de Oakland decía que estaba "claramente cómodo con lo que estaba transmitiendo y diciendo sin notas”.
¿Por qué debería estar incómodo o necesitar notas para repetir las mismas nociones políticamente correctas que toda la izquierda -- a ultramar y aquí -- lleva repitiendo como un mantra casi medio siglo? ¿Necesitaría usted notas para recitar el alfabeto?
La idea de que "las injusticias y las desigualdades" explican los actos criminales se remonta a más de dos siglos atrás. Puede encontrarla en el libro de William Godwin de 1793 "Investigación concerniente a la justicia política" en Inglaterra e incluso antes en un buen número de escritores en Francia.
Es la marca de la casa de la izquierda en todo el mundo.
Mientras que tales ideas llevan siglos circulando, no se convirtieron en las ideas dominantes entre aquellos que componen la política legal y política hasta la segunda mitad del siglo XX -- más específicamente, los años 60 en Estados Unidos.
¿Como era la criminalidad en 1960, antes de que estas ideas echasen raíces en nuestros tribunales y en las ramas ejecutiva y legislativa del gobierno?
Hasta 1960, la tasa de homicidios llevaba décadas descendiendo -- entre negros y blancos por igual -- y se encontraba exactamente por debajo de la mitad de la que se había registrado allá por 1934.
¿No había ninguna "injusticia y desigualdad" en 1960 y las décadas anteriores? Nadie que sea lo bastante viejo para recordar esos tiempos podría creerse eso.
Fue precisamente el ascenso al poder en los años 60 (en los tribunales así como en política) de aquellos que estaban seguros de que "las injusticias y desigualdades" eran las causas del crimen lo que marcó una desacentuación en la implementación de la ley y las penas -- y marcó uno de los incrementos más dramáticos del crimen en nuestra historia.
Llevando décadas en declive, la tasa de homicidios de pronto se duplicaba entre 1961 y 1974. La tasa en la que los ciudadanos se convertían en víctimas de crímenes violentos en general triplicó.
Tales tendencias comenzaron en momentos diferentes en países distintos, pero los patrones siguieron siendo muy similares. Mientras las tasas de encarcelamiento descendían, las tasas de criminalidad se disparaban -- ya fuera en Inglaterra, Australia, Nueva Zelanda o Estados Unidos.
Después de que una generación entera de víctimas de crímenes fuera sacrificada en el altar de las teorías de la izquierda, el giro político contundente dio lugar a cifras más elevadas de cumplimiento íntegro de las penas --- y tasas más reducidas de crímenes -- en todos los países en los últimos años del siglo XX.
Aún no nos encontramos donde estábamos en 1960, ya sea con respecto al nivel de criminalidad o la tendencia a la baja en las tasas de homicidios. Las nociones de la izquierda aún suenan fuerte en los medios, en el estamento académico, y en política.
La izquierda aún está cómoda hablando de "injusticias y desigualdades" -- sin notas incluso -- y ciertamente sin hacer frente a la enorme cantidad de pruebas de que se equivoca.
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