 |  | Mery Vaca Bolivia |
En una multitudinaria concentración popular, el presidente de Bolivia, Evo Morales, recibió este sábado en La Paz el proyecto de Constitución Política del Estado aprobado por la Asamblea Constituyente, pero que aún no está vigente.
Mientras tanto, sus opositores de cuatro de las nueve regiones del país organizaban sus propias concentraciones populares para presentar sus estatutos autonómicos y para rechazar ese proyecto de Carta Magna.
Ambos bloques políticos organizaron fiestas multitudinarias, en un ambiente de tensión.
En Santa Cruz se produjo una explosión que dejó daños materiales, además de algunos bloqueos de sectores afines a Evo Morales.
El proyecto de nueva Constitución, que fue aprobado hace una semana en la ciudad andina de Oruro sin la presencia de la oposición, fue entregado a Morales por la presidenta de la Asamblea Constituyente, Silvia Lazarte, en un acto desarrollado en la plaza Murillo, en las puertas del Palacio de Gobierno.
"Aquí está este trabajo, lo hemos hecho, lo hemos cumplido", dijo Lazarte, quien comentó que es una demostración de que "esta mujer india, esta mujer de polleras (vestimenta campesina), esta mujer campesina" pudo llevar adelante la Constituyente.
"Transformaciones"
Lazarte agradeció a los sectores sociales, policías y militares que resguardaron las sesiones para la conclusión del cónclave.
El presidente Morales, en un emocionado discurso, felicitó a los constituyentes que terminaron la Constitución, en su mayoría oficialistas, porque "son héroes de las transformaciones profundas y democráticas". 
No vamos a permitir ninguna división de Bolivia. Algunos autonomistas separatistas están golpeando los cuarteles, saludamos a las Fuerzas Armadas por defender la patria 
En cambio a los opositores les dijo que ganaron sin trabajar y que "si tienen ética, que devuelvan la plata (dinero) al estado boliviano".
"No vamos a permitir ninguna división de Bolivia. Algunos autonomistas separatistas están golpeando los cuarteles, saludamos a las Fuerzas Armadas por defender la patria", dijo Morales.
El vicepresidente, Álvaro García Linera, aseguró que en todo momento se buscó el diálogo con los opositores, pero que no quisieron escuchar.
Les advirtió que "no tienen derecho a tocar un solo milímetro de integridad de la patria boliviana".
Referendos
Todos los oradores oficialistas insistieron que no es una Constitución sólo del oficialismo, sino de todos los bolivianos.
Con la presentación del documento, la Constituyente termina su trabajo y legalmente deja de existir. 
Sin embargo, para que la nueva Constitución entre en vigencia, debe ser sometida a dos referendos, uno sobre el latifundio y el otro sobre el total del texto constitucional.
Al acto de festejo en La Paz asistieron representantes de 80 organizaciones sociales, entre los que estaban los 36 pueblos indígenas de Bolivia.
Un desfile festivo y multiétnico, que se prolongó por cuatro horas, precedió a la presentación del proyecto de Constitución aprobado por el oficialismo, luego de un año y cuatro meses de vigencia de la Asamblea Constituyente.
En el acto también estuvieron presentes algunas unidades militares y policiales.
Oposición
Mientras tanto, en Santa Cruz, Beni, Pando y Tarija, los opositores preparaban concentraciones populares para entregar los estatutos autonómicos a sus prefectos (gobernadores) y a las bases.
Estos estatutos, al igual que la nueva Constitución, deben ser sometidos a referendos para su ratificación y posterior vigencia. 
Los opositores no reconocen la nueva carta magna porque consideran que es ilegal, mientras que el Gobierno descalifica los estatutos autonómicos porque dice que son un intento de dividir el país.
Las regiones que buscan su autonomía niegan las acusaciones y, para dejar claro que no quieren fragmentar a Bolivia, incluyeron en sus estatutos la necesidad de mantener la unidad del país.
En cambio, aseguran que las autonomías indígenas, incluidas en el proyecto de Constitución del oficialismo, fraccionarán a la nación.
Guerra verbal
Estos eventos estuvieron antecedidos por una fuerte guerra verbal, que puso al país en tensión.
El gobierno envió refuerzos policiales a las ciudades opositoras y puso en alerta a las Fuerzas Armadas. 
En Santa Cruz, donde reside la mayor oposición al presidente Morales, se produjo en la mañana de este sábado una explosión en el Palacio de Justicia.
Informes preliminares indican que el artefacto causó daños materiales en los pisos cinco y seis del inmueble.
También se produjeron algunos bloqueos aislados en carreteras, protagonizados por sectores sociales afines al presidente y que querían dejar establecido que no están de acuerdo con la autonomía que proponen los líderes de Santa Cruz.
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