El XXXIV encuentro de jefes de Estado del bloque regional arrancó formalmente en Montevideo, Uruguay con una reunión entre diplomáticos y ministros de Economía que analizarán los avances y asimetrías de la integración
La Cumbre tiene una agenda acotada a la problemática del bloque: discutir la posible aprobación de un plan para superar las asimetrías entre los países miembros (queja histórica uruguaya y paraguaya), la firma de un tratado de libre comercio con Israel, que sería el primer acuerdo de este tipo entre el Mercosur y un país no latinoamericano, y diversos temas económicos.
El presidente de la República, Tabaré Vázquez, resolvió suspender la tradicional cena de jefes de Estado porque, según señalaron fuentes oficiales, "el bloque no está para fiestas". Tanto Vázquez como los principales líderes de la oposición uruguaya coinciden en que el bloque regional "tal como está, no le sirve a Uruguay".
Pocos avances significativos
Tras la reunión de ministros ayer domingo como preparación de la Cumbre, el ministro uruguayo de Economía Danilo Astori reconoció que "la verdad es que no fue posible concretar avances significativos" en el código aduanero, la corrección de las asimetrías, la integración productiva y el acceso a los mercados, aunque destacó que "está la voluntad de continuar" la búsqueda de acuerdos en esos temas.
"No ha sido sencillo en estos últimos tiempos concretar progresos, porque la reunión del Consejo es recién mañana", dijo, "y recién entonces podremos comprobar el grado de posibilidades que existen para que podamos avanzar".
Caso Venezuela
Venezuela aún no obtiene luz verde para incorporarse como miembro pleno del organismo regional, porque los congresos de Brasil y Paraguay no lo han aprobado y un reciente escándalo destapado por una investigación de fiscales estadounidenses podría constituirse como un nuevo obstáculo para su ambición de incorporarse al Mercosur.
Papeleras
En septiembre del 2006 el Tribunal de Controversias del Mercosur favoreció a Uruguay y reclamó a Argentina poner fin al bloqueo en los puentes internacionales, pero la situación persiste de parte de argentinos que reclaman que la fábrica de celulosa contaminará las aguas del río. El gobierno uruguayo rechaza dichos argumentos.
El conflicto se ventila en la Corte Internacional de Justicia de La Haya, a la que acudió Argentina, y las tensiones binacionales continúan.
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