03 diciembre, 2007

Duro NO a Chávez

Leopoldo López, alcalde de Chacao, rodeado de estudiantes de la oposición Stalin González (izq.) y Freddy Guevara (der.), al anunciar la posibilidad de que el "No" pudiera haber salido victorioso en el referendo constitucional.
Pedro Portal / El Nuevo Herald

Leopoldo López, alcalde de Chacao, rodeado de estudiantes de la oposición Stalin González (izq.) y Freddy Guevara (der.), al anunciar la posibilidad de que el "No" pudiera haber salido victorioso en el referendo constitucional.

La opción del ''No'' obtuvo una doble victoria en la consulta electoral de ayer en Venezuela, superando por apenas poco más de un punto a la opción del ''Sí'' en ambos bloques sometidos a votación, indicaron los resultados oficiales dados a conocer esta madrugada por el Consejo Nacional Electoral.

Tibisay Lucena, presidente del CNE, dijo que el ''No'' obtuvo una votación del 50.70 por ciento, mientras que el ''Sí'' obtuvo 49.29 por ciento de los votos. Aunque los estimados del CNE se realizaron sobre el 88 por ciento de los votos escrutados, Lucena dijo que ``la tendencia es irreversible''.

''Esta votación se va a mantener con las actas faltantes'', declaró Lucena.

En una inmediata reacción a los resultados, un apesadumbrado presidente Hugo Chávez dijo en una transmisión de televisión que se trató de ''un final de fotografía'', y dijo que tenía ''nervios de acero'' para aceptar los resultados.

Fuentes militares habían confirmado previamente a El Nuevo Herald que el presidente Chávez sostuvo durante varias horas anoche reuniones con el alto mando militar y altos funcionarios de su gobierno en el Fuerte Tiuna para discutir los potenciales escenarios y prevenir posibles reacciones en la población.

''Chávez ha estado reunido durante varias horas con el alto mando'', confirmó el comandante Joel Acosta Chirinos, uno de los líderes del golpe del 4 de febrero de 1992, que se convirtió en disidente y apoyó la opción del ``No''.

La versión fue confirmada a El Nuevo Herald por un alto militar, quien añadió que aparentemente el presidente Chávez habría recibido presiones de sectores militares y sus propios seguidores chavistas de que se preparara incluso para aceptar una derrota si los resultados mostrasen una tendencia definitiva.

''Temen que los grupos más radicales del chavismo reaccionen de forma violenta ante el anuncio de una derrota'', aseguró el coronel activo.

Cuando se cumplió el plazo anticipado por Lucena para anunciar los resultados a las 8 de la noche, una serie de proyecciones comenzaron a circular por la Internet, la mayoría de ellas dando un triunfo al ``Sí''.

Reuters pronosticó el triunfo del ''Sí'' y la página prochavista Aporrea publicó un resumen de tres encuestas de boca de urna que daban el triunfo a Chávez.

Sin embargo, las tendencias comenzaron a variar y las proyecciones extraoficiales cambiaron para favorecer al ''No'', con una diferencia de entre 6 y 9 puntos a favor.

Momentos de gran tensión se vivieron mientras se esperaba el anuncio del Consejo Nacional Electoral (CNE), en una especie de ''guerra'' de metamensajes, en la cual cada grupo trataba de inclinar la balanza a su favor.

Los líderes estudiantiles y activistas de oposición aparecieron docenas de veces en las pantallas de la televisión local, para animar a las personas que aún se encontraban en los centros de votación, prácticamente anticipando veladamente el triunfo de la opción por el ``No''.

Un porcentaje no determinado de centros electorales se mantuvo abierto hasta bien entrada la noche de ayer, en buena parte debido a la tardanza producida por el fallo en numerosas máquinas de votación.

De hecho, el proceso del referendo estuvo lleno de numerosos contratiempos en las mesas electorales en todo el país, al punto de que la cantidad de denuncias de irregularidades ha sido hasta ahora la más alta desde los comicios de 1998, dijo Tibisay Lucena, la presidenta de CNE.

Entre las dificultades figuraron el desperfecto en decenas de máquinas de votación, que obligaron a algunos recintos electorales a realizar la votación de forma manual, y la fallas que presentaron un número importante de máquinas ''captahuellas'', que retardaron el proceso e irritaron a los votantes.

La jornada electoral vivida ayer por los venezolanos no estuvo exenta de violencia. Poco después de las 10 de la mañana, el general retirado Raúl Baduel fue víctima de un atentado a su salida del centro electoral donde votó, en la ciudad de Maracay, en el centro del país.

Según denunció el propio Baduel, un sujeto trató de arrollar a un grupo donde se encontraba el ex general, dejando a cuatro personas tendidas en el suelo con contusiones y heridas. Baduel aseguró que el conductor iba armado.

El numeroso grupo que rodeaba al general disidente actuó como un escudo protector y ayudó a que Baduel saliera ileso del incidente.

En San Cristóbal, capital del estado Táchira, fronterizo con Colombia, un grupo de motorizados liderados por la diputada Iris Varela, agredió a un grupo de periodistas que se encontraban cubriendo los comicios.

En Maracaibo, en el estado occidental de Zulia, un convoy con soldados del Ejército reprimió una manifestación espontánea de estudiantes, que celebraban por anticipado en una plaza céntrica de la ciudad.

Millones de venezolanos comenzaron desde la madrugada de ayer a llenar los centros de votación, en un proceso en general sin graves incidentes, que se inició con lentitud pero que iba tomando calor a medida que avanzaba el día.

A las 10 y 30 de esta mañana ya se había instalado el 90 por ciento de las mesas, informaron voceros del Consejo Nacional Electoral (CNE). Varios centros de votación en Caracas y el interior del país sufrieron retrasos debido a fallas en las máquinas de votación, o la ausencia de miembros de las mesas electorales.

''Garantizamos la fluidez del proceso'', dijo el rector del CNE, Vicente Díaz, en declaraciones a la prensa. Díaz agregó que los resultados de la votación ''están absolutamente garantizados'', y que ``el voto es secreto''.

''No crean en cuentos chinos'', resaltó Díaz, desmintiendo rumores de que el secreto del voto pudiera ser violado.

A diferencia de las pasadas elecciones presidenciales, el proceso se puso en marcha con una lenta participación de electores en sectores populares y de clase media.

''No es tan grande la afluencia de gente, en comparación con votaciones anteriores'', dijo William Requejo, activista de Unión Vecinal, una organización popular en el sector de Catia, en el oeste de Caracas, donde el chavismo tiene una fuerte representación.

''No veo el mismo movimiento de otras elecciones'', comentó a El Nuevo Herald Betsy Delgado, una enfermera de 27 años que se preparaba para votar en la Escuela Técnica Francisco Fajardo, ubicada en el barrio Ruiz Pineda, en el extremo oeste de Caracas.

''Hay mucho chavista que se está quedando en su casa, porque aunque están con el gobierno, no están de acuerdo con la reforma'', observó Delgado.

María Ordoñez, una ama de casa de 26 años, dijo que en su vecindario muchos chavistas no comparten aspectos de la reforma como las limitaciones a la propiedad privada y la intolerancia política.

''Sé de muchas personas que piensan diferente y los han relevado de sus puestos en el gobierno'', dijo Ordoñez.

Rubén Castellanos, un mesonero de 32 años que vive en la popular parroquia de Baruta, en el sureste de Caracas, dijo que aunque no comparte temas de la propuesta de cambio constitucional como la reducción de la jornada laboral, apoya abiertamente la reforma.

''Tenemos que apoyar la revolución bolivariana hasta el final'', comentó Castellanos, que ayer votó después de terminar su jornada en un restaurante de la urbanización La Trinidad, de clase media alta.

Uribe Benítez, de 46 años, que trabaja en una almacenadora de alimentos, dijo que se consideraba ''un chavista de toda la vida'', pero que veía ''cosas feas'' en la reforma.

''¿Cómo es que no podré tomarme una cerveza frente a mi casa?'', se preguntó Benítez.

''¿Y dónde aparece eso en la reforma?'', respondió Manuel Gómez, un elector que estaba a su lado en la fila para votar en la escuela Francisco Fajardo de Ruiz Pineda.

''No lo sé, pero tampoco me gusta que sea Chávez el único que decida sobre todo'', contraatacó Benítez, aludiendo al extenso poder presidencial que conlleva la reforma.

A media mañana, una serie de denuncias comenzaron a llegar a los centros de contingencia del CNE, entre ellas el mal funcionamiento de las llamadas máquinas ''captahuellas'', que registran las huellas digitales de cada votante, y la presencia en los centros de votación de miembros de la reserva, que portaban armas largas vestidos de paisano y con credenciales del CNE, un hecho que inquietó a muchos votantes.

''Estamos procesando esas denuncias'', dijo el rector Vicente Díaz a la prensa.

A medida que avanzó la mañana, la participación en zonas populares y de clase media del oeste de Caracas se incrementó notablemente, según constató El Nuevo Herald en un recorrido.

En localidades como La Vega, un sector de barrios populares, Catia y Petare, en el extremo este de la capital venezolana, se podían apreciar largas filas de votantes esperando para ejercer el voto.

La avenida Páez del sector El Paraíso, sede de una docena de centros de votación, estaba repleta con una gran cantidad de votantes a mediodía de ayer.

En el liceo Andrés Bello, el mayor centro de votación de Caracas, con unos 30,000 electores inscritos, concentraba la mayor cantidad de votantes en enormes filas que serpenteaban por las calles aledañas.

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